En verano, proliferan en ciertas zonas geográficas algunos insectos como los mosquitos, cuyas picaduras pueden causar reacciones alérgicas en bebés y niños.
Ocurre que una picadura puede desencadenar una reacción que hace que aparezcan manchas en todo el cuerpo.
Esta situación se puede prevenir de varias formas, como la utilización de repelentes de insectos para pieles sensibles, ropas adecuadas que cubran al niño y la administración de antihistamínicos por vía oral que contrarresten los efectos alérgicos.
De esa forma, se puede evitar que el bebé al rascarse de lugar a infecciones que propicien el impétigo.
El impétigo se da con la aparición de manchas rojas que no se secan, en la cara y en el cuerpo, y que muchas veces tienen secreciones de pus o líquido. Generalmente, se da en zonas que ya están lesionadas, como una picadura que fue rascada y que se infectó.
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