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domingo, 26 de septiembre de 2010

Niños que gritan por todo

Muchos niños adquieren la costumbre de hacer rabietas y comenzar a gritar por cualquier cosa o en cualquier lugar, cuando los padres intentan poner orden y les niegan lo que ellos quieren; entonces comienza una guerra interminable por salirse con su cometido al precio que sea.

Es importante que los padres cuando estas actitudes aparecen desde pequeños, comencemos a moderarlas, para que cuando sean más grandes no se vuelva una mala costumbre y forme parte de una mala educación. Lo primordial es no entrar en su juego y ponernos a su altura, devolviéndole respuestas a los gritos, ya que el niño copia todo lo que ve.

Lo mejor es hablarles con tranquilidad, en un tono suave y tratar de que entienda porque le decimos que no, a determinadas cosas. Hay que tener en cuenta que no es lo mismo poner reglas de orden en un bebé de 8 o 9 meses a un niño de 5 años o un poco mayor que ya entiende una negación, porque un bebé al no hablar, es la única manera que tiene de comunicar sus emociones.

Por eso, si gritan desde bebés, hay que interpretarlos y hacerles saber cuál es la traducción de sus gritos. Grita porque está contento, porque está desconforme, porque está enojado, o simplemente quiere hacernos saber que no está de acuerdo con nosotros. Debemos entenderlos y poco a poco cuando crezcan dejarán de gritar.