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jueves, 28 de marzo de 2013

La comida chatarra puede volverse adictiva desde el vientre

Cuidar la dieta en el embarazo es importante para asegurar al bebé los nutrientes que necesita para desarrollarse con toda salud, pero además, para tratar de que a lo largo de su vida, se incline más fácilmente a la alimentación sana.

Es que un estudio encontró que aquellas mujeres que consumen la famosa “comida chatarra” durante el embarazo, producen un cambio en el cerebro de sus bebés que se traduce en una menor sensibilidad a las sustancias opiáceas, las cuales se liberan con el consumo de alimentos ricos en grasas. Esto significa que el niño nace con alta tolerancia a las comidas rápidas, por lo que tendrán mayor compulsión a ingerirla.

El estudio logró determinar que la adicción a la comida basura es real, ya que tiene sustancias que “se acopla a la química del cuerpo del mismo modo que lo hace el opio, la morfina o la heroína”, explicaron los investigadores.

“Los resultados de esta investigación nos permitirán informar mejor a las mujeres embarazadas sobre los efectos de su dieta en el desarrollo de sus bebés, así como el posible riesgo de contraer enfermedades metabólicas. Esperemos que esto les motive a escoger dietas saludables, ya que así tendrán niños sanos”, añadió Beberly Muhlhausler, del centro de investigación FoodPlus de la Universidad de Adelaide (Australia).

En un estudio realizado en ratas, se halló que la reducción de la ingesta de grasa y azúcar fue menos eficaz en las crías de madres alimentadas con comida con alto contenido en grasa, y su cría tenía más inclinación a ella.