Las bacterias utilizan los azúcares que quedan en los dientes como fuente de energía para formar ácidos que empiezan destruyendo el esmalte dental y siguen con la dentina. Eso termina produciendo una caries que puede llegar a provocar la pérdida de la pieza.
La leche materna es menos peligrosa para los dientes que otros alimentos, porque tiene componentes que disminuyen el crecimiento de las bacterias y la producción de ácido, pero el riesgo de formación de caries puede aumentar si se alterna con otras comidas o con bebidas azucaradas.
Cómo prevenirlas
- Limpia con una gasita los dientes y las encías del bebé (incluso aunque no le haya salido ninguna pieza) después de cada comida.
- No le ofrezcas biberones que contengan líquidos muy azucarados, ni chuches o alimentos que tengan mucho azúcar.
- Evita que se duerma con el biberón en la boca.
- Nunca untes el chupete con miel, azúcar o sirope para tranquilizarle.
- A partir del primer año ya se puede usar un cepillo de dientes con cerdas suaves especial para bebés,