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martes, 14 de agosto de 2012

La actividad se “contagia” de padres a hijos

En la actualidad, es preocupante la epidemia de obesidad que se registra en todos los países desarrollados, y buena culpa de ello la tiene la falta de actividad física. A una alimentación deficiente, se le suma el hecho de que la mayoría de los niños pasa sus horas libres en actividades sedentarias.

Los padres son capaces de estimular a sus hijos a realizar actividad física, ya que es algo que se dispersa en la familia: cuando los padres se activan, lo hacen también sus hijos y todos – niños y adultos – salen ganando en salud y en vínculos fortalecidos.

Un estudio del National Jewish Health de Denver – Estados Unidos – determinó que el nivel de actividad física entre padres e hijos se correlaciona, y más aún en los fines de semana cuando la familia tiene más tiempo para compartir.

Estudiando sobre el sobrepeso y la obesidad infantil, se propuso a un grupo de niños de 7 a 14 años caminar 2.000 pasos más al día, para incrementar su gasto calórico y su actividad.

Concretamente, el estudio determinó que cuando mamá o papá se movían más, sus hijos llegaban a la meta o incluso la sobrepasaban. Utilizando podómetros se pudo medir la cantidad de pasos, y la correlación entre padres e hijos.

Como la mejor manera de enseñar es con el ejemplo, entonces si quieres hijos activos, debes comenzar por hacerlo tú.