Para aquellos padres que desean presenciar el parto, siempre y cuando no se desmayen en el proceso, el milagro de dar a luz es una experiencia inolvidable.
Pero su presencia en realidad puede estar haciéndoles daño a la madre y a el niño, según advierte Michael Odent, un obstetra profesional que afirma ésta situación, ya que al estar presente el esposo o compañero en la sala durante el parto aumenta la probabilidad de una cesárea, ruptura matrimonial posterior e incluso enfermedad mental.
El obstetra dice que las mujeres son más propensas a tener problemas al dar a luz, si sus parejas o médicos están presentes, así como también cree induce a un trabajo más largo y más doloroso porque la mujer se distrae, debido a la ansiedad del padre.
La entrega de los niños sería mucho más sencilla si las mujeres se quedaran solas con el cuidado de su partera, afirma, ya que el medio ambiente de nacimiento ideal implica que ningún hombre se encuentre presente".
"Después de haber estado involucrado por más de 50 años en los partos en los hogares y hospitales de Francia, Inglaterra y África, el mejor ambiente que conozco para un parto fácil, es cuando no hay nadie alrededor de la mujer en el trabajo, además de un silencioso y un bajo perfil de la matrona experimentada.
"En esta situación la mayoría de las veces el nacimiento es más fácil y más rápido que lo que sucede cuando hay otra gente alrededor, especialmente en las figuras masculinas, tanto maridos como los médicos debido a que su presencia en el nacimiento, lleva a la madre a producir adrenalina”.
Esto retarda la producción de la hormona oxitocina, que es vital para el parto, ampliando así la duración del trabajo.
Vía: dmail
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