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viernes, 14 de septiembre de 2012

No es bueno colocar calzado a bebés que no caminan

Expertos en desarrollo infantil advierten sobre la necesidad de no calzar a bebés hasta tanto no empiecen a caminar, con la finalidad de no entorpecer el correcto desarrollo de su pie y previniendo problemas posteriores.

Concretamente, han sido los doctores del el Hospital Nisa Pardo de Aravaca los que explicaron los motivos de escoger un buen calzado infantil, y prescindir de ellos hasta tanto el niño no comience a caminar y realmente los necesite.

El pie es un órgano en constante evolución, y colocar un zapato por estética puede hacer que las distintas partes del pie se vean presionadas y no se desarrollen en forma correcta. Antes de comenzar a caminar “la estructura ósea de un niño tarda en consolidarse completamente”, como explican los médicos, razón por la cual un zapato es contraproducente.

Así, hay que tener cuidado al elegir zapatos para niños, puesto que si durante la infancia se altera su normal crecimiento, tendrán problemas para caminar o practicar deportes durante toda su vida, incluso traería problemas articulares o en la columna vertebral durante la adultez.

Es así que hasta comenzar a desplazarse, basta con calcetines o patucos, nada de zapatos. Cuando se llega a la fase de gateo, poner un zapato flexible de tejidos nobles, que además de resguardar del frío, le proteja de los golpes. Debe tener protección tanto en la puntera como en el talón y suela blanda de 2-3mm. Es conveniente vigilar los pies por si aparecen roces.

Entre los 12 meses y los tres años, optar por calzado con suelas flexibles que le permitan sentir cualquier terreno. Es bueno si tiene velcro, así se favorece su desarrollo psicomotriz, ya que el propio niño puede atarse y desatarse.

Entre los 4 y los 7, debe llevar un zapato adecuado para evitar lesiones e impedir que sufra ninguna patología.

De los 7 a los 14 años, no hay que dejar que la moda sea la que rija los zapatos, sino vigilar siempre la calidad, ya que son los años cuando se establecen la marcha adulta.

A la hora de salir a comprar zapatos hay que tener en cuenta que:

-En los primeros meses, ponerle calcetines o patucos para proteger del frío.

-Nunca calzar al niño antes de que empiece a andar.

-No usar calzado abotinado, porque no permite la movilidad del tobillo.

-La suela debe ser suficientemente flexible para permitir la movilidad de las articulaciones.

-La punta del zapato debe ser ancha y larga, para que puedan mover los dedos libremente.

-El calzado debe ser de materiales transpirables y pieles flexibles.

-Debe tener mayor longitud que el pie: de 1 a 1,5 cm más grande que el dedo más largo.

-Los zapatos deben cambiarse con frecuencia por otros más apropiados para el tamaño del pie.

-No debe molestar al uso, aunque sea nuevo.

-Si la suela se desgasta anormalmente en poco tiempo, se debe acudir al podólogo para un estudio biomecánico y poder descartar posibles trastornos en la marcha.

-Andar descalzo por terreno irregular favorece el desarrollo del niño.

-No usar zapatos con soportes plantares estándar. Si son necesarias plantillas, deben realizarse a medida.