Hace pocos años, se solía responder esta pregunta con un sí y varias recomendaciones. Había varias sugerencias para disminuir el riesgo de padecer dolor en los pezones. Por ejemplo, se recomendaba “endurecer” los pezones tocándolos o frotándolos con una toalla, o que decía que estaba bueno utilizar un cepillo de dientes sobre los mismos (¡qué miedo!).
Hoy día, se sabe que esas viejas sugerencias probablemente causaban más dolor. Ya que la causa principal del dolor en los pezones se debe a la mala colocación del bebé en el pecho. Cuando se corrige la posición, el dolor desaparece. Si estás dando el pecho bien, no te debería doler.
Gracias a un aceite especial secretado por las glándulas de Montgomery, “puntillos” alrededor de la areola, los pezones se mantienen limpios. No hay necesidad de utilizar jabón para lavarlos. Es más, el jabón podría causare resequedad en la piel.
Si ves que tus pezones están secos, puedes utilizar una crema para la piel durante el embarazo. Después de que nazca el bebé, es recomendable usar algún ungüento que no deba ser lavado, como una lanolina ultra-pura.
Via: zonabebes
