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lunes, 2 de enero de 2012

Las complicaciones cardiovasculares se dan en dos de cada cien embarazos

La Sociedad Española de Cardiología (SEC) explica que en dos de cada cien embarazos se dan complicaciones cardiovasculares, siendo la hipertensión la más frecuente y la principal causa de morbilidad y mortalidad materna, fetal y neonatal.

Las complicaciones en el embarazo de causa cardiovascular suelen darse con mayor frecuencia en mujeres de más de 35 años, en primerizas, en embarazos múltiples, en caso de diabetes o de obesidad.

En el 50 por ciento de los embarazos con complicación cardiovascular se trata de mujeres que ya padecían de alguna cardiopatía congénita, en estos casos, la insuficiencia cardiaca ocurre entre el 10 y el 40 por ciento de las veces.

“Para prevenir complicaciones durante el embarazo, lo principal es que las mujeres diagnosticadas de alguna cardiopatía, ya sea congénita o adquirida, sean valoradas antes de quedarse embarazadas. Incluso, en ocasiones puede indicarse alguna intervención para corregir algún problema antes de la gestación”, explica la cardióloga del Servicio de Cardiología y Unidad Coronaria del Hospital Universitario de Santiago de Compostela, la doctora Milagros Pedreira.

Otra recomendación es con respecto al estricto control sobre el consumo de fármacos, determinar cuándo son realmente necesarios, ya que a veces deben sustituirse por otros al menos en el primer trimestre, como sucede en el caso de los anticoagulantes orales que toman las mujeres portadoras de algunas válvulas artificiales.

Es que el embarazo conlleva cambios fisiológicos en el corazón que son normales, aunque si se suman a patologías previas, pueden surgir problemas de mayor gravedad.

Desde la SEC recomiendan a cardiólogos, ginecólogos y matronas que, en caso de que se enfrenten a un caso de embarazo y cardiopatía, sigan las guías establecidas por la European Society of Cardiology (ESC) y, además, tengan en cuenta la posibilidad e importancia de ofrecer consejo genético por parte de los cardiólogos y la valoración de los métodos diagnósticos, sobre todo de imagen, tanto en la madre como en el feto.