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martes, 6 de agosto de 2013

Primeros dientes

La fecha de salida del primer diente varía de unos niños y otros. Por término medio, el primero en salir, por lo general un incisivo, aparece hacia el sexto mes. A este le irán sucediendo otros hasta completar un total de 20. El proceso termina hacia los 30 meses, con la erupción de los segundos molares.

Señales de que el diente va a salir

Uno o dos meses antes de brotar la primera paletita, algunos bebés empiezan a llevarse a la boca todo lo que cae en sus manos (el sonajero, el peluche) y a mordisquearlo con ansiedad.

En algunos niños se inflaman las encías y si el padre o la madre las tocan, pueden palpar el diente que está por debajo, mientras que en otros bebés no se nota absolutamente nada, ni tienen un deseo urgente de morderlo todo, ni tienen las encías inflamadas, y un buen día amanecen con un diente.

Calendario de la dentición

Dientes temporales Erupción (meses) Caída (años)
Incisivos centrales 6-8 7-8
Incisivos laterales 8-11 8-9
Caninos 16-20 11-12
Premolares 10-16 10-11
2ª molares 20-30 10-12

¿Tiene que doler?

La erupción de los dientes no tiene por qué alterar la vida de los niños. Puede producir ciertos cambios (irritabilidad o aumento de babeo), pero de ningún modo causa dolor intenso, diarrea o fiebre. Por lo tanto, si el bebé tiene alguno de esos síntomas, no conviene achacarlo a la dentición y hay que visitar al pediatra.

A medida que la inflamación de la encía aumenta y el borde cortante del diente se acerca a la superficie, el dolor puede ser más constante.

Remedios para aliviar el dolor de la dentición

Si el pequeño está intranquilo, le vendrá bien tener cerca alguna cosa en la que pueda frotar su encía: el dedo de papá o mamá (antes habrá que lavarse las manos con agua y jabón), un poco de agua o de leche fresca, un alimento duro y fresco (como una manzana), o el mordedor frío.

El frío reducirá la inflamación de la encía y aliviará las molestias. Si esas medidas son insuficientes, se puede frotar la encía con unas gotas del mismo analgésico que se usa para bajarle la fiebre. Los dientes al salir pueden producir un hematoma, que se debe a un sangrado debajo de la encía. No hay que preocuparse, se quitará solo en poco tiempo, y si se ponen unas compresas frías, desaparecerá antes.

La mayoría de los niños se acostumbran pronto a las sensaciones desagradables que causa la dentición y la soportan bastante bien.

¿Cómo limpiar los dientes del bebé?

Hacia el primer año el bebé puede tener un máximo de seis u ocho dientes, por lo general, los incisivos centrales y laterales. Es recomendable frotarlos con una gasa húmeda después de las comidas y además ofrecer al niño un poco de agua, que arrastrará los restos que hayan podido quedar en las encías.

A partir del primer año ya se puede usar un cepillo de cerdas suaves especial para bebés, mojado bajo el grifo; es demasiado pronto para ponerle dentífrico.

Para mantener los primeros dientes en buen estado hasta su caída, tan importante como la higiene es evitar que el niño se duerma con el biberón en la boca, porque los restos de leche (también los biberones de infusiones) facilitan la aparición de caries tempranas.

A los bebés les encanta chuparse el dedo, algunos incluso se meten el puño en la boca. Esto no perjudica a los dientes, y al contrario de lo que piensan algunos padres, tampoco es un signo de trastorno emocional. Para ellos la boca es un órgano importante. La usan no sólo para comer, sino también para explorar el mundo y por placer.

Molestias más frecuentes de la dentición

No todos los bebés las tienen: mientras que algunos acusan la salida de los dientes, otros parecen no enterarse.

Aumento del babeo debido a que la dentición estimula la producción de saliva.
Las babas humedecen, irritan y enrojecen las mejillas y el entorno de la boca.
Tos ligera cuando se atraganta con la saliva.
Tendencia a morder todo lo que encuentra: su propia mano, el sonajero...
Dolor en la encía, incluso en la mejilla y, en el peor de los casos, en las orejas. Ocurre sobre todo con el primer diente. Por su mayor tamaño, los premolares y los molares también suelen dar más molestias.
Rechazo de la comida: pide pecho o biberón, pero pronto lo suelta porque la succión aumenta el dolor.

Viajar con niños, ¿cuánto equipaje necesito realmente?

Las vacaciones con niños y bebés pueden significar el acabose de la habitabilidad familiar. En nuestras primeras vacaciones con un bebé nos lanzamos a llenar el coche de bártulos como si Benidorm fuera un paraje recóndito, sin los artículos de primera necesidad que nuestro bebé seguro va a necesitar durante el veraneo. Para evitar auténticos despropósitos, antes de viajar con niños conviene preguntarse ¿cuánto equipaje necesito realmente?

Los que somos ya veteranos en el asunto hemos ido perfeccionando nuestra logística para que las vacaciones con niños sigan siendo algo practicable y no una mudanza en toda regla. En nuestro caso particular, además de tener muchas niñas, somos muy viajeros por lo que no nos ha quedado más remedio que refinar nuestras técnicas de empaquetado y embalaje a marchas forzadas. Para muestra un botón, este es todo el equipaje que hemos traído los seis para pasar tres semanas de relax playero. Si quieren saber nuestro secreto no dejen de leer.

Los números tienen que cuadrar

Si uno va a pasar una semana en la playa no hay necesidad de llevar modelitos de baño para diez días, ni once pares de zapatos, ni siete libros para leer. En los viajes, como en las finanzas, las cuentas siempre deben cuadrar.

Si nuestro viaje es de hasta 10 días intento llevar ropa para no tener que lavar salvo imprevistos. Para estancias más largas, como en verano, llevo ropa para una semana para no tener que estar todo el día lavando.

Conjuntos enteros e indivisibles

Esto significa que por cada niña llevo siete conjuntos completos para cada día de playa o piscina. Ni más, ni menos. No llevo camisetas sueltas, ni calcetines que no peguen con nada, ni pantalones a gogó. Siete conjuntos de la cabeza a los pies. Sin más.

Además de los siete conjuntos diurnos llevo cuatro conjuntos nocturnos para los días que salimos a cenar con ellas, al cine o a la verbena, y las quiero llevar relimpias.

Esto exige la disciplina suficiente para dejar en casa ropa que podrían ponerse pero que excede el cupo de conjuntos por barba.

El Pantone en formación marcial

Para poder identificar más fácilmente a las niñas entre las muchedumbres veraniegas elijo para las cuatro conjuntos en tonos similares cada día. Así un día sólo tengo que perseguir bultos rojos y otro bultos verdes. Parece que no, pero cuando el número de niños incrementa, puede resultar muy útil.

Además tiene la ventaja de que vas llenando lavadoras de tonos uniformes y no te juntas con media lavadora de blancos, cuarto y mitad de oscuros y la parte proporcional de rojos.

Ropa de baño y otras minorías étnicas

En este epígrafe de nuestro equipaje debemos ser especialmente parcos, sobretodo si practicamos el veraneo habitual a cuarenta grados en las playas nacionales. Un niño necesita al día un máximo de dos bañadores. Para empezar porque pasará muy poco tiempo fuera del agua y, cuando esté fuera, con estos calores los bañadores se secan en un abrir y cerrar de ojos. Para ir sobrados llevamos tres bañadores por niña. No más.

A la ropa interior que tan poco se utiliza en verano le doy un uso triple como ropa de andar por casa y pijama-camisón. Las niñas duermen en braguitas y camiseta interior de tirantes. Si comemos en casa también les pongo la braguita y la camiseta para comer y dormir la siesta y así el conjunto diario me aguanta limpio para la tarde. Siete braguitas con sus siete camisteas que no abultan nada me hacen el apaño divinamente. Ni camisones ni batines de guatiné.

Calzado y otros bultos

Si hay algo que abulta en una maleta es el calzado. Llevar zapatos que combinen con cada modelito es un lujo que una madre de familia numerosa no se puede permitir. Mis niñas pasan el verano con unas menorquinas blancas que les quedan la mar de monas con pantalón, falda, vestido o lo que se tercie y unas chanclas de piscina.

Añado también una gorra y un par de gafas de sol por miembro de la familia.
Ropa de abrigo y otros por si acasos

Cierto es que a veces en verano refresca un poco por las noches. Si usted veranea por el norte a este apartado deberá dedicarle un poco más de espacio para el chubasquero, el pantalónn largo y un par de jerseys.

Pero para todos los aversos al riesgo meteorológico que nos lanzamos a los litorales mediterráneos, con una chaqueta blanca que pega con todo nos basta y nos sobra para todo el veraneo. Uno de cada dos veranos no llego a sacarlas del armario.

En el neceser sólo necesidades

Otro bulto que puede llegar a cobrar vida propia si no andamos con ojo es el neceser, esa suerte de cajón desastre que llenamos de cremas, geles, medicinas y toda suerte de cosas que seguro te venden en el súper de la playa al mismo precio.

Nosotros, por decreto ley, no transportamos nada que se pueda comprar en destino. Además, para evitar acabar el verano con medio millón de botes a medio usar convertimos la belleza en un tema familiar. A nadie le pasa nada por ducharse un par de semanas con gel infantil, darse la crema de sol 50+ del bebé o desenredarse el pelo con uno de esos sprays anti tirones.

En cuanto a las medicinas, sólo aquellas específicas si alguna de nuestras criaturas tiene alguna necesidad especial, un termómetro y un bote de ibuprofeno o paracetamol que todo lo cura. Para otras urgencias siempre habrá una farmacia de guardia.

Mi consejo es que no lleven un neceser por persona sino uno familiar, así se darán cuenta de la cantidad de artilugios que solemos llevar duplicados.
Juguetes y otros elementos decorativos

Uno de los encantos de irse de vacaciones es precisamente cambiar de aires. Aunque nuestros niños sean muy de sus rutinas y sus cosas no pretendamos convertir el apartamento costero en una réplica exacta de nuestra vivienda habitual.

En verano los niños pasan poco tiempo en casa y necesitan pocos juguetes. Además, los cubos y las palas, hacen las veces de cocinita divinamente y nos sirven para la playa y la piscina. Con comprar un set en el primer kiosco que te encuentres ya tienes el ocio veraniego cubierto.

Con los libros, los cuadernos de refuerzo y demás material seamos realistas, si el niño se ha leído dos libros en todo el curso escolar no se va a leer cinco en las vacaciones. Guardemos siempre unas proporciones razonables.

Supongo que no hará falta recordarles que los elementos de flotación se transportan deshinchados y sin cajas.

Toallas y otros personajes non gratos

Las toallas son el enemigo número uno de cualquier viajero minimalista que se precie. Si usted no veranea en casa de familiares o amigos y se ve obligado a transportarlas es una faena, no se lo voy a negar. Yo me ciño a una megatoalla familiar y una pequeña por cada dos niños.

Para terminar mucho ojo con los por si acasos que pueden dar al traste con toda nuestra logística veraniega, hay que ceñirse siempre a lo justo y necesario. Y no se olviden, antes de viajar con niños pregúntese siempre ¿cuánto equipaje necesito realmente?

martes, 30 de julio de 2013

Tips para preparar a tu hijo ante la llegada de un hermanito

Estás esperando tu segundo bebé y no sabes cómo va a reaccionar tu hijo. Aunque tú ya está preparada porque ya pasaste por una experiencia, tu hijo no lo está.

Contarle que va a tener un hermanito sin prepararte va a lograr que te llene de preguntas que, quizás, no puedas responder o no sepas. En esta nota te damos tips para que aprendas a contárselo.Tips para preparar a tu hijo ante la llegada de un hermanitoTips para preparar a tu hijo ante la llegada de un hermanito

1- Escoge el momento adecuado para comunicarles sobre tu embarazo

El momento indicado para compartirlo con tus hijos depende de su edad y nivel de madurez, por eso, debes tener en cuenta los siguientes puntos:

• Capacidad de tus hijos de asimilar la noticia. A partir de los tres o cuatro años los niños tienen la capacidad de comprender tu mensaje, aunque no necesariamente sus implicaciones.

• Cuando tu embarazo sea visible. De esta forma podrán ver los cambios en tu cuerpo y el proceso de preparación para la llegada del bebé.

• Los primeros 3 meses son cruciales para el embarazo, durante ellos se define. Los adultos alrededor le hablarán sobre el bebé, entonces es mejor que tu hijo sepa la noticia primero.

• Elige un ambiente estable. Si están pasando por alguna crisis familiar, empezando guardería o recuperándose de una enfermedad, espera a que el ambiente se normalice.

• Si la emoción no te deja esperar, cuéntale, quizá no comprenda aún las implicaciones de las noticias, pero al ver tu emoción sabrá que algo bueno está sucediendo en la familia.

2-Visita a otros bebés

Es difícil que le hables a tu pequeño sobre un bebé que no puede ver, percibir. Tienes algún amigo o familiar que ha tenido un bebé recientemente, puedes llevar a tu hijo a conocerlo.

Cuando estés ahí, explícale cómo ese recién nacido estuvo en la panza de su madre y ya nació. Cuéntale que lo mismo sucederá con tu bebé y que él será su hermano mayor.

3-Enséñale fotos de cuando era bebé

Cuando comprenda que él también fue bebés, lograrán entender más el proceso. También se va a entusiasmar, porque aprenderá que el nuevo bebé crecerá y tendrá una amigo más con quien jugar.

martes, 23 de julio de 2013

Niños: Hormona del crecimiento ¿cuándo está indicada?

La somatropina u hormona del crecimiento solo se recomienda en niños que sufren alguna enfermedad que impide que su organismo la metabolice. Siempre debe autorizarla un tribunal.

Calculadora de crecimiento según la altura de los padres.

La hormona del crecimiento o somatropina estimula el alargamiento de los huesos. El organismo la produce de forma natural, pero hay algunas enfermedades que impiden que el cuerpo la sintetice o la utilice como es debido.

En qué casos está indicada la hormona del crecimiento

Cuando el organismo no dispone de suficiente cantidad de somatropina, esta se administra desde afuera para que el niño pueda crecer. Pero el uso de esta hormona está restringido exclusivamente a pequeños que la necesitan, como los que tienen un problema de hipoactividad de las glándulas hipófisis y tiroides, alteraciones genéticas de los huesos o insuficiencia renal crónica.

La receta debe autorizarla un comité de médicos expertos, encabezado por un endocrinólogo.

En esos casos el pequeño paciente puede llegar a crecer entre dos y siete centímetros tras la administración de esta hormona durante varios años. En niños sanos que simplemente tienen talla baja, la hormona de crecimiento no se autoriza, porque su uso puede tener importantes efectos secundarios.

Si las curvas de crecimiento de tus hijos han estado siempre en un percentil muy bajo, puedes comentar tu preocupación con su pediatra, quien evaluará si es necesario descartar una falta de hormona del crecimiento.

La altura es hereditaria

Ahora bien, si los dos padres tenéis una talla baja, es probable que el doctor os diga que el patrón de crecimiento de vuestros hijos es normal. La talla es hereditaria, viene determinada por los genes; cuando los padres y los abuelos son bajos es difícil que los hijos sean altos.

Para que vuestros niños alcancen la máxima talla posible, hay que procurar que hagan ejercicio físico y tengan una dieta variada y equilibrada.

Nuevo estudio sobre la depresión postparto: ¿puede prevenirse?

No siempre es el momento más feliz del mundo, aunque nos digan que debería serlo. Se trata de un momento muy importante, pero que conlleva diferentes sentimientos. Entre un 10 y un 18% de las madres recientes sufre depresión postparto.

En ellas, la alegría da paso a la angustia, la desesperación y el llanto, muchas veces incomprendidos por el entorno. Pero, ¿cuál es el origen de este trastorno? ¿Existe un perfil de mujer propensa a sufrir depresión postparto? ¿Hay algún modo de prevenirla?

Un estudio publicado en “Molecular Psychiatry” ahonda en las explicaciones sobre las causas biológicas de la depresión postparto, y aporta datos sobre las causas genéticas que predisponen a sufrirla.

Los investigadores de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos han realizado un ensayo a pequeña escala, con 52 mujeres, del que os hablamos hace unas semanas. A través de análisis genéticos pudieron predecir que el 85 % de las participantes en el estudio desarrollarían depresión postparto.

De este modo, el factor biológico y genético se combina con factores cognitivos, conductuales y psicológicos que también influyen en este proceso complejo.

La investigación se ha centrado en la epigenética, es decir, en aquellos factores que hacen que un gen se active o no, y produzca por lo tanto una respuesta determinada. Los factores epigenéticos se adquieren y alteran con la vida, con las experiencias. Como el estilo de vida de la madre influye en la epigenética, se llega a una importante conclusión: la depresión postparto puede prevenirse.

Prevenir la depresión postparto

En el mundo las mujeres tienden más que los hombres a padecer ansiedad y depresión, lo cual podría explicarse por causas hormonales. La revolución hormonal que suponen el embarazo y el parto podrían acrecentar el riesgo de padecer depresión. Pero, ¿qué podemos hacer para minimizar ese riesgo?

La “mala fama” de la depresión postparto que hace que la mujer se sienta culpable de sufrirla, acrecentándose así los síntomas, es una de las claves sobre las que se puede actuar, desde frentes diversos.

  • El apoyo social es importante para reducir las posibilidades de desarrollo de depresión postparto en la mujer. La ayuda profesional a la hora de establecer correctamente la lactancia (dar el pecho se ha asociado con menor depresión postparto).
  • Es importante que los profesionales sanitarios que están en contacto con la mujer tengan una adecuada formación en habilidades de comunicación y en la detección precoz de los trastornos afectivos para detectar riesgos y facilitar la intervención temprana.
  • La ayuda familiar a la hora de desarrollar las tareas de la casa o simplemente mostrar el apoyo a la nueva madre… es importante. No se trata de imponernos sino de ofrecer nuestra ayuda en lo que podamos con tal de aliviar el cansancio de la madre.
  • Animar a la mujer a comunicar sus sentimientos y saber escucharla sin minimizarlos o restarles importancia, sin decirle que esos no deberían ser los sentimientos que se esperan de ella… Frases como “después del parto se olvida todo lo malo” pueden hacer mucho daño según las circunstancias.
  • En definitiva, el entorno social, especialmente la pareja, también debe ser consciente de lo que suponen los cambios tras el parto y el proceso psicológico por el que puede atravesar la mujer.
  • Conviene que ella misma durante el embarazo sea informada, por ejemplo en las clases de preparación al parto, de lo que suponen los cambios con la llegada del bebé, y de que sentir cierta tristeza o temor no es raro, no hay que luchar contra esos sentimientos normales.
  • Mantener un nivel de actividad adecuado, realizando aquello que a la madre le gusta durante el embarazo (depresión en el embarazo puede conllevar en el postparto), saliendo, estando en contacto con otras madres después de dar a luz, practicando relajación… puede ayudar a mitigar la tristeza tras el parto.
En definitiva, vemos como hay múltiples factores que pueden afectar a la mujer para que sufra depresión postparto, y hacen falta más investigaciones para conocerlos todos. Y aunque resulta difícil predecir, cada vez estamos más cerca gracias a estudios como este que se aproxima al trastorno de una manera rigurosa.

Mientras tanto, nos quedamos con uno de sus resultados esperanzadores: es posible prevenir la depresión postparto.

Cuidados después del sol para la piel de los niños

En verano toda la familia disfruta de la playa, y si bien muchos padres ya han tomado conciencia de la importancia de proteger la piel de los niños del sol, muchas veces ocurre que finalmente su piel termina quemada o reseca por efectos del sol, pero también por el agua del mar o la piscina, produciendo cierta irritación, por eso aprenderemos cuáles son los cuidados después del sol para la piel de los niños.

No hay que desconocer que el sol es importante para sintetizar vitaminas, por lo cual es beneficioso que los pequeños reciban un poco de sol, pero con muchas precauciones. Es que la piel de los niños es sumamente delicada, y pueden quemarse severamente tras un día al aire libre.

Por ello, nunca debe faltarles la pantalla solar total, en fórmulas hipoalergénicas especialmente formuladas para su piel delicada. En general, tienen un FPS superior a 45 ó 50.

Pero luego, es importante proveerlos de una adecuada hidratación, que mantenga la piel sana tras el día al sol. La loción post solar no debe faltar entonces en la maleta de las vacaciones. Así, la piel del niño se recuperará de la humedad perdida.

Siempre que te sea posible, utiliza productos formulados especialmente para niños, con fórmulas más suaves, o si no, para pieles sensibles. Procura que no tengan colorantes o perfumes que pueden irritar su piel. Las fórmulas infantiles son de textura ligera, más fáciles de extender y se pueden utilizar en el rostro y el cuerpo. Se absorben rápido y no suelen causar alergia, además son calmantes para el enrojecimiento.

Para evitar un excesivo desecamiento de la piel del niño, se recomienda bañarlos con agua dulce tras el baño de mar o piscina, para quitarles la sal o el cloro de sus pieles que son los que la dañan.

Procura cuidar las zonas de la piel “olvidadas” a la hora de aplicar pantalla solar, como el cuero cabelludo, las orejas, el empeine de los pies, la nariz, los hombros. Y que lleven siempre un sombrero, será una buena manera de mantener la cabeza fresca, y evitarles quemaduras en el cuero cabelludo y rostro.

viernes, 12 de julio de 2013

¿Qué hago si me separan del bebé tras el parto?

Me separaron de mi bebé cuando nació

Estamos deseando tener a nuestro bebé en los brazos, pero durante los primeros momentos tras el parto no ha sido posible, como ocurre con las cesáreas en la mayoría de las maternidades. O quizá todo fue bien pero nos separaron. O nuestro parto fue medicalizado y el bebé no nació alerta, y no se dio ese encuentro. O no nos separaron, pero no sentimos nada de lo que nos dicen otras mujeres que sienten, sino extrañeza y tristeza.

En las aves, el periodo crítico para establecer el vínculo tras el nacimiento dura apenas unos minutos y si el encuentro no ocurre en ese momento, no es posible recuperarlo. Sin embargo, los mamíferos, y especialmente los humanos, podemos establecer el vínculo con nuestros bebés a lo largo de un periodo que puede extenderse durante meses.

Es cierto que pasar juntos la hora que sigue al parto lo hace todo más fácil (la lactancia, el vínculo), pero ninguna de estas dos cosas son exclusivas de esta primera hora. Podemos recuperarla con un poco más de tiempo, con acciones y actitudes que recreen el escenario bioquímico y neurológico que necesitamos.

¿Cómo?

Recuperar el vínculo

1.Amamanta a tu bebé

Así se activan las hormonas que favorecen el vínculo y, además, tiene efecto antidepresivo y ansiolítico. Y si optamos por la lactancia artificial, démosla como si fuera materna: a demanda, siempre la misma persona, en brazos y buscando el contacto visual y corporal con el bebé.

2. Permanece piel con piel

Manten el mayor tiempo posible el contacto piel con piel, la piel desnuda, pues favorece la liberación de oxitocina y nos hace sentir al bebé «de otra forma».

3. Lleva a tu bebé pegado al cuerpo

Aunque no sea piel con piel, dentro de una bandolera o un cangurito, para que pueda escuchar el familiar sonido de tu corazón.

4. Juega con tu hijo

Hazle masajes, juega con él. El tiempo que le dedicas en exclusiva fortalece el vínculo y la seguridad en ti misma como madre y activa las hormonas responsables de estos procesos.

El Dr. Marshall Klaus, profesor de pediatría de la Universidad de California, cuenta en su artículo “Madre e hijo: los lazos emocionales tempranos”, que las enfermeras francesas del s. XIX observaron, cuando muchas mujeres con pocos recursos abandonaban a sus hijos en el hospital para que fueran adoptados, que las que los amamantaban al menos durante ocho días raramente los dejaban. En resumen, podemos recuperar ese vínculo estando juntos el mayor tiempo posible.

Normas para cumplir durante el destete

El destete ocurre cuando tu bebé deja de amamantar y obtiene toda su alimentación de otras fuentes que no sea el seno, ante esta situación, se considera que el bebé está destetado.

Se produce a instancias de la madre y requiere de mucha paciencia porque puede llevar bastante tiempo. También depende de la edad del bebé y de su nivel de adaptación a la nueva situación.
Algunas normas para el destete

El destete significa que hay que sustituir el pecho con otra forma de alimentación. Pero, también significa que se debe mantener el lazo con la madre a través de diferentes actividades.

Por ejemplo, muchas veces le dabas de mamar a tu bebé para calmarlo, ahora, deberás buscar otros medios que te ayuden a hacerlo sentir bien. Te recomendamos que le leas un libro, que canten juntos o jueguen al aire libre, entre otras cosas.

Por otro lado, hay dos normas básicas que debes conocer para destetar a un niño. La primera es “no ofrecer y no negar”. Es decir, no le ofrezcas el pecho si él no lo ha pedido. Sin embargo, cuando te lo pida, se lo tienes que dar sin discutir. La segunda norma es es “darle algo mejor a cambio”. Aquí es cuando comienza la parte difícil.
Consideraciones actuales sobre el destete

Actualmente, las mamás destetan a sus bebés cada vez a mayor edad. Ésto ocurre debido a una mayor conciencia respecto al destete natural, el amamantamiento prolongado, además, es la expresión de una lactancia exitosa.

Organizaciones como la OMS (Organización Mundial de la Salud) como UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) expresan su apoyo a una lactancia exclusiva hasta los seis meses de edad. En cuanto al destete, lo extienden más allá de los dos años de la vida del bebé.

Por su parte, las madres plantean una dificultad: explican que es más fácil destetar a un bebé que no habla que a otro más grande, es decir, que sabe expresar sus opiniones y, de alguna manera, decidir. Sin embargo, que sea más fácil destetarlo para la madre no significa que también lo sea para el niño.

martes, 2 de julio de 2013

Embarazada en verano: hábitos saludables

Durante las vacaciones, se hacen muchas actividades que no pueden realizarse el resto del año. ¡Hay que aprovechar el ocio y el buen tiempo! Si estás embarazada te preguntarás qué cosas puedes hacer y cuáles no en tu estado.

Las dudas sobre lo que se puede y lo que no se puede hacer son habituales durante el embarazo. A veces, se trata de dudas triviales que ni te has acordado de comentar con tu matrona. Resolverlas te ayudará a relajarte y disfrutar.

Ir a un concierto

Los bebés oyen desde los primeros meses de gestación. Además, tienen sus gustos y preferencias. Les gustan especialmente las melodías armónicas y sobre todo la música de Mozart. Muchas embarazadas notan que cuando la música es muy estridente o el volumen está demasiado alto, su hijo se mueve sin parar o da patadas. Aún así, recuerda que cualquier sonido le llega al bebé amortiguado por el líquido amniótico, las paredes del útero y todo lo que le rodea, y que el sonido que más le llega es la voz de su madre.

Salir por la noche

No hay razón para prohibir salir por la noche, siempre que recuperes el sueño perdido levantándote más tarde al día siguiente o con una siesta a mediodía. Bailar con moderación es divertido, flexibiliza las articulaciones y antes del parto puede ayudar a que el feto se coloque bien. Bailar hasta cansarse es no es bueno ni para ti ni para tu bebé.

Subir a la montaña

Dar paseos por la montaña es un ejercicio agradable en verano. Si subes a demasiada altura, el cuerpo protesta poniendo el corazón a mucha velocidad. En ese momento, haz una parada y deja las grandes ascensiones para cuando haya nacido el bebé. Procura beber mucha agua para compensar la que pierdes a través del sudor.

Jugar a las palas

Es una forma divertida de mover el cuerpo entre baño y siesta y, en principio, no hay motivo para privarte de este juego siempre que los otros jugadores tengan mucho cuidado de no golpearte con su pala y de no tropezar contigo. Descansa si estás sofocada, bebe suficiente líquido y evita el sol excesivo. El ejercicio físico nunca te debe llevar al agotamiento.

Nadar

La natación es un deporte muy bueno para las embarazadas, siempre que su práctica no sea extenuante y no se nade en zonas peligrosas o aguas sucias. En el agua, la mujer embarazada se siente más ligera, puede estirar con comodidad los músculos y mover las articulaciones. Además este ejercicio previene las varices y favorece un buen parto. Puedes nadar incluso en las últimas semanas de embarazo, mientras no se expulse el tapón mucoso, no haya dilatación en el cuello del útero ni existan síntomas de parto. Lo mejor es nadar boca arriba, apretando los abdominales y estirando la columna. En la playa, las primeras horas de la mañana son el momento ideal para practicar este deporte.

Viajar a un país exótico

Si te sientes segura de que el viaje está bien planificado y los restaurantes y los alojamientos ofrecen garantías de higiene, no hay inconveniente en el primer o segundo trimestre del embarazo. Sin embargo, algunas vacunas necesarias para viajar a ciertas áreas, como la de la fiebre amarilla, no se deben poner durante la gestación.

Tomar el sol en el pecho y la tripa

Cada vez hay más mujeres que lucen un bonito bronceado en la tripa, aunque estén embarazadas. Puedes tomar el sol teniendo en cuenta que debes aplicarte crema solar de alta protección y que debes evitar exposiciones prolongadas y en las horas de más calor.

Bañarte en el mar y bucear

Es bueno siempre que conozcas el lugar, que evites playas en las que pueda haber corrientes, no entres en el agua si ondea la bandera amarilla o roja o si no hay vigilancia. Evita bañarte sin compañía. Si el agua está muy fría métete poco a poco hasta aclimatar tu cuerpo, que puede estar caliente por el sol. No es aconsejable hacer inmersiones en profundidad, porque los cambios de presión pueden perjudicar los órganos del feto, aún inmaduros.

Comer ensaladas

Es uno de los platos recomendados durante la gestación, por su aporte en vitaminas, minerales y fibra. Asegúrate siempre de que las verduras estén bien lavadas y que se haya utilizado agua potable. Si tienes alguna duda toma la verdura cocida.

Fumar algún cigarrillo

No se recomienda fumar nada en absoluto. El tabaco es tóxico para el bebé en formación, aumenta el riesgo de nacer con bajo peso y de sufrir infecciones respiratorias en los primeros años de vida. Mientras estás fumando un cigarrillo, tus arterias se contraen y al feto le llega menos aporte de sangre, oxígeno y alimento a través de la placenta.

Tomar una copa

Las mujeres embarazadas no deben tomar alcohol. Esta sustancia pasa en dosis importantes al feto y también a la leche materna durante la lactancia.

Viajar en avión

Puedes viajar en avión sin problemas, teniendo la precaución de mover las piernas, hacer ejercicios con los pies para activar la circulación o levantarte de vez en cuando si el viaje es largo.

Montar a caballo

No debes montar a caballo durante el embarazo, porque los golpes al trotar pueden repercutir en el útero y por el riesgo de caídas. Pero si tienes experiencia, puedes dar un paseo con cuidado, por terrenos poco abruptos, al trote suave.

Hacerte un tatuaje

Si el centro donde se realizan no utiliza material estéril, puedes contraer una infección por estreptococos u otros gérmenes y si el tatuaje está en la zona lumbar, el anestesista puede desaconsejar la epidural en el parto. Es preferible posponer unos meses la decisión.

Hacer el amor

¡Claro que sí! Mantener relaciones sexuales solo está contraindicado si hay hemorragias, riesgo de parto prematuro o si estas son desagradables para la madre por algún motivo.

Depilarte

Con cera, nada que objetar, salvo que se inflame la piel. Con maquinilla, tampoco. Lo que está desaconsejado en verano es el láser, ya que con el sol deja manchas en la piel.

Ir a un balneario

Evita sumergirte en aguas demasiado calientes o meterte en la sauna, porque el calor afecta al feto y tú te puedes marear si te baja la tensión. Los masajes que estimulan los puntos de acupuntura o las técnicas especiales para movilizar energía pueden provocar contracciones.

Beber refrescos de cola

Llevan cafeína, una sustancia excitante que consumida en exceso puede afectar al sistema nervioso del futuro bebé. Lo mismo ocurre con el café o el té. Una o dos dosis de cafeína o teína al día no hacen daño, pero es mejor no sobrepasar esa cantidad.

Teñirte el pelo

No está claro que sea inocuo, porque cualquier producto que se aplica en la piel pasa a la sangre de la madre y puede llegar al feto. Puedes usar sustancias menos agresivas como tintes vegetales o henna.

Consejos para viajes en coche durante el embarazo

En verano muchas parejas y familias deciden salir de viaje en coche, y si ella está embarazada, es conveniente tener en cuenta algunos recaudos para que su viaje sea más placentero, por eso es que veremos algunos consejos para viajes en coche durante el embarazo.

Efectivamente, viajes largos en coche con poca posibilidad de cambiar de posición puede ser molesto para la mujer, así que en este caso la primera sugerencia es no escoger destinos excesivamente lejanos, y hacer paradas frecuentes para estirar las piernas, para poder orinar sin retener – que predispone a infecciones –. De la misma manera, se debe tomar suficiente líquido y al mismo tiempo, hacer varias comidas pequeñas cada dos o tres horas.

Recuerda que el uso del cinturón es obligatorio en el embarazo, colocando la banda pélvica por debajo del vientre, a la altura de las caderas y bien ajustado. En cuanto a la cinta diagonal debe colocarse entre el pecho, sobre el hombro, alejada del cuello. El cinturón de seguridad es un resguardo a la vida de la madre y del bebé, sin causarle daño.

En cada parada a lo largo del viaje, aprovecha a caminar algunos metros y a realizar algunos ejercicios que permitan activar la circulación sanguínea, en especial en las extremidades que es la zona que más dificultades circulatorias presenta.

En la medida de lo posible practica ejercicios dentro del coche para mantener tu circulación más activa, como poner los pies de puntillas y a continuación apoyar los talones y levantar las puntas de los pies, o hacer movimientos circulares con los tobillos, también con las muñecas.

No es conveniente que la mujer embarazada sea la única conductora en un viaje que no sea corto, así que programa viajar con otro adulto para turnarse frente al volante, o para que puedas viajar en el asiento del copiloto o en los traseros.

Ten en cuenta que el calor afecta a las embarazadas y niños, evita viajar en las horas de sol más fuerte, ya que si bien el coche puede tener aire acondicionado, se hace difícil mantenerlo fresco, y en todo caso los cambios bruscos de temperatura al subir y bajar el coche, tampoco son buenos.

Lactancia materna y calor: en verano, más que nunca el pecho a demanda

Debido a que su metabolismo es más rápido que el de los adultos, los niños corren mayor riesgo de deshidratación con las altas temperaturas. Así que ten en cuenta que si amamantas a tu bebé, en verano, más que nunca tienes que darle el pecho a demanda para mantener siempre un nivel de hidratación adecuado.

Ya sabes que la lactancia materna tiene que ser a demanda, es decir sin horarios. Antes se creía que había que darle rigurosamente cada tres horas, que el bebé tenía que aguantarse si no habían pasado todavía, pero afortunadamente esto ha cambiado. Al bebé hay que ofrecerle el pecho siempre que quiera, a su disposición. Sobre todo en verano, ya que el bebé suda más y necesita reponer el agua que pierde su organismo.

Además del horario, otro mito extendido es el de ofrecer agua a los bebés que son alimentados con leche materna en exclusiva. Antes de los seis meses, el bebé amamantado no debe tomar otra cosa que no sea la leche de su madre. Tampoco si hace mucho calor.

Casi el 90 por ciento de la leche materna está compuesta por agua, por lo que sacia perfectamente su sed. Es más, es muy probable que sea el propio bebé el que pida más seguido, y si no es así ofrécele tú con mayor frecuencia.

Por su parte, la leche materna también aporta las sales y los nutrientes necesarios para evitar la deshidratación. El bebé no necesita nada más. Por algo se la llama lactancia materna en exclusiva.

Si el bebés es mayor de seis meses y ya ha comenzado con la alimentación complementaria sí se les puede ofrecer agua potable. Deja que sea el bebé quien autorregule lo que quiere beber, ya que si bebe demasiada agua también es posible que empiece a beber menos leche materna.

Entonces, para evitar una descompensación, en verano, más que nunca tienes que ofrece el pecho a demanda, y si es necesario, aumentar la frecuencia en las tomas. Así el bebé mantendrá siempre un adecuado nivel de hidratación.

jueves, 27 de junio de 2013

Niños: Las palabrotas les fascinan

A partir de los cinco años, los niños sorprenden a sus padres soltando tacos sin mesura. Para ellos es un juego más, una forma de expresarse. ¿Qué deben hacer los padres para terminar con esta costumbre tan malsonante?

A estas edades los pequeños experimentan un desarrollo de su imaginación muy fuerte, cuentan con un amplio vocabulario y exploran su entorno social prestando muchísima atención a lo que hacen los demás, imitando todo lo que pueden. La mezcla de estas tres habilidades da como resultado, entre otras cosas, el descubrimiento del poder del lenguaje y, concretamente, del poder que tienen algunas palabras o palabrotas que, soltadas en el momento preciso pueden ser un auténtico golpe de efecto.

Por supuesto, ellos saben lo que está bien y lo que está mal. El problema es que acaban de descubrir que ser un poquito malos puede ser de lo más divertido.

¿Por qué les gusta decir tacos?

Los niños comienzan a decir palabrotas porque alguien a quien admiran las dice. Puede ser desde un dibujo de la tele hasta un amiguito del parque.

El hecho de que luego las repitan en casa o delante de otros adultos puede ser una manera de llamar la atención paterna porque, normalmente, tras la palabrota, los padres llevan a cabo un interrogatorio exhaustivo para ver de dónde ha sacado el crío esas cosas («¿Quién te ha enseñado eso?», «¿Con quién has jugado hoy?», «¿Qué has visto en la tele?»).

Otras veces, al niño lo que le apetece es seguir el juego porque le divierte ver cómo su madre se pone de todos los colores cada vez que él abre la boca.

Entre ellos es como un juego más, algo así como «a ver quién la dice más gorda», se parten de la risa e incluso se inventan palabros la mar de grotescos que ni ellos mismos saben qué significan, solo para divertirse.

Saben que están en el límite de lo prohibido, lo que les excita y divierte más todavía.

Las palabras malsonantes le hacen a uno más interesante. Y a los críos les encanta sentirse mayores, quieren demostrarnos que están a nuestro nivel.

En el fondo de las palabrotas también encontramos una forma de expresión emocional, ya que los pequeños todavía carecen de recursos para manifestar, por ejemplo, emociones como la rabia o la frustración.

Una palabrota reúne las condiciones necesarias para ser un buen vehículo de todos estos sentimientos negativos que el niño no sabe bien cómo expresar de otra manera: para él es mucho más fácil y sencillo decir «joder» que decir: «Me siento fatal porque hoy has jugado poco conmigo».

¿Qué actitud deben tomar los padres?

No hay que dramatizar. Todos (o casi todos) los niños pasan por la etapa de los «tacos» antes o después, es parte de su aprendizaje (social y verbal) y no conseguiremos nada si ponemos el grito en el cielo o amenazamos con castigos.

Evitar el enfrentamiento directo («¡Que te he dicho mil veces que no digas eso!») o la escalada de palabrotas. Sólo empeorarán la situación.

No hay que reírse de la ocurrencia de la criatura.

Si le ignoramos cuando dice tacos, lo más probable es que, en unos días, pierda el interés por ellos.
Conviene explicarle lo que significan sus palabras y tratar de que entienda que con ellas puede herir los sentimientos de los demás.

Ofrecerle alternativas para que pueda manifestar su enfado. Palabras menos fuertes como «mecachis» o «jopé» no son malsonantes y sí puede usarlas en nuestra presencia.

Predicar con el ejemplo. El niño repite todo lo que oye: en la tele, en el colegio y, sobre todo, en casa. Si nosotros usamos palabrotas, ¿por qué no va a poder hacerlo él? No va a entender que los adultos se desahoguen con ellas mientras que para él están prohibidas.

Trucos para evitar las palabras malsonantes

El juego de las transformaciones. Consiste en transformar sus palabrotas, cada vez que las diga, en todo lo contrario. Por ejemplo, si suelta un «cara culo», podemos responderle rápidamente con un «¡cara flores!». Añadirle un matiz de humor al asunto ayudará a relajarnos y el niño acabará comprendiendo que no merece la pena hablar mal.

Ayudarle a expresarse. Cuando el niño emplee una palabrota, en vez de regañarle podemos ofrecerle una palabra alternativa que sí pueda utilizar para expresar su malestar. Por ejemplo: «Lo que querías decir es que esta comida te parece una porquería, ¿no?».

Recompensas. Si le cuesta abandonar ese lenguaje, podemos motivarle poniendo una estrella en un corcho o una pizarrita cada día que pase sin decir palabrotas. Cuando haya cinco o seis estrellas (las que hayamos pactado), habrá una recompensa que, por supuesto, le tiene que hacer mucha ilusión.

Ofrecerle lecturas. Es un buen momento para ofrecerle libros entretenidos, adecuados a su edad y con chispa (con personajes ingeniosos que utilicen exclamaciones divertidas). De esta forma, el niño ampliará su vocabulario y puede que su atención se desvíe hacia otro tipo de lenguaje.

domingo, 23 de junio de 2013

Una aplicación para primeros auxilios en reanimación cardiopulmonar: RCP Pediátrica

A menudo os hablamos de aplicaciones de ocio y entretenimiento para los niños, pero también tenemos aplicaciones informativas para padres de gran interés, como esta de la que os hablamos hoy. La aplicación RCP Pediátrica pretende informar sobre la reanimación cardiopulmonar a bebés y niños.

Probablemente te hayas preguntado alguna vez qué hacer si tu hijo se atraganta o deja de respirar. Y tal vez te hayas informado sobre ello, hecho algún cursillo… pero, si se diera el caso, ¿podríamos reaccionar del modo adecuado?

Ese es un miedo que tengo, porque a pesar de haberme formado en primeros auxilios el estrés puede hacerte olvidar cómo actuar, y así lo he comprobado en algún caso (no con mis hijas sino con un alumno, afortunadamente en un caso no grave).

Por eso esta guía de primeros auxilios pediátricos puede ser muy práctica, además contiene una información muy completa y actualizada, basada en las últimas Guías Internacionales sobre Reanimación Cardiopulmonar de la European Resuscitation Council (ERC) de 2010. La App RCP Pediátrica está avalada por el Grupo Español de Reanimación Cardiopulmonar Pediátrica y Neonatal y por el Instituto Valenciano de Pediatría.

Está disponible para Ipad y Iphone y favorece el desarrollo de técnicas para actuar con el niño y el lactante en situaciones de asfixia o parada cardiorrespiratoria. Con vídeos, diagramas, fotos y textos, una vez instalada no requiere conexión a Internet.

La aplicación RCP Pediátrica sobre reanimación cardiopulmonar se puede conseguir en App Store o en Play Store por 0’89 euros. Esperamos no tener que echar mano de ella de manera precipitada, pero siempre viene bien actualizar nuestros conocimientos en este tema.

miércoles, 19 de junio de 2013

Por qué no hay que volver a la educación autoritaria que nos dieron nuestros padres

Leo y escucho a menudo críticas hacia los niños y jóvenes actuales y en muchas cosas estoy de acuerdo porque a mí también me preocupa el cambio radical que han dado muchos de ellos, lo irrespetuosos que llegan a ser algunos y lo impasibles que se muestran muchos padres y muchos profesores ante todo ello.

Mucha gente, convencida de que antiguamente estábamos mejor, porque al menos se respetaba a los maestros, había una cierta disciplina y lo que decía un padre iba a misa, sugiere volver a la educación autoritaria de antaño para que los mayores, los adultos, volvamos a tener autoridad. Sin embargo, esto es un error y por eso vamos a explicar hoy por qué no hay que volver a la educación autoritaria que nos dieron nuestros padres.

La confusión entre autoridad y autoritarismo

Las dos palabras empiezan con las mismas letras, pero no son lo mismo, y no todo el mundo parece tenerlo claro. Cuando alguien sugiere que debe volver el autoritarismo está pidiendo que los padres vuelvan a ejercer la presión que ejercieron los nuestros, el “aquí se hace lo que ordeno y mando”, el “cachete a tiempo para que esto no se me desmadre” y el castigo para enseñar a los niños las consecuencias de sus actos. A la vez, está pidiendo que en las aulas vuelvan los gritos, las copias infinitas, los castigos enviando a los niños a pasar la tarde en la clase de los pequeños y el “aquí se habla cuando yo digo y no se hable más”.

No, por Dios, esto no puede volver porque no podemos pretender enseñar a vivir a los niños con un trato que ni a nosotros nos gustaría recibir, no puede volver porque un niño no puede aprender bien si acude a un sitio a que le traten mal, desmotivado, y no puede volver porque cuando un adulto tiene que hacer uso de semejantes métodos para lograr la atención de los niños y para que le hagan caso es porque ya ha perdido la autoridad. Repito, para que quede claro: cuando se tiene que hacer uso del autoritarismo es porque se ha perdido la autoridad.

El problema, lo que ha sucedido, es que en la huida del autoritarismo, en la negación de toda presión hacia los niños, en la evitación de castigos y con el objetivo de dejar atrás aquella infancia, aquellos momentos que preferiríamos no haber vivido, muchos adultos se han quedado ahí, en la negación de lo que fue y a falta de construir algo mejor.

Parece que todo se rige por los nóes: “no podemos castigar”, “no podemos pegar”, “no podemos ponerles copias”, “no podemos gritar a nuestros hijos”, “no podemos humillarles” y es cierto, un ser humano, por pequeño que sea y por mucho que esté aprendiendo no merece nada de esto. Sin embargo sí merece algo, sí merece esa construcción de la educación que va más allá de la negación del autoritarismo, sí merece una educación positiva, basada en el respeto al prójimo, que tenga en cuenta también la negación de la permisividad en que se han estancado muchos padres, que han dado a sus hijos tanta libertad que en casa mandan ellos.

Los niños tienen que reconocer la autoridad de las personas adultas

No hay que recuperar el autoritarismo, pero sí hay que recuperar la autoridad y el respeto por las personas. Pero el respeto no es algo que se pueda imponer. De pequeños nos lo imponían, respetábamos a nuestros padres y adultos porque si no nos pegaban y nos castigaban, o eso creían. Eso creían porque no era respeto, era miedo, y el miedo no crea relaciones sociales sanas, nunca, porque son relaciones completamente asimétricas.

De igual modo, la autoridad no es puede exigir, uno se la tiene que ganar. Eso se consigue con los actos, con el modo de tratar a la gente, con el respeto que uno profesa a los demás y el que exige para sí. Los profesores tienen que recuperar la autoridad y los padres también, respetando a los niños y haciéndose respetar.

Los niños no son tontos. Si ven a un profesor entregado, que les escucha, que se preocupa por su trabajo, que se entrega para hacer de sus clases un momento digno de vivir, que aporta ideas y soluciones y que puede ser cercano con los alumnos, acaba por ser un profesor respetado, querido y con autoridad.

De igual modo, cuando un padre se preocupa por sus hijos, cuando les atiende, les escucha, les habla con respeto, les explica lo que está bien y lo que está mal, dónde han errado y dónde pueden mejorar, dónde erraba él de pequeño y cómo mejoró, un padre capaz de dar y recibir cariño, sus hijos acaban por respetarle y reconocerle la autoridad.

No, no hay que volver al extraño amor que nuestros padres nos dieron ni a la extraña “educación formasoldados mudos” que recibimos en las escuelas. Lo que hay que hacer es educar a los niños con diálogo y respeto, teniendo clara cuál es nuestra posición como educadores y/o padres, pero educarles, que ahora mismo, el uno por el otro (los padres por el colegio) la casa está sin barrer.

viernes, 14 de junio de 2013

Uno de cada cinco niños toma dos litros de bebidas energéticas al mes

Hace unos días Lola nos explicaba por qué no es bueno que los niños tomen refrescos y un estudio reciente realizado en California ha determinado que los niños toman más zumo del que deberían.

Tras estos datos que parecen indicar que los niños deberían beber más agua de la que están bebiendo vemos además otros datos que nos sorprenden por ilógicos: uno de cada cinco niños toma, de media, dos litros de bebidas energéticas al mes. Sí, ya sabéis, de esas que llevan cafeína y taurina, entre otras cosas.

Datos de una encuesta a nivel europeo

Estas cifras provienen de una encuesta publicada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), realizada a 52.000 personas de 16 países de la Unión Europea. En la encuesta se valoró el consumo de bebidas energéticas por grupos de edades que iban desde los 3 hasta los 65 años, siendo el grupo que nos ocupa el formado por niños de 3 a 10 años.

Poniendo las cifras en porcentaje, según los resultados obtenidos, el 18% de los niños de 3 a 10 años consume una media de dos litros mensuales de bebidas energéticas. Esto es algo que, como digo, parece ilógico e inexplicable, porque no veo cuál puede ser la razón de que tantísimos niños tomen bebidas estimulantes. Lo más curioso (y más lamentable aún) es que de todos los niños que toman dichas bebidas, el 16% son considerados consumidores crónicos, pues su ingesta mensual llega a ser de una media de 4 litros (0,95 litros por semana).

Efectos indeseables por tomar bebidas energéticas

Hace ya tiempo que el consumo de estas bebidas viene preocupando a la comunidad científica, en gran parte porque los grandes consumidores son los jóvenes adolescentes y también en parte porque los niños también acaban tomándolas, como hemos visto.

La revista Pediatrics publicó en 2011 un estudio en el que explicaban cuáles eran los efectos de tomar bebidas energéticas en niños, adolescentes y gente joven. Entre ellos se encuentra una menor sensación de bienestar, baja autoestima, depresión, peor rendimiento escolar, mala calidad del sueño, obesidad infantil, aumentos de la tensión arterial, interacciones con medicamentos que toman los niños, problemas dentales y óseos, etc.

¿Tan difícil es darles agua

De verdad que no acabo de entenderlo. ¿Por qué no beben más agua los niños? Entre zumos, refrescos y bebidas energéticas parece que el agua es la gran olvidada, cuando de todas las comentas es justamente la bebida que los niños más necesitan.

Las bebidas energéticas tienen una cantidad muy variable de cafeína, que puede ir desde 70 a 400 mg por litro, y los niños no necesitan cafeína. ¿O es que los padres han sustituido el vaso de leche por la mañana por un café y yo no me he enterado?

jueves, 6 de junio de 2013

Estudio encuentra micotoxinas en papillas infantiles

En la actualidad, no es fácil para muchas familias combinar la falta de tiempo de papá y mamá que debe salir a trabajar, con un presupuesto ajustado por la crisis, con la importancia de ofrecer una dieta sana a los niños. En ocasiones, algunos alimentos procesados nos sacan del apuro, y además por sus estrategias de marketing, creemos muchas veces que les estamos dando algo sano cuando tal vez no lo sea tanto. La OCU ha analizado varias papillas infantiles existentes en el mercado, encontrando algunos datos a tener en cuenta.

La Organización de Consumidores y Usuarios ha analizado 15 papillas (13 en polvo y 2 en brik) de cereales con miel, con frutas y mezcla de cereales, miel y frutas, de las marcas más reconocidas para saber qué es lo que realmente están consumiendo los niños.

El dato más llamativo fue que hallaron la presencia de aflatoxinas, un tipo de micotoxinas en cuatro muestras: Nestlé 8 cereales con frutas, Blevit 8 cereales con frutas y las 2 de Hero Baby, aunque análisis posteriores determinaron que sólo fue un hallazgo puntual. Las micotoxinas son sustancias tóxicas producidas por organismos como setas, mohos y levaduras, que podrían potencialmente causar enfermedades. El caso es que la legislación española en materia bromatológica no ha establecido ningún límite legal, y ello es lo que hace este hallazgo alarmante, pues no se sabe si estas sustancias son nocivas y en qué cantidades.

Pero además, otro hallazgo significativo es la cantidad de azúcar en la mayoría de las muestra analizadas. Si bien los valores nutricionales son adecuados, algunos se aproximan al límite legal de contenido de azúcar. Esto significa que los bebés podrían estar ingiriendo más cantidad de azúcar de la recomendada, con todo lo que ello significa.

Es por todo esto que la organización solicita a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición:

- Un aumento de los controles de calidad durante el cultivo y procesado de todos los ingredientes de las papillas de cereales.

- Nuevos estudios que valoren el riesgo de incorporar cacao a las papillas de cereales, ya que puede ser una gran fuente de aflatoxinas.

- Límites legales para la suma de los cuatro subtipos de aflatoxinas en los alimentos a base de cereales para lactantes y niños de corta edad, pues ahora solo hay límites legales para el subtipo B1.

En tanto, es posible preparar las papillas en forma casera, comprando sémola de trigo, de arroz, de tapioca lo más naturales posibles, y preparándolas en casa. Puedes agregar un poco de miel en lugar de azúcar, frutas, yogur, de acuerdo a la edad del bebé. Siempre que te sea posible, será sin dudas una alternativa mucho mejor a las papillas industriales.

Por qué los bebés de Finlandia duermen en una caja de cartón

¿Pondrías a dormir a tu bebé recién nacido en una caja de cartón? Seguramente no, básicamente porque teniendo cunas, minicunas, moisés, camas y cosas así, no tendría demasiado sentido utilizar una caja para meter a los bebés. De hecho, si lo explicáramos (“sí, mi bebé, mi precioso bebé, duerme en una caja de cartón”), nos mirarían raro o tratarían de darnos una ayudita económica para poder comprar una cuna o nos ofrecerían alguna solución.

En Finlandia eso no sucede, porque allí es normal que un bebé duerma en una caja de cartón. Lo curioso es que allí problemas económicos tienen pocos, si los comparamos con nosotros, los padres, de hecho, reciben muchas más ayudas por hijo (no es difícil, porque aquí no recibimos ya casi ninguna) y el nivel cultural es, de media, superior al nuestro. ¿Por qué entonces duermen los bebés en cajas de cartón?

Por tradición y por filosofía

La razón es más emocional que otra cosa, porque ciertamente podrían poner a dormir a sus hijos en cualquier sitio antes que en una caja, sin embargo es una tradición que tiene ya 75 años y que proviene de la caja de cartón con cosas para el bebé que el Estado regala a los padres recientes (bueno, la regalan antes de que el bebé nazca, de hecho).

El objetivo de dicha caja es que todos los niños finlandeses, sea cual sea su condición social, tengan un inicio de vida equitativo, que todos lleguen con lo mismo. Por eso la caja se le da a cualquier pareja que tenga un bebé.

Si os estáis preguntando qué contiene la caja, deciros que muchas cosas. Basta con mirar la foto para ver que es raro que unos padres vayan a comprar ropa para su bebé recién nacido, pues vienen pijamas, sacos de dormir, ropa de calle, pañales de tela, botas aislantes para el frío, toalla de baño, termómetro de baño, tijeras para las uñas, etc. y un colchón pequeño. El colchón se adapta al fondo de la caja y de ese modo la caja se convierte en la primera cama del bebé.

Las madres pueden pedir la caja o bien recibir dinero en efectivo (214 dólares), pero la mayoría pide la caja, pues el contenido es más valioso que el dinero.

Todo empezó en 1938

La primera vez que el Estado entregó cajas para los bebés fue en 1938, cuando se decidió ayudar a las familias con bajos recursos. En la caja había lo necesario para que las madres cuidaran de sus hijos y además información para guiar a las madres hacia los profesionales de la salud, con el fin de prevenir posibles problemas. La razón era que por aquellos momentos el país era muy pobre y la mortalidad infantil afectaba a 65 de cada 1.000 nacimientos.

En el año 49 se decidió dar la caja de manera universal, a todos los padres, para que todos los bebés fueran iguales y tuvieran el mismo inicio de vida. Entre esta medida y la llegada de la seguridad social en los años 60 la mortalidad bajó considerablemente. No olvidemos que el colecho puede ser muy peligroso si no se hace de manera segura, y que a los grupos de personas en situación socioeconómica precaria se les recomienda de manera general poner a dormir al bebé en un sitio apartado de la cama de los padres, como bien expresó Unicef hace unos días. La caja, con su pequeño colchón, tenía como función hacer del lugar donde el bebé debía dormir un sitio más seguro.

La caja como tradición

La caja existe desde hace 75 años, así que ya es una tradición conocida por generaciones, con diseños que han ido cambiando en el tiempo y con contenidos que se han ido renovando. Esto ha hecho que las nuevas parejas reciban con ilusión la caja al tener un bebé, y que las madres que ya las recibieron hace años, la esperen también con melancolía y con ganas de ver cómo ha cambiado en el tiempo.

Según Save the Children, Finlandia es el mejor país para ser madre. Es cierto que pagan muchos impuestos, pero también es cierto que los padres ven muy claro dónde se invierten y ven que mucho de lo pagan vuelve en forma de servicios. Por eso se sienten tan bien tratados, con unas bajas maternales y paternales muy largas y unas comodidades tales, que no tienen queja. La caja, gratuita, con todo lo que contiene, es una muestra de ello.

Como curiosidad, para que veáis cómo ha ido cambiando el contenido de la caja con los años, en los 30 y 40 la caja contenía telas, pues eran las madres las que confeccionaban ropa para sus bebés. Durante la Segunda Guerra Mundial, dado que el algodón y los tejidos iban para el Ministerio de Defensa, las madres recibían sábanas de papel y un cobertor de tela.

Ya en el 57 se añadieron las primeras prendas ya confeccionadas y en el 69 se introdujeron pañales desechables. En el 2006 se cambian los desechables por pañales de tela y se retira el biberón que se entregaba hasta entonces, para fomentar la lactancia materna.

lunes, 3 de junio de 2013

Video: ¿Por qué es tan necesario que los niños hagan ejercicio?


La vida sedentaria no beneficia a nuestros niños y acarrea problemas como la ansiedad, la obesidad... Alejandro Escudero, de Caroli Health Club, nos lo explica en este vídeo y nos da las claves para poner en marcha a los peques.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Protección solar para bebés


Tratamiento para el sol de los más pequeños

Al contrario de lo que se pueda pensar, un cielo nublado deja pasar los rayos UVA y UVB del sol. Solamente detiene los rayos infrarrojos, por eso no sentimos sensación de calor pero podemos llegar a quemarnos. La piel de los más pequeños se puede ver muy afectada por esta circunstancia.

Asimismo, nos olvidamos a menudo que la luz visible y los rayos ultravioletas del sol pueden alcanzar la piel humana también indirectamente, al reflejarse sobre diversas superficies: sobre el agua un 20%, sobre la hierba un 10%, sobre la nieve un 85% y sobre la arena de un 15 a un 25%.

Por esta razón, es importantísimo que protejas tu piel y la de los más pequeños, ya que sin querer podréis sufrir daños.

Para que el bebé disfrute del sol sin peligro

La delicada piel de los bebés y de los niños es la que más sufre en el verano. Dermus, la Asociación de Clínicas privadas en Dermatología, aconseja seguir una serie de cuidados que ayudarán a que los peques puedan disfrutar del sol sin peligro:

- No se debe exponer al sol a un niño menor de 3 años.
- No exponerse al sol entre las 12h y las 16h.
- No olvides proteger a los pequeños con camiseta, sombrero y gafas, además de la protección solar.
- Utiliza una protección adaptada al tipo de piel de los niños: resistente al agua, a la arena y con una alta tolerancia.
- Aplica siempre el producto 30 minutos antes de salir a la calle.
- Vuelve a aplicarlo cada 2 horas y después de cada baño.
- Insiste sobre todo en espalda, rostro, nariz, orejas y nuca.
- Protege a los pequeños en todas las actividades al sol.
- No olvides que beban agua de forma regular, para evitar que se deshidraten.

sábado, 25 de mayo de 2013

La lactancia materna prolongada reduce el riesgo de ser celiaco

Mantener la lactancia materna mientras se introduce el gluten en la dieta del bebé puede puede llegar a disminuir hasta en un 60% el riesgo de desarrollar la celiaquía, según diferentes estudios. En España, uno de cada 80 niños es celiaco.

Uno de cada 80 niños españoles tiene intolerancia al gluten, y el 42% de los diagnósticos de enfermedad celiaca se produce en niños de entre 2 y 6 años, según el registro español de nuevos casos de enfermedad celiaca (REPAC) de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica.

Lactancia y celiaquía

Distintos estudios han llegado a la conclusión de que la prolongación de la lactancia materna durante el inicio de una dieta con gluten reduce el riesgo de desarrollar la enfermedad celiaca. El doctor Luis Peña, presidente de esta sociedad científica, indica que “la leche materna contiene un gran número de componentes que ayudan y protegen al niño a través de mecanismos biológicos complejos, incluyendo la creación de defensas de las infecciones y el desarrollo de tolerancia frente a antígenos alimentarios”.

La Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica asegura que la eficacia protectora de la lactancia puede llegar a disminuir hasta en un 60% el riesgo de ser celiaco siempre que se introduzca el gluten a partir de los 4 meses de edad. Recordamos que la OMS recomienda la lactancia materna en exclusiva hasta los 6 meses de edad.

Síntomas de la enfermdad celiaca

Los celíacos son personas que por una predisposición genética reaccionan al gluten, una proteína presente en muchos cereales como el trigo o el centeno. Por eso, contar con familiares celiacos constituye un factor de riesgo añadido importante. Tal como explica el doctor Peña, “esta patología puede debutar a lo largo de toda la vida de una persona”. Aún así, la edad media del diagnóstico es de 3,7 años, y el 42% de los diagnósticos se realizan en niños de entre 2 y 6 años”.

El 70% de los celiacos que toman gluten sufren diarrea crónica, pérdida de peso y distensión abdominal, aunque el síntoma más frecuente en niños menores de 6 años es la distensión abdominal y, en los mayores, la disminución del apetito y la deficiencia de hierro.

La importancia del diagnóstico precoz

Los expertos coinciden en señalar que un diagnóstico y tratamiento precoces pueden evitar problemas a largo plazo, como osteoporosis y osteopenia y, además, pueden contribuir a disminuir el riesgo de desarrollar otras enfermedades autoinmunes asociadas a la enfermedad celiaca. Por eso, insisten en la importancia de que los niños sean atendidos por el especialista pediátrico.