Aquellas futuras mamás que tengan fecha de parto para el verano, deberían saber que una nueva investigación encontró relación entre las altas temperaturas y la duración del embarazo.
En efecto, desde el Centro de Investigación Epidemiológica y Ambiental de Barcelona (CREAL) aseguran que las temperaturas elevadas pueden provocar una disminución en la duración de los embarazos.
Tanto sería así que un día de altas temperaturas podría acortar hasta un día la duración de la gestación.
La exposición materna a un calor extremo puede tener un efecto inmediato sobre la duración del embarazo, y que estas temperaturas extremas se asocian con una reducción de la edad media gestacional de los niños.
Estudios previos ya habían apuntado a una mayor vulnerabilidad de las mujeres embarazadas al calor, relacionando estas condiciones extremas con la inducción de las contracciones uterinas, un aumento de la secreción de las hormonas relacionadas con el parto (oxitocina y prostaglandinas) y un aumento de los niveles de la proteína de choque térmico 70 relacionado con el parto prematuro.
Dado que una reducción hasta de una semana se ha determinado como perjudicial para el bebé, estos resultados deberán tenerse en cuenta para protocolos de atención.
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