El tiempo que permanece la mujer embarazada es determinado por su metabolismo, y no por el tamaño o resistencia del canal de parto, así lo determinó un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences. Es decir que el metabolismo basal (la energía que gasta para funcionar el cuerpo, sin contar la que requiere para realizar actividades) es el que dice cuándo nace el bebé.
Parece ser que el embarazo termina “cuando la madre ya no puede aportar más energía a la gestación y al crecimiento fetal”, es decir que la mujer se pone de parto cuando están a punto de entrar en la zona de peligro metabólico, cuando se acerca al límite de calorías que se pueden quemar al día.
Es por eso que los bebés son más indefensos al nacer que otros animales, ya que para nacer con el nivel de desarrollo de un primate, sería necesario llevar embarazos de 16 meses.
Sin embargo, sumar un solo mes más de gestación equivaldría al colapso metabólico de la madre, que ya no puede aportar más energía al bebé. Es por eso que el niño nace cuando el delicado equilibrio entre su desarrollo y la capacidad de su madre de gestarlo, tienen un punto de contacto.
Una vez más, vemos que la naturaleza es todo delicado equilibrio, y cada cosa tiene su razón de ser. Dejémosla ser.
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