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sábado, 13 de octubre de 2012

Más del 60% de las madres abandonan la lactancia antes de los seis meses

Si bien la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y complementada con otros alimentos hasta como mínimo los dos años del niño, según datos del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría, más del 60% de las madres abandonan la lactancia antes de los seis meses.

Son muchas las razones por las cuales los índices de lactancia no son más satisfactorios, entre ellas la falta de información y apoyo de pediatras y enfermeras, y los impedimentos para seguir amamantando al bebé una vez que la madre se reincorpora al trabajo, que, incoherentemente, en España es antes de los seis meses del bebé.

Cuando la madre tiene que volver al trabajo, la lactancia materna disminuye. Aunque se ha solicitado extender la baja maternal a seis meses para que al menos coincida con el período de lactancia materna exclusiva, de momento no parece ser un asunto prioritario para las administraciones. Sin duda, esto facilitaría que las madres puedan estar junto a sus bebés y seguir ofreciéndoles su alimento por más tiempo.

Por su parte, otra de las trabas que encuentran las madres es que cuando el niño tiene que ir a la escuela infantil, ésta no siempre facilita la lactancia materna. Se han establecido protocolos para que los bebés puedan ser alimentados con la leche de sus madres, o bien desplazándose la madre al centro o llevando los biberones con leche extraída. Pero en la realidad, los casos son minoritarios.

Casi todas las madres que abandonan la lactancia materna aseguran que preferirían no haberlo hecho, pero para muchas continuar la lactancia es un estado ideal que no se pueden permitir cuando toca volver al trabajo y el bebé a la guardería.

Muchas cosas deberían cambiar para que las tasas de lactancia materna aumentasen, entre ellas proporcionar a las madres una información realista sobre la lactancia materna, apoyarlas, y facilitar la continuación de la lactancia cuando la madre debe volver al trabajo.

martes, 25 de septiembre de 2012

10 cosas que no sabías de tu bebé

Los bebés son tiernos, dulces, divertidos… y sorprendentes. Te contamos algunas curiosidades sobre los bebés que nos encantan.

Diez curiosidades sobre bebés

 En los nueve meses que hay entre la concepción y el nacimiento, el peso del bebé se duplica 3.000 millones de veces.

- Entre el nacimiento y los dos años de vida, el niño cuadruplica su tamaño.

- El cerebro de un recién nacido supone el 10 por ciento del total del peso de su cuerpo (en los adultos supone el 2 por ciento).

- El corazón de los recién nacidos late mucho más deprisa (entre 130-160 pulsaciones/ minuto) que el de los adultos (70-80 latidos/ minuto).

- El bebé humano es el único ser vivo que sonríe intencionadamente a sus padres.

- El pie del recién nacido viene a ser la tercera parte del pie que tendrá de adulto, y al año ya es casi la mitad.

- Durante los primeros días de vida, los bebés lloran sin lágrimas, ya que aún tienen cerrados los conductos lagrimales.

 - Todos los bebés estornudan para limpiar sus vías respiratorias. Eso no significa que estén resfriados.

 - El sentido más potente en los bebés es el olfato. De hecho, reconocen a su madre por su olor.

 - Sea cual sea la fecha de nacimiento de tu hijo, compartirá el día de su cumpleaños con otros 9 millones de personas en el planeta.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Cómo quitar los mocos a un bebé


Los bebés (y los que no son tan bebés) tienen mocos prácticamente todo el invierno. Aunque se resistan –no es algo agradable– es aconsejable quitárselos para evitar problemas posteriores. Te explicamos cómo y cuándo hacerlo.

Los bebés son propensos a los resfriados y se les tapona la nariz enseguida. El exceso de mucosidad entorpece su respiración y les molesta al comer y dormir.

Un ambiente algo húmedo les ayuda a descongestionarse. Los humidificadores son útiles, ya que las calefacciones secan mucho el ambiente.

Aunque el bebé pase un mal rato cuando le quitamos los mocos, es imprescindible hacerlo. Si los mocos se infectan, pueden producirles sinusitis, otitis, faringitis...

¿Cómo le quito los mocos al bebé?

La nariz del bebé se despeja con un lavado nasal. Primero hay que acostar al niño boca arriba, girarle la cabeza hacia un lado y aplicarle suero fisiológico para humedecer las fosas nasales.

Después, hay que sacarle las secreciones. Existen varios métodos:

Aspirador nasal de cánula

Es lo que mejor funciona en los bebés pequeñitos. Primero se pueden echar unas gotas de suero fisiológico en las fosas nasales. Después se coloca un extremo de la cánula en la fosa nasal y el otro en la boca del adulto. Acto seguido se aspira. Las secreciones se quedarán retenidas en un recipiente en medio del tubo.

Aspirador nasal ergonómico (perita)

Es algo menos eficaz que la cánula porque la nariz de los bebés es muy pequeñita y a veces la perita no logra hacer el vacío necesario para aspirar los moquitos. Es muy fácil de usar. Primero se aprieta el bulbo de goma, se introduce en una de las fosas nasales y, una vez dentro, se suelta poco a poco. Hay que procurar tapar la otra fosa nasal (apretando la nariz) para que la presión realizada sea mayor.

Pinzas nasales

Existen unas pinzas especiales para quitar los mocos secos. Tienen un tope de seguridad que impide introducirlo demasiado en la naricita del bebé. No son imprescindibles, pero a veces pueden venir bien.

Los bastoncillos están desaconsejados, porque podríamos hacer daño al niño al no calcular bien hasta dónde lo introducimos. Si tiene un moquito seco, lo mejor es utilizar la pinza nasal o un dedo (con mucho cuidado).

¿Cuándo hay que quitar los mocos al niño?

    Con tres o cuatro veces al día suele valer. No hay que obsesionarse ni estar continuamente quitándoles los moquitos, porque podríamos producirles alguna herida en la nariz o una pequeña hemorragia.

    Si simplemente notamos una especie de ronquido provocado por unos pocos mocos pero el niño está alegre, come bien y duerme bien, entonces hay que dejarlo como está. Significa que los mocos no le molestan.

    Cuando sintamos al bebé incómodo. Los bebés tienden a vomitar más fácilmente que los adultos y, muchas veces, los mocos les provocan náuseas.

    Antes de dormir. Los bebés respiran el 90% del tiempo por la nariz, aún no tienen demasiado pronunciado el reflejo de respirar por la boca. Por eso, cuando están dormidos y los mocos les provocan una sensación de ahogo (les llega menos oxígeno al cerebro) se despiertan llorando.

    Antes de comer. Al tener la boca tapada por el pecho o por el biberón, no podrán respirar con total normalidad. Por eso, cuando tienen muchos moquitos y les molestan, suelen comer menos. También suelen vomitar más.

Los bebés tienen más facilidad para aprender idiomas que los adultos‏





Cuando de niños se habla es muy habitual decir de ellos que son como esponjas porque son capaces de almacenar conocimientos como si de una esponja acaparando agua se tratara.

La duda suele estar en cuándo empiezan a ser capaces de aprender del mismo modo (o de un modo superior) que los adultos, y un estudio reciente hecho en Alemania ha logrado desvelar que ya desde bebés, incluso con tres meses de edad, son más capaces de aprender idiomas que los adultos, al entender mejor algunas estructuras silábicas que nosotros.

Esto no quiere decir, lógicamente, que un bebé hablará antes un nuevo idioma que un adulto, porque un bebé de tres meses no habla. Sin embargo, si pudiera hacerlo, al ser capaz de detectar dependencias complejas entre sílabas que muchos adultos no vemos y al aprenderlas espontáneamente, sí hablaría el idioma antes que nosotros.

Los niños tienen una mejor audición para el idioma que nosotros

El estudio ha sido publicado en la revista PNAS (Proceedings of the National Academy os Sciencies) de EEUU y viene a mostrar que las capacidades auditivas de los bebés y niños pequeños son mayores que las de los adultos, probablemente porque ellos tienen más prisa en aprender un idioma que nosotros los mayores.

Los científicos querían conocer los mecanismos que utilizan los bebés al aprender un idioma para comprobar con qué facilidad y velocidad lo hacían y se dieron cuenta que incluso los bebés de tres meses son más capaces de reconocer reglas complejas de un lenguaje hablado que los adultos.

Cómo hicieron el estudio

Para llevar a cabo el estudio varios bebés escucharon secuencias de sílabas durante veinte minutos. Mientras las escuchaban se medían sus respuestas cerebrales a través de una electroencefalografía.

En las secuencias de sílabas éstas aparecían por parejas, pero con una tercera sílaba intercalada. En muchas de las secuencias las sílabas eran correctas, pero en muchas otras había errores.

No se trataba de palabras, sino de secuencias lógicas de sílabas necesarias para la construcción del lenguaje que los adultos entendían sólo cuando se les instaba a encontrar la trampa. Muchos bebés (no todos), sin embargo, demostraron a través del EEG que se percataban de las infracciones.

Los científicos decidieron además elevar el tono de alguna de las sílabas. Los bebés que reaccionaron ante estos cambios de tono fueron los mismos que identificaron los errores en las sílabas, siendo mayoría.

Los adultos, sin embargo…

Como hemos comentado, los adultos sólo fueron capaces de reaccionar ante las desviaciones en las sílabas cuando se les dijo que tratasen de reconocer un error en la presentación.

Curiosamente, los mismos que tuvieron una respuesta cerebral más intensa ante los cambios de tono de las sílabas fueron los que captaron mejor las reglas de las sílabas mostradas.

Esto parece indicar que hay una relación entre la capacidad auditiva de los bebés y la capacidad de aprender un lenguaje porque, cuanto mejor discriminaban los cambios de tono, mejor descubrían las trampas que los investigadores prepararon para ellos.

La capacidad de los niños de aprender varios idiomas al mismo tiempo

Esta gran capacidad para entender reglas del lenguaje abre de nuevo el debate acerca de la posibilidad de enseñar a los bebés varios idiomas a la vez. Hemos hablado largo y tendido en Bebés y más sobre ello y vuelvo a tocar al tema porque el estudio y sus conclusiones dan pie a ello: los bebés y niños son muy capaces de aprender varias lenguas al mismo tiempo y de hecho suele ser beneficioso para ellos que lo aprendan así.

Sin embargo, un idioma no se aprende con una hora semanal, sino con la inmersión lingüística. Pretender que un niño aprenda inglés en la guardería por hablar un rato con ellos en inglés o con una extraescolar cuando son más mayores es exagerado y ese tiempo podría destinarse a cosas más interesantes. Si en cambio uno de los padres habla inglés o si van a una guardería o escuela donde la mayoría del tiempo se habla ese idioma la cosa cambia, así sí se aprende, y se aprende mientras hacen otras cosas porque la segunda lengua se convierte en un medio y no en un fin.

viernes, 14 de septiembre de 2012

No es bueno colocar calzado a bebés que no caminan

Expertos en desarrollo infantil advierten sobre la necesidad de no calzar a bebés hasta tanto no empiecen a caminar, con la finalidad de no entorpecer el correcto desarrollo de su pie y previniendo problemas posteriores.

Concretamente, han sido los doctores del el Hospital Nisa Pardo de Aravaca los que explicaron los motivos de escoger un buen calzado infantil, y prescindir de ellos hasta tanto el niño no comience a caminar y realmente los necesite.

El pie es un órgano en constante evolución, y colocar un zapato por estética puede hacer que las distintas partes del pie se vean presionadas y no se desarrollen en forma correcta. Antes de comenzar a caminar “la estructura ósea de un niño tarda en consolidarse completamente”, como explican los médicos, razón por la cual un zapato es contraproducente.

Así, hay que tener cuidado al elegir zapatos para niños, puesto que si durante la infancia se altera su normal crecimiento, tendrán problemas para caminar o practicar deportes durante toda su vida, incluso traería problemas articulares o en la columna vertebral durante la adultez.

Es así que hasta comenzar a desplazarse, basta con calcetines o patucos, nada de zapatos. Cuando se llega a la fase de gateo, poner un zapato flexible de tejidos nobles, que además de resguardar del frío, le proteja de los golpes. Debe tener protección tanto en la puntera como en el talón y suela blanda de 2-3mm. Es conveniente vigilar los pies por si aparecen roces.

Entre los 12 meses y los tres años, optar por calzado con suelas flexibles que le permitan sentir cualquier terreno. Es bueno si tiene velcro, así se favorece su desarrollo psicomotriz, ya que el propio niño puede atarse y desatarse.

Entre los 4 y los 7, debe llevar un zapato adecuado para evitar lesiones e impedir que sufra ninguna patología.

De los 7 a los 14 años, no hay que dejar que la moda sea la que rija los zapatos, sino vigilar siempre la calidad, ya que son los años cuando se establecen la marcha adulta.

A la hora de salir a comprar zapatos hay que tener en cuenta que:

-En los primeros meses, ponerle calcetines o patucos para proteger del frío.

-Nunca calzar al niño antes de que empiece a andar.

-No usar calzado abotinado, porque no permite la movilidad del tobillo.

-La suela debe ser suficientemente flexible para permitir la movilidad de las articulaciones.

-La punta del zapato debe ser ancha y larga, para que puedan mover los dedos libremente.

-El calzado debe ser de materiales transpirables y pieles flexibles.

-Debe tener mayor longitud que el pie: de 1 a 1,5 cm más grande que el dedo más largo.

-Los zapatos deben cambiarse con frecuencia por otros más apropiados para el tamaño del pie.

-No debe molestar al uso, aunque sea nuevo.

-Si la suela se desgasta anormalmente en poco tiempo, se debe acudir al podólogo para un estudio biomecánico y poder descartar posibles trastornos en la marcha.

-Andar descalzo por terreno irregular favorece el desarrollo del niño.

-No usar zapatos con soportes plantares estándar. Si son necesarias plantillas, deben realizarse a medida.

lunes, 3 de septiembre de 2012

La leche materna propicia el desarrollo de la flora intestinal del bebé

Un nuevo beneficio más de la lactancia materna, es que ahora se descubrió que es capaz de ayudar a que la flora intestinal del bebé se desarrolle de mejor forma, con lo cual el niño es capaz de defenderse mucho mejor de las enfermedades.

Es que en efecto, la existencia de determinadas bacterias en el tracto digestivo ayuda a eliminar a otras que son patógenas. Y si la lactancia ayuda a que los bebés tengan más desarrollada la flora intestinal, el beneficio es que el niño será más sano. Es por eso que la incidencia de gripe, enfermedades respiratorias y diarrea infantil, es inferior entre los alimentados con leche materna.

De esta manera, se descubrió otro mecanismo más por el que la leche materna protege de enfermedades, y suma una ventaja adicional más que la leche de fórmula no tiene.

En laboratorio, se cultivaron bacterias en leche de vaca, leche de fórmula y leche materna. En la leche materna, las bacterias se adhirieron entre sí para formar biopelículas, unas capas delgadas y adherentes de bacterias que sirven de escudo contra los patógenos y las infecciones.

En el caso de la fórmula y la leche de vaca las bacterias crecieron, pero como organismos individuales que no se unen para formar una barrera protectora.

martes, 14 de agosto de 2012

¿Qué alteraciones físicas pueden afectar a los bebés que toman biberón?

Son conocidos los riesgos de tomar leche artificial, aunque menos se habla de lo que supone tomarla en biberón o mamadera, ya que la boca del bebé está preparada para el pecho materno pero no para este artilugio cuyas muestras más antiguas datan de hasta 1500 a.C. Y aunque los de hoy en día poco tienen que ver con aquellos rudimentarios recipientes, al menos en su forma, los biberones comportan riesgos que pasamos a comentar.

A pesar de lo que nos cuenten los anuncios y de los avances en diseños, ningún biberón se asemeja a la forma, consistencia, textura, temperatura y funcionalidad del pecho materno. Al pecho, el bebé realiza más movimientos de succión, lo cual contribuye a un desarrollo facial armónico y ayuda a prevenir enfermedades como otitis y problemas de dicción.

Por el contrario, el uso de biberón en el lactante menor puede provocar una serie de alteraciones en el área máxilo-facial, oral y faríngea, relacionadas con la forma del biberón y el modo en que el bebé extrae la leche de él:

Alteración funcional de la succión-deglución-respiración. Hay estudios que comprueban las diferencias entre la manera de succionar pecho y biberón. El niño que se alimenta con biberón debe improvisar patrones funcionales de succión-deglución-respiración para dosificar el contenido extraído y deglutirlo sin atragantarse (disfunción motora oral).

Riesgo de aspiración de alimentos. Apneas prolongadas. La desorganización neuromuscular de la succión-deglución-respiración puede ser la causa de regurgitación y aspiración del alimento y de los episodios de apneas prolongadas que se producen en los niños alimentados con biberón. Se ha pensado que la leche artificial podría ser una de las causas de muerte súbita en los lactantes. La explicación podría estar la alteración que la leche artificial produce sobre el sueño: los bebés que toman preparados artificiales tienden a tener un sueño más profundo y a despertar menos veces por la noche que los bebés que toman el pecho.

Interferencia en la maduración de futuras funciones bucales. Un patrón funcional básico alterado genera una distorsión de las futuras funciones, manifestada como deglución atípica, respiración bucal, disfunción masticatoria, dificultades en la fonoarticulación del lenguaje, alteración de la postura corporal…

Congestión del sistema adenoídeo (amígdalas faríngeas o vegetaciones). El sistema adenoídeo de la retrofaringe, compuesto por múltiples ganglios y vasos linfáticos, se congestiona fácilmente cuando el niño tiene una función de succión-deglución anormal.

Riesgos de otitis y enfermedades respiratorias. La congestión del sistema adenoídeo involucra una congestión de la mucosa respiratoria y de la trompa de Eustaquio. La diferencia de temperatura en más o menos grados que la leche materna, y el azúcar agregada al contenido del biberón también pueden causar congestión de las mucosas. Las mucosas respiratorias y la trompa de Eustaquio congestionadas se hacen insuficientes y por lo tanto vulnerables a la infección, siendo ésta una de las causas de frecuentes enfermedades respiratorias, alergias y otitis media en los lactantes alimentados con biberón.

Hábito de respiración bucal. Episodios de congestión de la mucosa respiratoria y del sistema adenoídeo obligan al niño a buscar la alternativa de la respiración bucal para ingresar el aire necesario a sus pulmones. Si estos episodios son frecuentes o prolongados, el niño adquiere el hábito de respiración bucal, con todas las consecuencias que ello acarrea: falta de ventilación adecuada, infecciones respiratorias recurrentes, hipoacusia, alteración desarrollo torácico y de la postura corporal, alteraciones del desarrollo máxilo-facial, facciones típicas alargadas y con la boca abierta…

Alteración de la postura cérvico-craneal y del eje vertical del cuerpo. La disfunción linguo-mandibular producida por una función alterada de la succión-deglución-respiración, produce una mala posición compensatoria de la cabeza y el cuello con respecto a la cintura escapular y el eje vertical del cuerpo.

Alteraciones del desarrollo máxilo-dentario. El buen desarrollo de los maxilares y de la oclusión o mordida dependen en gran medida del equilibrio de las fuerzas de presión-tracción que ejercen los músculos sobre las estructuras óseas con las que se relacionan. Cuando el niño usa biberón no hace fuerza de vacío succional, de gran importancia para el equilibrio de las presiones-tracciones musculares internas (lengua y velo del paladar) y externas (labios y mejillas).

Mayor riesgo de caries. El azúcar o los alimentos azucarados agregados a la leche artificial son la causa del gran número de caries que presentan los niños alimentados artificialmente. Utilizar tetinas, chupetes o biberones endulzados supone un factor de riesgo de caries dental en la infancia.

Creación de hábitos disfuncionales de succión. La prolongación de la succión, ya sea de chupete o biberón, más allá del tiempo para el cual está programada como función básica, crea en el niño una dependencia, transformándose en hábitos disfuncionales que alteran en menor o mayor grado el desarrollo morfofuncional de los complejos orofaríngeo y dento-máxilo-facial. Por ello la Asociación Española de Pediatría recomienda usar el chupete hasta el primer año de vida del niño, pero no después.

Como vemos, son riesgos variados relacionados fundamentalmente con la morfología de nuestra boca, preparada para el pecho pero no para el biberón o mamadera, incluso la morfología de nuestra cabeza y espalda se pueden ver forzadas.

En cuanto al contenido del biberón, algunos riesgos no están relacionados, pero otros como el riesgo de caries o de infecciones sí dependen directamente de la leche artificial (es decir, con un biberón de leche materna no aumentaría el riesgo).

Además, a estos puntos hemos de añadir que aunque un biberón bien diseñado no debería tener este problema, sí se han dado casos de riesgo de asfixia.

Por otro lado, a largo plazo, si el bebé sigue tomando biberón después del año se fomenta la obesidad, y el hecho de que la leche artificial carezca de los componentes de la leche materna que protegen el bebé de manera natural, lo exponen a más enfermedades. Está comprobado que los niños alimentados con leche artificial enferman con mayor frecuencia de diarreas, enfermedades respiratorias, otitis y alergias.

No obstante, siempre al preparar un biberón sea cual sea su contenido existen ciertos riesgos para los bebés y por ello os recordamos las recomendaciones para preparar correctamente el biberón.

Visto todo esto, parece claro que, si el bebé no es amamantado, el uso del biberón debería reducirse en el tiempo para evitar estos riesgos de alteraciones físicas. Por ello los pediatras recomiendan que se pase al vaso, para no adquirir “vicios” que hagan que la estructura bucal se deforme y dé lugar con mayor facilidad a los problemas vistos.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Prevención de la parálisis braquial obstétrica tras el parto

Una de las complicaciones del parto es la parálisis braquial obstétrica, que se llama popularmente “bebé con brazo de trapo” y que implica un daño del plexo braquial en el bebé durante el parto, ocurre en dos de cada mil nacimientos y se considera una mala praxis.

Ocurre cuando se dañan los nervios que van de la médula al brazo, cuando el bebé ha logrado sacar su cabeza del canal pélvico de su madre, pero ha quedado frenado en su cuerpo. Es aquí que la pericia de los médicos que atienden el parto debe ponerse a prueba, ya que si simplemente “tiran” del bebé, es cuando producen la lesión.

Una vez producida la lesión, hay que diagnosticarla a tiempo – algo que no siempre ocurre, puesto que muchas veces se pasa por alto, o se diagnostica como fractura – Es que comenzar con la fisioterapia de manera urgente es lo más recomendable. También, visitar especialistas puesto que la cirugía es la solución en muchos casos.

Cabe señalar que cuanto más tiempo pasa, disminuyen las posibilidades de que se recupere al niño de la lesión. La buena noticia es que con buenos fisioterapeutas y con cirugía en aquellos casos en los que se requiera, la recuperación puede ser total.

Las mamás y papás pueden prestar atención al bebé para tratar de detectar que su brazo sea sano. Si hubo PBO, el bebé tendrá el brazo sin movimiento, más frío que su cuerpo pues adquiere temperatura ambiente, también puede desaparecer la capacidad sensitiva de la mano ya que al afectar todos los nervios, el niño tampoco siente correctamente, es como si su brazo no le perteneciera.

Cuando la lesión se encuentra en etapas avanzadas, las deformidades llegan a ser muy marcadas, con acortamiento del brazo y posturas típicas de la patología, incluyendo la atrofia muscular.

Suele ser más habitual en bebés de mayor peso, y claro, cuando hubo diabetes gestacional, que suele producir bebés de gran peso – macrosomía fetal. También, cuando por diversos motivos el parto es prolongado y se complica.

En cualquier caso, los padres tienen un amplio abanico de posibilidades de consultar con los más diversos profesionales, ya que se destaca que siempre se puede hacer algo y mejorar la movilidad y la calidad de vida del niño.

jueves, 26 de julio de 2012

¿Puede el dedito hacer que nuestro bebé coma menos?

Hacia los tres o cuatro meses los bebés empiezan a chuparse las manos o los dedos, básicamente porque empiezan a saber llevarse la mano a la boca (no, no son los dientes) y porque, como bien sabréis, con la succión se calman bastante.

Esta afición puede llegar a ser bastante constante en algunos bebés, sobretodo si nunca han utilizado el chupete, y en ocasiones pueden llegar a sustituir alguna toma de leche por el simple hecho de que con el dedo ya consiguen calmarse, postergando el hambre para después. La duda a resolver entonces es: ¿Puede el dedito hacer que nuestro bebé coma menos? Esta pregunta, lógicamente, también sirve cambiando “dedo” por “chupete”.

La respuesta, como ya he dicho arriba, es que sí. La leche materna (y la artificial también) se da a demanda y, como hemos explicado en otras ocasiones, el llanto es un signo tardío de hambre. Esto quiere decir que cuando un bebé pequeñín está despierto y empieza a abrir y cerrar la boca, a veces incluso tratándose de llevar las manos a la boca, tiene hambre.

Si en ese momento le ponemos el chupete y lo empieza a succionar hasta dormirse se queda sin hacer la toma que estaba esperando. Si esto pasa una vez al día, no es mayor problema, porque compensará lo que no ha comido en tomas sucesivas. Sin embargo, si esto va pasando cada vez que quiere comer, o varias veces, sí puede ser que haya problemas de peso porque no esté comiendo suficiente.

Ahora bien, estamos hablando de niños de 3 ó 4 meses que, en teoría, ya comen lo que quieren y necesitan y que han cogido afición por el dedo. Puede pasar que en alguna toma, igual que con el chupete de los pequeños, se calmen o duerman antes de haber comido. Quizás a lo largo del día acaben compensando eso que no han comido como hacen aquellos niños que maman menos porque sus madres, simplemente, van alargando el tiempo entre las tomas, o quizás sí, de tanto “comerse” el dedito acaben comiendo algo menos.

Esto no tiene que ser preocupante, sobretodo porque la mayoría de niños se meten el dedito en la boca y porque seguro que lo han hecho siempre (nuestros padres, abuelos, bisabuelos y así hasta vete tú a saber qué homo sapiens). Si el niño crece y engorda a un ritmo normal estará comiendo lo suficiente.

Si en cambio no está ganando el peso necesario y realmente vemos una asociación entre el dedo y la falta de comida: “desde que se duerme con el dedito está comiendo mucho menos”, sí podría ser interesante tratar de hacerle comer más, ofreciéndole el pecho más a menudo (y ver qué pasa, quizás está perdiendo peso por otra causa). Lo cierto es que hablando de bebés con capacidad de pedir sin problemas cuando tienen hambre, es extraño que se produzcan problemas derivados del chupete o del dedito en la boca.

viernes, 13 de julio de 2012

Cómo saber si el bebé toma suficiente leche materna: el peso

Vamos a daros unos consejos para saber si el bebé toma suficiente leche materna fijándonos en su peso, como hicimos en un tema anterior sobre las micciones, las heces y el estado general.

Hay bebés que van a necesitar suplementos

Sin embargo, antes de pasar a ello, quisiera remarcar que, aunque, sin duda alguna, la leche materna es lo mejor que pueden tomar los bebés, si el médico lo indicara podría ser necesario suplementar la lactancia materna directa con leche extraída y, en algunos casos, con leche artificial.

Precisamente por esa razón es importante saber si el bebé toma suficiente leche materna con seguridad.

Quiero remarcar esto en la exposición. La leche materna es lo mejor pero, cuando el bebé, realmente no está recibiendo suficiente leche es conveniente tener en cuenta que en algunos casos será necesario usar leche artificial.

Por mucho que deseemos una lactancia materna exclusiva lo primero es que el bebé esté bien nutrido. Esa es la prioridad máxima. Si hay un problema con la lactancia este podrá, casi seguro, ser superado, pero mientras lo primero es que el bebé siga recibiendo suficiente alimento.

Antes de usar un suplemento por considerar que el bebé no toma suficiente leche materna hay que estudiar bien el caso particular y buscar un correcto asesoramiento, sea de un pediatra verdaderamente conocedor de la lactancia materna, sea de una Consultora de Lactancia Certificada (IBCLC).

No es que vayamos a dar un biberón ante cualquier duda, pero si hay que saber que la leche artificial puede ser imprescindible en casos en los que haya realmente una nutrición inadecuada, al menos temporalmente mientras se adoptan medidas para mejorar la lactancia materna.

Lo importante es dar con un buen profesional, que no mande biberones “alegremente”, pero que si sepa cuando son necesarios a la vez de ayudar a la madre para solucionar el problema. Con los recién nacidos es importantísimo, vital, mantener una nutrición e hidratación correctas cuando se detecta que no está recibiendo suficiente leche.

Cómo saber si el bebé toma suficiente leche materna: el peso

No hay que alarmarse si el bebé pierde peso los primeros días de vida, es absolutamente normal. Los bebés suelen perder entre un 4 y un 6% de su peso y hasta un 10%. Es algo fisiológico y lo empiezan a recuperar a partir del tercer día, siendo lo normal que a la semana lo recuperen.

Cuando la pérdida de peso es mayor del 10% pueden tardar hasta tres semanas en recuperarlo y en este caso hay que estar muy atentos a su evolución.

Si la pérdida de peso supera el 5% puede estar indicada una suplementación con leche extraída dada con cucharilla y, desde luego, habrá que revisar la lactancia para detectar mala postura y ofrecerla a libre demanda, aumentando la frecuencia de las tomas y retirando los chupetes si se estaban usando.

Todos los bebés deberían ser vistos por el pediatra dos o tres días después de salir del hospital, y especialmente los que no hayan recuperado su peso al nacer para que pueda ser detectada una posible deshidratación o falta de nutrición adecuada. Si el bebé está muy adormilado y no pide comer también es especialmente importante el control del pediatra.

Si el bebé no aumenta de peso puede suceder que la lactancia se haya instaurado mal desde el comienzo, por culpa de no haber empezado en la primera hora, haberlo separado de la madre, permitir la lactacia solamente cada tres horas o usar chupetes o biberones. Por eso es fundamental un inicio correcto de la lactancia y que la madre reciba ayuda y asesoramiento.

Cuando los bebés han recuperado su peso al nacer hay que seguir su evolución pero debemos entender que las gráficas de peso que a veces se usan están hechas pensando en niños con lactancia artificial y que no es necesario que aumenten 200 gramos por semana. La OMS publica tablas indicadoras de aumento de peso esperable, pero como decíamos, hay que interpretarlas correctamente.

A partir de los dos meses el aumento de peso semanal va a disminuir en los bebés amamantados y debemos entender que las tablas de percentiles no indican salud, sino un crecimiento en la normalidad. Un bebé que esté en el percentil 5 puede estar perfectamente sano, tanto como uno que esté en el 95.

Si el peso o la talla del niño son muy bajos, por debajo de lo que la estadística indica como normal puede suceder, sencillamente, que sea un niño delgado o bajo, pero sano. Sin embargo, puede considerarse necesario descartar problemas.

En el próximo tema veremos más detalladamente otros aspectos interesantes que tener en cuenta para detectar si el bebé no recibe suficiente leche materna: las causas médicas de la hipolactia (escasa producción de leche materna) y los métodos que son inútiles para controlar el aumento de peso del bebé.

miércoles, 20 de junio de 2012

La importancia de que el bebé duerma en un ambiente fresco

El verano llega oficialmente esta semana. Si en la casa hay un pequeñito de pocos meses, es importante prestar atención a la temperatura de la habitación en la que duerme, ya que para que descanse debidamente y su salud sea óptima, es importante cuidar este detalle.

Por ello, es que por las noches el bebé debe dormir a una temperatura que ronde los 20 grados. Para ello, habrá que quitar todo lo que lo pueda molestar como sábanas y ropa de cama innecesaria, también hay que retirar ositos, juguetes y todo lo que moleste. De paso, es bueno recordar que este tipo de objetos es mejor no ponerlos en la cuna del bebé, ya que el niño podría asfixiarse.

Si hace calor en la habitación y no es posible ventilarla más, entonces lo que hay que hacer es dejar al niño en pañales y sin nada más. Es mejor abrir las ventanas para que ingrese aire fresco, de dejarlo bajo el aire frío de un ventilador, que no debe darle directamente. Un truco que resulta muy bueno es colocar una toalla o paño mojado en la ventana, para bajar la temperatura del aire.

Es buena idea además refrescar al bebé con un baño antes de acostarlo, para que se relaje y duerma fresco.

No olvides hidratar bien a tu hijo en verano para que no sufra los efectos de la deshidratación.

martes, 12 de junio de 2012

"Los bebés amamantados podrían tener un mejor desarrollo cognitivo"

Hemos hablado en varias ocasiones de estudios que señalan que los niños que son amamantados tienen un mejor desarrollo cognitivo y que, por el contrario, la leche artificial se relaciona con resultados inferiores en este aspecto. Ahora la revista Pediatrics ha publicado un nuevo estudio que reafirma estas afirmaciones comparando el desarrollo cognitivo según el tipo de alimentación de bebés hasta el año de vida.

Los investigadores hicieron el seguimiento de bebés alimentados con leche materna, leche artificial procedente de vacas y preparados de soja con el objetivo de discernir si había problemas de desarrollo relacionados con el tipo de alimentación no natural y si, en cambio, alguno de los métodos tenía un reflejo en las capacidades y desarrollo cognitivo de los niños.

La muestra era de 391 bebés y se les realizaron diversos test que miden el desarrollo cognitivo, la capacidad lingüistica. Se tuvieron en cuenta factores como la edad de la madre y su cociente intelectual, el perímetro craneal, la edad gestacional, el peso al nacer y el nivel socioeconómico de las familias.

Los datos se tomaron cuando los bebés tenían 3, 6, 9 y 12 meses para poder evaluar el impacto de la forma de alimentación en cada etapa.

Los resultados fueron claros. Los bebés que recibían alimentación artificial, fuera proveniente de leche de vaca o de preparados de soja tenían resultados parecidos. Sin embargo, los bebés que eran amamantados tenían resultados algo mejores en las áreas analizadas: desarrollo psicomotriz, desarrollo congnitivo y lenguaje. Además, tenian muchas menos posibilidades de puntuar en la parte inferior de las tablas.

La conclusión del estudio es que el tipo alimentación artificial con preparados de soja no perjudica el desarrollo cognitivo de los bebés en comparación con la leche artificial proveniente de leche de vaca. Sin embargo la lactancia materna si se relaciona con unos resultados en los test cognitivos levemente superior.

lunes, 4 de junio de 2012

Cómo entender los mensajes del bebé

Bebé y mamá se comunican en un lenguaje secreto. Pero hay misterios que una madre no entiende. Su bebé los comparte con los demás bebés y, a simple vista, parecen incomprensibles: ¿por qué huele así, por qué pega la cabeza a los barrotes mientras duerme, por qué se chupa los pies...? Algunos encuentran su respuesta en la biología, pero no todos se pueden explicar.

Más allá de conocer el origen biológico de algunos de los comportamientos del bebé, no hay fórmulas mágicas para entender a los bebés, ni manuales, ni códigos. Hay un poquito de intuición, si dejamos nuestra razón aparte, y mucha, mucha observación.

Los últimos estudios en neurociencia demuestran que los padres están química y emocionalmente preparados para atender a las señales de su bebé, y los bebés están química y emocionalmente dirigidos a sus padres. Leemos las señales de nuestro hijo en un recóndito lugar fuera del mundo consciente, según estas investigaciones. Pero esta predisposición biológica no sirve de nada si no la actualizamos mediante la observación diaria de nuestro hijo.

Todas las respuestas están en el bebé: cómo duerme, cómo llora, cómo come... Nos está hablando. La clave está en observar y confiar, con paciencia. Nuestro bebé evoluciona continuamente y nosotros, como padres, también.

¿Por qué le gusta tanto al bebé estar desnudo?

Ellos se relacionan con el mundo con todo el cuerpo, reciben información del exterior a través de miles de receptores repartidos por toda su anatomía, así que cuando los vestimos es como si les pusiéramos un gran guante: por una parte los protegemos del exterior y por otra limitamos su sensibilidad y zona de contacto con el mundo.

¿Por qué se hace pipí en cuanto le quitas el pañal?

Cuando les quitamos el pañal los pequeños se sienten más cómodos, les hacemos caricias, se relajan... Y se hacen pipí. Pero ahí no queda todo. Algunas corrientes creen que lo único de lo que se sienten dueños los niños es justo de su pis y de su caca. Hacerse pipí al quitarle el pañal puede interpretarse como que... ¡nos regalan lo único que tienen! Por eso, nada de mostrar enfado: agradecer el regalo y a otra cosa.

¿Por qué se lo lleva todo a la boca?

Los bebés conocen las cosas a través de la boca. Es un escáner que proporciona mucha más información que las manos o la vista. Se llevan las cosas a la boca para "interiorizar" lo que ven, experimentarlo dentro de su cuerpo y terminar de construir la imagen que han visto fuera. Es un proceso muy complejo que hay que respetar en la medida de lo posible, siempre que no suponga un peligro para el niño.

¿Por qué le tranquiliza más la voz de un hombre?

Aparte de la voz de la madre, los sonidos que escucha el feto en el útero son de baja frecuencia, como la voz masculina. Los sonidos graves le ayudan a relajarse y a regular su ritmo cardiaco.

¿Y por qué le atraen más los sonidos agudos?

La frecuencia aguda estimula al cerebro a captar mayor información, a aprender. La voz de la madre, primera voz que escucha el feto en el útero, es aguda. También lo es la música en general.

¿Por qué se chupa los pies continuamente?

Cuando se chupa los pies, el bebé entiende dos cosas: primero, la forma, el sabor, el tacto..., segundo, ¡que son suyos! Acaba de llegar al extremo final de su cuerpo, está terminando de construir su esquema corporal y empezando a entenderse como un algo completo y separado del resto del mundo.

¿Por qué aparece por las mañanas con la cabeza pegada a los barrotes de la cuna?

Precisamente, cuanto más grande es la cuna, más normal es que los pequeños tengan este comportamiento. Han pasado nueve meses en un lugar cálido, oscuro y cada vez más apretadito, por lo que los grandes espacios sin límites físicos les generan inseguridad.

Hay bebés que simplemente necesitan sentirse arropados por todas partes y otros que necesitan sentir el tope en la cabeza para sentirse seguros, se dice que como recuerdo de los meses que pasaron en posición cefálica en el vientre materno, tocando la pelvis de su madre.

Cuando a veces están durmiendo y se sobresaltan, puede tener que ver con esta sensación de estar en el vacío, o con sentir desprotegida parte de su cuerpo (boca abajo no les pasa nunca). Coger alguna cosita con su mano también responde a esta necesidad de sentirse seguros.

¿Por qué el bebé huele siempre a pan recién hecho?

El olor del bebé es otra estrategia de la naturaleza para ayudar a crear el vínculo entre las madres y los hijos. Las hembras de los mamíferos (entre las que nos encontramos) reconocen a sus hijos por el olor. Tan profundo y dirigido al instinto es el olor que desprenden los bebés, que despierta el instinto maternal no sólo en la madre, sino en muchas personas, hombres y mujeres, invitándoles a cuidar de él.

A la inversa también se da, aunque nosotras no olamos tan bien: nada más nacer, los bebés son capaces de reconocer a su madre por el olor, y les parece el olor más maravilloso del mundo.

¿Por qué se agarra con tanta fuerza a nuestro dedo?

Se trata del reflejo de prensión que tienen todos los recién nacidos y que podemos observar también en la planta de los pies. Aunque este reflejo no tenga ahora excesiva utilidad, se piensa que proviene de un estadio muy primitivo de nuestra evolución, cuando aún utilizábamos las cuatro extremidades para desplazarnos, como los simios. Para sobrevivir y mantener el vínculo con la madre, el bebé tenía que asirse a ella por el pelo del cuerpo (entonces lo teníamos por todas partes), ya que ella necesitaba las extremidades delanteras para desplazarse.

¿Por qué sonríe mientras duerme?

Hay expertos que aseguran que las sonrisas nocturnas no son más que fruto de la relajación muscular de la boca (es una zona que trabaja mucho durante el día); otros defienden que la sonrisa es el reflejo de un dulce sueño. Las ecografías en 3D han demostrado que ya en el útero los pequeños sonríen y sueñan, o al menos entran en esa fase en la que se tienen sueños, y que se puede apreciar en el movimiento de los ojos debajo de los párpados.

¿Y a qué sonríe cuando sonríe a la nada?

Igual está pensando en las caricias de mamá, o quizás simplemente se siente calentito y satisfecho y por eso se ríe. Pero, en realidad, no lo sabemos: aún hay secretos que quedan para él.

lunes, 21 de mayo de 2012

Continuar la lactancia mientras se incorpora gluten a la dieta del niño reduce las tasas de enfermedad celíaca

Los niños cuyas madres continuaron dándoles el pecho cuando incorporaron gluten a su dieta, tienen un 60 por ciento menos de probabilidades de desarrollar la enfermedad celíaca.

Recordemos que esta dolencia se caracteriza por una intolerancia alimentaria al gluten, presente principalmente en productos derivados del trigo, la avena, la cebada y el centeno (TACC). La lactancia prolongada tiene un efecto benéfico entre quienes tienen los genes para desarrollarla.

La Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, indica que prolongar la lactancia mientras se introduce gluten en la alimentación del bebé – a partir de los cuatro meses – ayuda a que las probabilidades de desarrollar la enfermedad disminuyan. La lactancia tiene ese efecto protector para el niño mediante mecanismos biológico complejos, entre los que se incluyen la creación de defensas de las infecciones y el desarrollo de la tolerancia frente a antígenos alimentarios.

Los síntomas más comunes de enfermedad celíaca en niños son diarrea crónica, distensión abdominal y pérdida de peso, aunque la dolencia puede diagnosticarse en diferentes momentos de la vida, incluso en la edad adulta. Un buen diagnóstico evitará las consecuencias de la enfermedad, como carencias nutricionales, osteoporosis, osteopenia, y el desarrollo de otras enfermedades autoinmunes.

En cualquier caso, la lactancia suma un nuevo beneficio, y si tu hijo tiene celiaquía, lo mejor es que lo trate un especialista en este tipo de enfermedades.

martes, 8 de mayo de 2012

La extracción manual de leche ayuda a los prematuros

Los bebés prematuros pueden tener problemas para succionar la leche materna directamente del pecho o no conseguir suficiente nutrición solo con la lactancia directa. Por ese motivo se suele usar leche extraída y, en algunos casos, para garantizar la adecuada alimentación, se indican complementos especiales. Sin embargo, un estudio que publicó el Journal of Perinatology ha mostrado como se puede conseguir leche materna con mayor contenido graso con la extracción manual combinada con el extractor eléctrico.

Los bebés muy pequeños pueden no tener fuerza para llegar al final de la tetada, cuando la leche es más densa y calórica. Y esta puede ser fundamental para su óptimo desarrollo.

El interés de este estudio radica en que ofrece un método para lograr aumentar el valor calórico de la leche extraída por las madres de bebés prematuros.

Con el extractor eléctrico se puede mejorar notablemente la producción, sin embargo, en este estudio han constatado que si las madres, además de las sesiones con sacaleches, hacen extracción manual, logran, además de aumentar la producción global, extraer esa leche densa y más viscosa que fluye muy lentamente.

El trabajo ha medido la composición de la leche extraída con el sacaleches eléctrico y la lograda por madres que combinaban ese método con la extracción manual, obteniéndose como resultado que las segundas podían ofrecer una leche más calórica, posiblemente por el ordeño manual del final de la tetada, más efectivo y menos molesto con las manos.

El conseguir leche materna rica en nutrientes y más calórica es fundamental para el desarrollo de los bebés prematuros.

La grasa de la leche materna es más facilmente digerible y el bebé obtendría más vitaminas liposolubles, además de ser más rica en ácidos grasos poliinsaturados, que son fundamentales para el desarrollo cerebral. Además, evitar las proteínas de la leche de vaca es un factor protector contra alergias y problemas intestinales.

Por esa razón, poder alimentar a los prematuros con leche humana gracias al método de extracción combinado debe ser muy valorado. La extracción manual de leche ayuda a los prematuros a tener una nutrición óptima y natural.

jueves, 3 de mayo de 2012

Evitar irritaciones en la piel del bebé

La piel del bebé es sumamente delicada, razón por la cual se irrita con suma facilidad, pero para evitar que tu hijo sufra por ello veremos algunos consejos para evitar irritaciones en la piel del bebé.

Es común en los niños la dermatitis del pañal, nombre que recibe la irritación producida por el roce de los pañales y que puede ser muy molesta para el peque, incluso en algunos casos severos se pueden producir infecciones por hongos o bacterias.

Entre los consejos que compartiremos para evitar la dermatitis del pañal, el primero es evitar ajustar demasiado el pañal para que la superficie de contacto y el roce no sean demasiado fuertes.

De la misma forma, es importante cambiar el pañal con frecuencia, en especial para evitar que las bacterias de las heces infecten la piel. En cada cambio hay que limpiar muy bien la zona con jabón neutro, toallitas u óleo calcáreo.

Otro paso indispensable es secar bien toda la zona, para evitar que la humedad persista y forme irritaciones.

Existen cremas para aislar la piel de la humedad y prevenir la dermatitis, no dudes en pedirle a tu pediatra que te sugiera una. Y cada vez que puedas, deja al bebé un rato sin pañal para que el aire seque su piel.

Cuando el bebé comienza a comer sólidos su orina y sus heces cambiarán de composición, puede que allí comiencen a aparecer más irritaciones y haya que extremar los cuidados.

Si la irritación es muy severa, no dudes en consultar al pediatra.

El número de bebés nacidos con síndrome de abstinencia se triplica en Estados Unidos

Bajo el término de “síndrome de abstinencia neonatal“ se engloba un grupo de problemas que ocurren en un recién nacido que ha estado expuesto a drogas adictivas (ilegales o recetadas) mientras estaba en el útero de la madre. Los bebés de madres que beben durante el embarazo pueden tener una afección similar.

El síndrome de abstinencia neonatal se presenta debido a sustancias como anfetaminas, barbitúricos, benzodiazepinas (diazepam, clonazepam), cocaína, marihuana y opiáceos/narcóticos (heroína, metadona, codeína). En Estados Unidos, el número de bebés que nacen adictos a los analgésicos se triplica en los últimos años, según demuestra un reciente estudio.

En concreto, el número de bebés nacidos con un síndrome de abstinencia a las drogas se triplicó entre 2000 y 2009, saltando a más de 13.000, según un estudio que aparece en la edición en línea de la revista “Journal of the American Medical Association”.

Al mismo tiempo, el uso de analgésicos recetados como oxicodona (OxyContin) de las madres se quintuplicó, según los investigadores. Las cifras demuestran que existe un gran problema que afecta a los recién nacidos en una tasa alarmante y creciente.

El autor del estudio, el Dr. Stephen W. Patrick, miembro de la división de medicina neonatal y perinatal de la Universidad de Michigan en Ann Arbor, señala que el síndrome fue más común entre los bebés nacidos en áreas pobres.

Para el estudio, los investigadores observaron datos nacionales de las altas hospitalarias de los años 2000, 2003, 2006 y 2009. Alrededor del 16% de las adolescentes embarazadas y 7% de las mujeres embarazadas de 18 a 25 años usan drogas ilícitas, según la información citada en el informe. Pero los analgésicos recetados también suponen una gran parte del problema.

La estadía hospitalaria de los recién nacidos expuestos a las drogas duró en promedio 16 días, y el costo aumentó en 35%. Es triste pero así es la realidad, al hablar del dinero que supone este trastorno del recién nacido es cuando las autoridades pueden ver la necesidad de prevención, incluso antes del embarazo.

Pero también hay que pensar en los bebés, en un tratamiento que no está desarrollado del todo, por lo que los recién nacidos sufren mucho, aparte de que pueden quedarles secuelas.

Los bebés que sufren de síndrome de abstinencia neonatal tienden a ser irritables, a tener un tono muscular más elevado (hipertonía), temblores, intolerancia a ser alimentados, convulsiones y dificultades para respirar. También son más propensos que otros a nacer con peso bajo.

viernes, 27 de abril de 2012

La Vitamina K para el bebé nada más nacer‏

Cuando un bebé nace son varias las cosas que se hacen por protocolo para prevenir posibles problemas como poner pomadita en los ojos para prevenir conjuntivitis por el paso de bacterias de la madre en el canal del parto (hablaremos de ello en unos días) y administrarle vitamina K mediante una inyección intramuscular.

Si has tenido un hijo seguro que viste como la enfermera le pinchaba en una piernecita mientras te explicaba que era para que no sufriera una hemorragia. Pues bien, lo que le pincharon a tu bebé fue la vitamina K y, ciertamente, se administra para evitar el síndrome de hemorragia por déficit de vitamina K. En esta entrada vamos a explicar por qué se administra y si tiene sentido hacerlo o si podemos ahorrarle al bebé el pinchazo.

Qué es el síndrome de hemorragia por déficit de vitamina K

Se trata de un síndrome raro, que se da en muy pocos casos, pero que puede ser muy grave o peor (que el niño se muera), en el que el bebé sufre una hemorragia moderada o severa por falta de vitamina K. Se trata de un síndrome que puede presentarse de tres formas distintas:

Comienzo temprano durante las primeras 24 horas desde el nacimiento.
Comienzo durante la primera semana tras el nacimiento, presentándose normalmente con sangrado oral, umbilical o rectal.
Comienzo tardío, tras la primera semana y casi exclusivamente en bebés alimentados con lactancia materna y bebés con enfermedad hepática o malabsorción. En más del 50% de estos niños se produce hemorragia intracraneal.

¿Tiene sentido administrar la vitamina K a los bebés?

La vitamina K puede darse a los bebés de manera oral, aunque hace falta repetir la administración varias veces, mientras que si se hace mediante inyección intramuscular es suficiente con una sola dosis. Hay personas que se preguntan hasta qué punto es necesario hacer daño al niño si la enfermedad se da solo en contadas ocasiones y, aunque en parte tiene cierta lógica, no debemos olvidar que la hemorragia por déficit de vitamina K puede ser muy peligrosa para un recién nacido.

La duda sobre la administración de la misma aumentó cuando entre los años 1990 y 1992 aparecieron dos estudios (aunque ambos fueron dirigidos por la misma persona) en los que se sugirió que la vitamina K administrada de manera intramuscular podría estar asociada a un mayor riesgo de desarrollo de cáncer infantil (pero no si se administraba vía oral).

Tres estudios posteriores realizados por diferentes investigadores entre 1998 y el 2003, en cambio, concluyeron que no se apreciaba relación entre la administración de la vitamina y la frecuencia de cáncer por lo que, a falta de más estudios que hablen sobre ello, no existe relación directa entre el cáncer infantil y la vitamina K intramuscular.

Evidencia científica acerca de la vitamina K

Una revisión sistemática de estudios sobre la vitamina K y el síndrome de hemorragia por déficit de vitamina K (recordemos que las revisiones son muy fiables, porque sólo utilizan estudios serios y bien realizados) concluyó que cuando los niños recibían vitamina K intramuscular el riesgo de hemorragia era significativamente menor.

A la luz de los datos y tras haberse descartado el cáncer infantil por administrar la vitamina K IM lo lógico, y lo que sugiere el Ministerio de Sanidad y Política Social en su Guía de Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal es lo siguiente:

La profilaxis con vitamina K de los recién nacidos debería ser ofrecida para prevenir el raro, aunque grave y a veces fatal síndrome de hemorragia por déficit de vitamina K.

Según esto los profesionales deberían ofrecerla y, hoy por hoy, creo que no se suele preguntar a los padres, sino que se administra directamente. Personalmente, en algo así, no me molesta que no pregunten, aunque como siempre lo ideal es que se explique qué se le administra al bebé y por qué.

¿Es mejor intramuscular o puede dársele al bebé vía oral?

En una próxima entrada hablaré de cuál es la vía de administración más recomendable, respondiendo a una pregunta que nos hicimos Miriam y yo antes de tener a Guim, pues dudábamos entre dejar que le pincharan una sola dosis intramuscular o darle nosotros la vitamina K por vía oral y evitarle el pinchazo.

lunes, 23 de abril de 2012

No transmitir las caries al bebé

El problema de las caries no depende exclusivamente de una buena higiene bucodental, o al menos no solo de la higiene de bebés y niños. Las caries pueden contagiarse, y por ello los mayores hemos de llevar cuidado en no transmitir las caries al bebé o a los niños.

Por ello es muy importante prevenir las caries, no solo a partir del momento en que salgan los primeros dientes, sino incluso mucho antes: la prevención de la caries empieza cuando la mujer embarazada y su pareja cuidan su dentadura, tratan sus caries, siguen una dieta sana y tienen una higiene dental correcta.

La caries es una enfermedad infecciosa de los dientes que se puede transmitir. En la boca se puede producir, por falta de higiene y exceso de azúcares en la dieta, una proliferación de las bacterias que producen la caries, y si estas bacterias se transmiten al recién nacido, ya están ·colonizando la boca” y se le pueden producir caries, incluso en los primeros dientes.

Por ello la Asociación española de Pediatría recomienda a padres y cuidadores estas medidas de higiene básicas con el fin de evitar trasmitir las bacterias productoras de caries a los bebés:

- Tener una buena higiene dental.
- No compartir utensilios con el niño como vasos, cucharas o cepillos de dientes.
- No limpiar el chupete en la propia boca para pasárselo al niño.
- Usar chicles de xilitol que disminuyen el número de bacterias en la boca de los adultos.

Además, para disminuir los azúcares en contacto con los dientes es recomendable no dejar nunca dormir al niño con un biberón de leche o de cualquier otro líquido azucarado para evitar la caries del biberón, y mejor darle la comida en brazos. Por supuesto, tampoco mojar nunca el chupete en azúcar, miel, líquidos dulces…

Como vemos, los consejos para el cuidado de los dientes de leche empiezan antes de que haya salido ese primer diente y dependen de la higiene y los hábitos de los padres. De este modo no transmitir las caries al bebé es mas sencillo, y potenciamos los buenos hábitos de higiene bucal que en el futuro ellos aprenderán de nosotros.

Mitos sobre el recién nacido

La cultura popular transmite ciertos mitos, que de ciertos no tienen nada precisamente. Se trata de creencias sin asidero que llegan a oídos de la mamá primeriza de boca de su madre, de abuelas, tías, amigas y otras mujeres de la comunidad.

Por eso, vamos a desentrañar esos mitos y supuestos, para que al llegar el recién nacido, sea la verdad la que te guíe.

No es importante esterilizar el chupete cada vez que se cae, los bebés tienen un sistema inmune más frágil, pero capaz de combatir algunas bacterias que ingresan al organismo. Y de todas formas, es en las manos donde más bacterias tienen, las cuales no esterilizamos nunca. Sólo en prematuros hay que tomar medidas extremas de higiene.

Es cierto que después de comer, los bebés necesitan eructar para expulsar el aire que tragaron al alimentarse, especialmente si toman biberón. Pero no hace falta pasarse una hora dando golpecitos. Con colocarlo en forma vertical y frotar su espalda por dos minutos es suficiente. Si no eructa, es porque no lo necesita.

Es cierto que la rutina de sueño ayuda al bebé, pero no tiene que ser un horario estricto el de cumplimiento de esa rutina. No todos los bebés duermen lo mismo, de la misma manera y a la misma hora.

Si el niño come bien, coge peso, duerme bien y no le ocurre nada, no es necesario llevarlo al pediatra. No obstante, cada Comunidad Autónoma tiene su plan de vacunación y las primeras visitas de control se realizan coincidiendo con las vacunas, más seguidas en los primeros dos meses y luego más espaciadas.

Por último, circula el mito de que la fiebre es signo de que el niño está creciendo. No es verdad: la alta temperatura significa infección, así que presta atención y consulta al médico si la fiebre no cesa. No es algo para pasar por alto.