En la Universidad de Duke, Estados Unidos, un estudio confirmó que los mimos de mamá y papá hacen una gran diferencia en la vida de los hijos, porque se ha comprobado que cuando las madres les han dado mucho afecto a sus bebés, al crecer han tenido mayor capacidad de enfrentar la angustia, el estrés y la ansiedad.
De esta forma, se comprueba una vez más que el trato hacia el bebé determinará su salud de por vida, y no sólo a nivel físico sino también mental.
En el estudio, aquellos que habían recibido más afecto de sus madres en sus primeros recuerdos, eran los que presentaban de adultos niveles más bajos de estrés, ansiedad o depresión.
Por ello, es fundamental que los papás y las mamás se comprometan a darles a sus hijos todo lo que necesitan desde el primer momento de vida, que por sobre todas las cosas implica el amor.
-
