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viernes, 27 de abril de 2012

La Vitamina K para el bebé nada más nacer‏

Cuando un bebé nace son varias las cosas que se hacen por protocolo para prevenir posibles problemas como poner pomadita en los ojos para prevenir conjuntivitis por el paso de bacterias de la madre en el canal del parto (hablaremos de ello en unos días) y administrarle vitamina K mediante una inyección intramuscular.

Si has tenido un hijo seguro que viste como la enfermera le pinchaba en una piernecita mientras te explicaba que era para que no sufriera una hemorragia. Pues bien, lo que le pincharon a tu bebé fue la vitamina K y, ciertamente, se administra para evitar el síndrome de hemorragia por déficit de vitamina K. En esta entrada vamos a explicar por qué se administra y si tiene sentido hacerlo o si podemos ahorrarle al bebé el pinchazo.

Qué es el síndrome de hemorragia por déficit de vitamina K

Se trata de un síndrome raro, que se da en muy pocos casos, pero que puede ser muy grave o peor (que el niño se muera), en el que el bebé sufre una hemorragia moderada o severa por falta de vitamina K. Se trata de un síndrome que puede presentarse de tres formas distintas:

Comienzo temprano durante las primeras 24 horas desde el nacimiento.
Comienzo durante la primera semana tras el nacimiento, presentándose normalmente con sangrado oral, umbilical o rectal.
Comienzo tardío, tras la primera semana y casi exclusivamente en bebés alimentados con lactancia materna y bebés con enfermedad hepática o malabsorción. En más del 50% de estos niños se produce hemorragia intracraneal.

¿Tiene sentido administrar la vitamina K a los bebés?

La vitamina K puede darse a los bebés de manera oral, aunque hace falta repetir la administración varias veces, mientras que si se hace mediante inyección intramuscular es suficiente con una sola dosis. Hay personas que se preguntan hasta qué punto es necesario hacer daño al niño si la enfermedad se da solo en contadas ocasiones y, aunque en parte tiene cierta lógica, no debemos olvidar que la hemorragia por déficit de vitamina K puede ser muy peligrosa para un recién nacido.

La duda sobre la administración de la misma aumentó cuando entre los años 1990 y 1992 aparecieron dos estudios (aunque ambos fueron dirigidos por la misma persona) en los que se sugirió que la vitamina K administrada de manera intramuscular podría estar asociada a un mayor riesgo de desarrollo de cáncer infantil (pero no si se administraba vía oral).

Tres estudios posteriores realizados por diferentes investigadores entre 1998 y el 2003, en cambio, concluyeron que no se apreciaba relación entre la administración de la vitamina y la frecuencia de cáncer por lo que, a falta de más estudios que hablen sobre ello, no existe relación directa entre el cáncer infantil y la vitamina K intramuscular.

Evidencia científica acerca de la vitamina K

Una revisión sistemática de estudios sobre la vitamina K y el síndrome de hemorragia por déficit de vitamina K (recordemos que las revisiones son muy fiables, porque sólo utilizan estudios serios y bien realizados) concluyó que cuando los niños recibían vitamina K intramuscular el riesgo de hemorragia era significativamente menor.

A la luz de los datos y tras haberse descartado el cáncer infantil por administrar la vitamina K IM lo lógico, y lo que sugiere el Ministerio de Sanidad y Política Social en su Guía de Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal es lo siguiente:

La profilaxis con vitamina K de los recién nacidos debería ser ofrecida para prevenir el raro, aunque grave y a veces fatal síndrome de hemorragia por déficit de vitamina K.

Según esto los profesionales deberían ofrecerla y, hoy por hoy, creo que no se suele preguntar a los padres, sino que se administra directamente. Personalmente, en algo así, no me molesta que no pregunten, aunque como siempre lo ideal es que se explique qué se le administra al bebé y por qué.

¿Es mejor intramuscular o puede dársele al bebé vía oral?

En una próxima entrada hablaré de cuál es la vía de administración más recomendable, respondiendo a una pregunta que nos hicimos Miriam y yo antes de tener a Guim, pues dudábamos entre dejar que le pincharan una sola dosis intramuscular o darle nosotros la vitamina K por vía oral y evitarle el pinchazo.