Desde tiempos inmemoriales cuando una mujer embarazada se encuentra triste o nerviosa, su entorno la incita a sentirse mejor con el argumento de que “le hará mal al bebé”.
Una vez más la sabiduría popular no se ha equivocado y un estudio publicado en la revista BCM Public Health habla de la determinación entre el factor psicológico de la madre y el bajo peso al nacer del bebé.
Un bebé que nace con bajo peso tiene muchas más probabilidades de tener complicaciones o hasta de morir que uno con peso normal, y según el estudio citado la depresión y la ansiedad maternas durante la gestación inciden notablemente en el peso del niño.
De esta forma, el estudio plantea que es indispensable la correcta atención de la salud mental materna durante el embarazo como primer paso para disminuir el bajo peso al nacer y consecuentemente, la mortalidad infantil.