-
-
-

lunes, 28 de mayo de 2012

Cómo lograr que tu hijo de un año sea independiente

Es muy común que los niños de un año quieran estar siempre con su madre, e incluso que rechacen a su padre o a familiares a los que no ven a diario. Precisamente porque están dejando de ser bebés, necesitan apoyarse en su principal figura de referencia. Los padres podemos ayudar a nuestros hijos de esta edad a ser cada vez más independientes.

¿Cómo lograr que el niño sea independiente sin separarnos de él?

Responder siempre a sus demandas de cariño, seguridad y atención, acogerle siempre que nos busque, pero sin pretender que esté pegado a nosotros.

Hay que permitir al niño alejarse y regresar libremente en la medida en la que le apetezca y necesite.

Es importante no quitarnos al niño de encima como si fuese un molesto engorro. Esta actitud de los padres aumenta su angustia y su insistencia en estar pegado a nosotros (eso es el " apego inseguro" o "ansioso").

No debemos mostrar ansiedad ante una pequeña separación. Si lo hacemos de un modo tranquilo y relajado, sin reflejar inquietud, esa será para el niño una pista importante de que no hay nada que temer. Hay padres que, sin darse cuenta, transmiten al niño su propia angustia de separación.

Ir estableciendo pequeños límites razonables. Los padres tienen la necesidad de reservarse ciertos momentos para ellos: para hacer una comida, ir al baño o atender el teléfono. Podemos decirle: "Mientras mamá habla por teléfono tienes que esperar" o "no puedes estar junto a mí cuando estoy cocinando".

Debe empezar a jugar solo. Debe hacerlo poco a poco. Empecemos a jugar juntos con algún material interesante, y después disminuyamos progresivamente nuestra intervención, pero mostrémonos implicados e interesados en lo que hace. Podemos alejarnos un poco y seguir con nuestras tareas, pero en un radio que nos permita mantener contacto visual. Posteriormente, podemos incluso ausentarnos algunos ratos de la habitación, pero hablándole frecuentemente y visitándole de cuando en cuando para animarle, elogiar sus hazañas y resaltar lo que está haciendo "él solito".

Reservar algunos ratos para estar plenamente con él, dedicándole toda nuestra atención. Es la vivencia de esos momentos lo que le ayudará a construir su confianza y seguridad internas y a soportar algunos ratos de soledad. En cambio, si nunca nos tiene plenamente, le costará también mucho más soportar nuestra ausencia.