-
-
-

lunes, 14 de mayo de 2012

Cambiar la posición de parto con epidural evita lesiones y episiotomías

Ya se sabía que dejar que la mujer adopte la postura de su conveniencia durante el parto mejora las cosas: el proceso se acelera y se evitan lesiones como desgarros y daños en el suelo pélvico.

Pero en algunas maternidades, al colocar a la mujer anestesia epidural en el parto se la imposibilitaba de moverse. Un nuevo estudio español publicado en International Urogynecology Journal determinó que dejar que la mujer adopte distintas posiciones aún con el uso de epidural, previene lesiones como desgarros, daños a los tejidos y evita tener que recurrir a episiotomía.

Este modelo alternativo propone que la madre adopte distintas posturas tras la dilatación completa, ayudando así a que la cabeza del bebé baje hasta casi salir. Es que protocolarmente, la mujer que recibe anestesia pare en posición tradicional, tumbada con los pies en los estribos de la camilla. En este modelo, la posición de las mujeres variaba entre sentada, a cuatro apoyos o cuadrupedia, cuclillas en suspensión y de rodillas, de acuerdo a su comodidad.

Ya para el alumbramiento la posición que se adoptó fue con la madre de lado, con la columna y pelvis en posición neutra y la pierna de arriba con rotación interna, debido a que de esa manera la musculatura abdominal se ve favorecida para empujar. El uso de epidural ayuda a controlar el parto para evitar daños a los tejidos, ya que al atenuar la sensación de dolor y presión, la madre puede controlar mejor la fuerza y los pujos.

Este nuevo modelo de parto tuvo menor incidencia de incontinencia urinaria tras cuatro meses de dar a luz, y además tuvo menos episiotomías: un 21 por ciento frente al 51 del parto tradicional.

Asimismo, es un modelo relativamente fácil de implementar ya que los paritorios no requieren de instrumentales o equipamientos distintos a los que ya tienen.

Cuando la madre se mueve durante este proceso, se agiliza la dilatación completa y la expulsión. Tras estudiar los casos de 195 mujeres, se observó que el daño perineal y de suelo pélvico fue hasta un 28 % menor entre las gestantes que optaron por el modelo alternativo, a diferencia de quienes eligieron el modelo tradicional.