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lunes, 6 de agosto de 2012

Pequeños ladrones. ¿Qué hacer si el niño roba cosas?

En los niños mayores el hurto es siempre preocupante, y más aún si se da con reiteración. Sin embargo, no es lo mismo robar a los cuatro años que hacerlo a los doce. El psicólogo Luciano Montero nos explica cómo interpretar los robos en función de la edad del niño y qué podemos hacer los padres.

Debemos hacer una distinción sobre cómo tratar los hurtos y pequeños robos infantiles según la edad. Cuando un niño de cuatro años sustrae algo, ni siquiera es adecuado llamarlo propiamente hurto, del mismo modo que las mentiras tampoco pueden considerarse mentiras con todo el peso de ese concepto.

Hasta los 3 o 4 años

En estos primeros años los niños todavía no tienen un claro sentido de lo propio y de lo ajeno. Solo a partir de esa edad empiezan a tomar conciencia de lo que pueden y no pueden tomar para sí.

Hasta los 6 años

Aunque pueda inquietar a los padres, robar todavía no tiene trascendencia moral, y deben afrontarlo con explicaciones benévolas y lógicas que vayan introduciéndole en la noción de lo propio y de lo ajeno.

A partir de los 6 o 7 años

Los niños adquieren una noción clara de la propiedad y por lo tanto ya tienen conciencia de lo que hacen. Es a esta edad cuando puede empezar a hablarse de hurtos.
¿Cómo debemos actuar los padres si descubrimos que nuestro hijo roba?

Si pillamos robando a nuestro hijo, debemos dedicarle más tiempo y atención y mostrarnos más cercanos, especialmente el padre del mismo sexo.

En cualquier caso, no hay que llamar nunca a un niño ladrón, incluso si ha robado más de una vez, ya que esa etiqueta no le ayudará a corregirse. Si acaso se le puede decir «no te gustaría que te tomen por un ladrón».

También podemos decirle que todo el mundo puede cometer ese error alguna vez, pero es importante dejarle claro que no se debe repetir.

Hay que procurar que devuelva lo sustraído cuanto antes con una disculpa.