La diabetes gestacional es la que suele aparecer o ser diagnosticada por primera vez, alrededor de la semana 28 de gestación. Afecta aproximadamente a un 4 por ciento de las mujeres embarazadas, y sus causas no están del todo definidas.
Hay futuras mamás que tienen mayores probabilidades de sufrir diabetes gestacional, entre ellas están:
- Presentan sobrepeso antes o durante el embarazo
- Son mayores de 35 años de edad
- Poseen antecedentes familiares de diabetes
- Han tenido diabetes gestacional durante el embarazo anterior
- Dieron a luz, anteriormente, a un bebé que haya pesado más de 3,8 hg o con alguna malformación
- Son afro-asiáticas, asiáticas, e hispanas.
Riesgos para el bebé:
Estimulado por el azúcar de la madre, el páncreas del bebé podrá empezar a producir insulina adicional, lo que provocaría un bajo nivel de glucosa en el nacimiento, y un mayor riesgo de problemas respiratorios, además, el bebé tiene mayor probabilidad de convertirse en un niño obeso y un adulto diabético.
Riesgos para la madre:
Una mujer con diabetes gestacional puede desarrollar hipertensión arterial durante el embarazo, y necesitar hacer un parto cesáreo para dar a luz a un bebé de gran tamaño.
Una de las razones por las cuales la diabetes gestacional puede producirse es porque la glucemia de la madre no está controlada, por dos razones: por alguna deficiencia en la producción de insulina o por alguna disfunción de la insulina, es decir, que la insulina producida no funcione correctamente.
Es aconsejable que las mujeres que presentan algunos de los factores de riesgo, en la primera visita prenatal al médico, se hagan la prueba para medir los niveles de glucosa en la sangre.
Por otro lado, las mujeres que no enfrentan riesgo de padecer diabetes gestacional deben someterse a pruebas entre las semanas 24 y 28 del embarazo. Si el resultado es anormal, entonces se aplica una prueba de glicemia en ayuno para medir el nivel de glucosa.
La diabetes gestacional suele curarse cuando se acaba el embarazo, pero aún así es recomendable que la madre repita las pruebas algunas semanas después del parto para comprobar si realmente la glucemia se ha normalizado.
Si la futura madre sufre diabetes gestacional deberá someterse a un tratamiento en el cual la disciplina lo es todo. Se tratará de mantener un nivel normal de glucosa en la sangre de la madre. La mujer deberá seguir un plan alimenticio adecuado, limitar el consumo de dulces y almidones refinados, y además tendrá que ejercitarse con regularidad, con caminatas o natación. En el caso de que estas medidas no den resultados se usarán tomas de insulina.
Via: zonabebes