En la actualidad, son cada vez más las voces que se levantan a favor del colecho. Contrariamente a lo que la comunidad pediátrica ha pregonado por años, un creciente número de profesionales de las áreas más diversas, señala que para el bebé compartir la cama con sus padres es beneficioso en muchos sentidos.
No obstante, muchos padres pueden sentirse atemorizados por compartir la cama con sus hijos, y lo cierto es que hay algunas cuestiones que se pueden observar para que nadie corra ningún riesgo, y practicar un colecho seguro.
- La superficie en la que duerma el bebé debe ser firme, sin almohadas, cojines o muñecos que puedan asfixiarle.
- La posición idónea para el bebé es sobre su espalda con la cabeza girada hacia un lado, ya que es la más segura ante el Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante.
- El bebé no debe dormir sobre una almohada, manta, cojín o superficie mullida.
- El colchón no debería ser nunca de agua, pues son poco firmes.
- Es preferible usar sábanas y mantas en lugar de colchas o edredones de plumas.
- En caso de que duerma en la cuna el colchón debe estar bien encajado dentro de la cuna. Si duerme en cuna sidecar debe quedar a la misma altura que la cama familiar y si lo hace en nuestra cama el colchón debe estar tocando la pared para evitar que queden espacios donde el bebé pueda quedar atrapado y asfixiarse.
- Los bebés no deberían dormir nunca en sillones o sofás ni en el regazo de un adulto. -Los sofás son blandos y llenos de huecos y cavidades donde podrían quedar atrapados y dormir encima de los adultos supone arriesgarse a que el bebé caiga fácilmente.
- No se debe cubrir la cabeza del bebé con nada que pueda dificultar su respiración.
- La temperatura de la habitación debe ser adecuada. Hay que evitar que esté demasiado caliente y evitar también abrigar demasiado al bebé.
- Si se decide dormir con el bebé en la misma cama, tanto papá como mamá deben estar de acuerdo con esta decisión y ser responsables ambos de la presencia del bebé y de su seguridad.
- Las primeras semanas de vida del bebé es preferible que el éste duerma entre la pared, la cuna sidecar o una barrera segura y la madre, en lugar de entre el padre y la madre. Los padres carecen de ese “sexto sentido” que tienen las madres, con el correr del tiempo se acostumbrarán y será seguro que el bebé duerma allí.
- Fumar durante el embarazo y fumar después del embarazo (y aquí se incluye también a los padres) incrementa el riesgo de muerte súbita. Los dos deberían dejar de fumar. En caso que no sea posible la persona fumadora debería evitar compartir la cama con el bebé al menos durante las primeras 14 semanas de vida del bebé, pues aumenta el riesgo de muerte súbita.
- Los bebés menores de un año no deberían compartir la cama con hermanos más pequeños, pues no son suficientemente conscientes de su presencia cuando duermen. Si en la misma cama hay algún adulto, podemos dormir en medio de los dos.
- En caso de que los padres hayan bebido alcohol, tomen drogas, pastillas para dormir o estén extremadamente cansados sus capacidades de reacción y el nivel de alerta pueden estar mermados. En estas situaciones dormir con los bebés está contraindicado.
- Si la madre y/o el padre llevan el pelo largo deberían recogérselo para evitar posibles estrangulamientos. Deben evitarse también camisones o vestidos con lazos largos que puedan causar el mismo efecto.
- Las personas muy obesas pueden no darse cuenta de la situación física de su bebé, por lo que es preferible que duerman en superficies separadas.
- Cuando el bebé haya crecido y sea capaz de girarse o moverse por la cama es conveniente poner barreras alrededor de su zona para evitar que caiga de la cama. El espacio entre la barrera y el colchón debe ser mínimo para que el bebé no pueda quedar atrapado.
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