Una investigación llevada a cabo por médicos en Dinamarca llegó a la conclusión de que el consumo de alcohol en el embarazo podría afectar la calidad del esperma del bebé por nacer, en el caso de que se trate de un varón.
En efecto, este estudio logró determinar una relación entre el consumo de alcohol de la madre en gestación y el grado de dificultad del hijo para ser padre en un futuro.
Más de seis unidades de alcohol a la semana tuvieron como resultado que, 20 años después, esos hijos tuvieran una concentración de esperma un 32% inferior a aquellos hombres cuyas madres habían bebido rara vez o nunca. El alcohol daña la delicada piel de los testículos y la génesis espermática.
Este estudio tendrá como finalidad indicar a las mujeres que no beban alcohol durante el embarazo, o mejor aún mientras lo planifican, para aumentar sus chances de ser abuelas algún día.
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