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viernes, 18 de marzo de 2011

El autismo puede detectarse más tempranamente que antes

Hasta hace poco, la historia de las familias con un hijo autista era más o menos similar: un bebé normal hasta alrededor de los cuatro meses, que luego se sumió en su propio mundo.

Un diagnóstico precoz podría ayudar muchísimo a un niño con trastorno autista y su familia para encarar un tratamiento temprano que le permita los mayores progresos posibles, por ello es que es importante saber que ya se ha logrado desarrollar una forma de diagnóstico que detecta el autismo en los balbuceos del bebé.

Este sistema se denomina LENA (acrónimo en inglés de Análisis de Lenguaje Ambiental). Se basa en la grabación de los balbuceos tempranos del bebé, a partir de los cuales determina si el niño padece autismo o un desarrollo tardío del habla.

El sistema detecta eficazmente el autismo en un 86% de los casos, al igual que retrasos del habla. Con este método, y más aún si se perfecciona, muchos niños podrían potencialmente mejorar su calidad de vida al recibir tratamiento temprano.