Señales de que el diente va a salir
Uno o dos meses antes de brotar la primera paletita, algunos bebés empiezan a llevarse a la boca todo lo que cae en sus manos (el sonajero, el peluche) y a mordisquearlo con ansiedad.
En algunos niños se inflaman las encías y si el padre o la madre las tocan, pueden palpar el diente que está por debajo, mientras que en otros bebés no se nota absolutamente nada, ni tienen un deseo urgente de morderlo todo, ni tienen las encías inflamadas, y un buen día amanecen con un diente.
Calendario de la dentición
Dientes temporales | Erupción (meses) | Caída (años) |
Incisivos centrales | 6-8 | 7-8 |
Incisivos laterales | 8-11 | 8-9 |
Caninos | 16-20 | 11-12 |
Premolares | 10-16 | 10-11 |
2ª molares | 20-30 | 10-12 |
¿Tiene que doler?
La erupción de los dientes no tiene por qué alterar la vida de los niños. Puede producir ciertos cambios (irritabilidad o aumento de babeo), pero de ningún modo causa dolor intenso, diarrea o fiebre. Por lo tanto, si el bebé tiene alguno de esos síntomas, no conviene achacarlo a la dentición y hay que visitar al pediatra.
A medida que la inflamación de la encía aumenta y el borde cortante del diente se acerca a la superficie, el dolor puede ser más constante.
Remedios para aliviar el dolor de la dentición
Si el pequeño está intranquilo, le vendrá bien tener cerca alguna cosa en la que pueda frotar su encía: el dedo de papá o mamá (antes habrá que lavarse las manos con agua y jabón), un poco de agua o de leche fresca, un alimento duro y fresco (como una manzana), o el mordedor frío.
El frío reducirá la inflamación de la encía y aliviará las molestias. Si esas medidas son insuficientes, se puede frotar la encía con unas gotas del mismo analgésico que se usa para bajarle la fiebre. Los dientes al salir pueden producir un hematoma, que se debe a un sangrado debajo de la encía. No hay que preocuparse, se quitará solo en poco tiempo, y si se ponen unas compresas frías, desaparecerá antes.
La mayoría de los niños se acostumbran pronto a las sensaciones desagradables que causa la dentición y la soportan bastante bien.
¿Cómo limpiar los dientes del bebé?
Hacia el primer año el bebé puede tener un máximo de seis u ocho dientes, por lo general, los incisivos centrales y laterales. Es recomendable frotarlos con una gasa húmeda después de las comidas y además ofrecer al niño un poco de agua, que arrastrará los restos que hayan podido quedar en las encías.
A partir del primer año ya se puede usar un cepillo de cerdas suaves especial para bebés, mojado bajo el grifo; es demasiado pronto para ponerle dentífrico.
Para mantener los primeros dientes en buen estado hasta su caída, tan importante como la higiene es evitar que el niño se duerma con el biberón en la boca, porque los restos de leche (también los biberones de infusiones) facilitan la aparición de caries tempranas.
A los bebés les encanta chuparse el dedo, algunos incluso se meten el puño en la boca. Esto no perjudica a los dientes, y al contrario de lo que piensan algunos padres, tampoco es un signo de trastorno emocional. Para ellos la boca es un órgano importante. La usan no sólo para comer, sino también para explorar el mundo y por placer.
Molestias más frecuentes de la dentición
No todos los bebés las tienen: mientras que algunos acusan la salida de los dientes, otros parecen no enterarse.
Aumento del babeo debido a que la dentición estimula la producción de saliva.
Las babas humedecen, irritan y enrojecen las mejillas y el entorno de la boca.
Tos ligera cuando se atraganta con la saliva.
Tendencia a morder todo lo que encuentra: su propia mano, el sonajero...
Dolor en la encía, incluso en la mejilla y, en el peor de los casos, en las orejas. Ocurre sobre todo con el primer diente. Por su mayor tamaño, los premolares y los molares también suelen dar más molestias.
Rechazo de la comida: pide pecho o biberón, pero pronto lo suelta porque la succión aumenta el dolor.