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viernes, 9 de marzo de 2012

Para que no te sorprenda el mal tiempo

Hoy me gustaria hablarles de una página web que podría serles útil para todos aquellos que viven en el territorio español.

Muchas veces salimos a oxigenarnos algún fin de semana y buscamos que el día sea el más propicio para viajar preferentemente que sea una mañana con buen clima y temperatura. Agarramos la ruta y después de unas horas nos encontramos manejando bajo una fuerte lluvia, a quien no le paso, quien lo iba a pensar cierto.

Para que no te sorprenda el tiempo y no te arruine tus escapas podes consultar el TiempoyTemperatura.es una web con la mejor información sobre el clima con la mejor exactitud de los datos facilitados por FORECA y AEMET.

El servicio de predicción meteorológica ofrece información detallada de más de 26.000 municipios y localizaciones en España, y de más de 80.000 en el resto del mundo. Pretende dar, por tanto, servicio integral a todos los usuarios, indistintamente de su localización geográfica o de sus necesidades de predicción.

Con una interfaz de una gran calidad gráfica e inmejorable y su integración con redes sociales, tendrás en tus manos una herramienta online de consulta de primera.

Incluye la información de más de 1.000 playas de las costas españolas con multitud de datos, no solo del estado de las mismas, sino de los servicios que podrás encontrar en cada una de ellas.

jueves, 8 de marzo de 2012

10 claves para elegir colegio

Sin darnos cuenta, ya ha cumplido tres años y en unos meses empezará a ir al colegio. ¿Sabes ya a cuál? Es una decisión importante, allí pasará la mayor parte de su tiempo, realizará gran parte de sus aprendizajes, se desarrollará en todos los aspectos y consolidará sus vínculos.

Elegir colegio puede ser un dilema para los padres, ya que es difícil escoger centro ante la amplia oferta educativa que existe: ¿bilingüe?, ¿religioso?, ¿ escuela pública o privada?, ¿el de al lado de casa o ese tan bueno con un método pedagógico propio que está muy lejos? Te ayudamos a elegir.
Las 10 preguntas que debemos hacer antes de elegir colegio

1. ¿Cuál es el proyecto educativo del centro?

La forma en que transmiten los conocimientos en el colegio: qué método de aprendizaje utilizan y si tienen alguna orientación pedagógica concreta. También es bueno tener referencias sobre los puntos fuertes del centro: si destaca por su formación musical, nuevas tecnologías, literatura, deportes, oratoria...

Si se trata de un método pedagógico alternativo, los padres tienen que comprobar primero que está certificado por el Ministerio de Educación, implicarse más en el seguimiento de los estudios y comprobar que en cada etapa se cumplen los objetivos que marca el ministerio.

2. ¿Cuántos alumnos hay por clase?

Lo normal son 20 o 30 alumnos por aula. Claro que, si el colegio cuenta con clases más reducidas, es un punto a su favor, porque la atención al niño será más personalizada.

3. ¿A qué distancia está el colegio?

Es importante tener cuenta este aspecto, porque depende de dónde esté tendrán que coger transporte o no. Además, si hay que ir a recogerlo, estará supeditado a nuestro horario de trabajo. Sin embargo, no es determinante, porque a veces compensa lo que nos ofrece el colegio aunque esté más lejos. Todo depende de las preferencias de los padres.

4. ¿Qué importancia le dan a los idiomas?

¿Es un centro bilingüe?, ¿ofrecen otros idiomas, a parte de inglés y español? Un punto fundamental en la preparación del niño, que ha dejado de ser exclusivo, porque ahora también existen colegios públicos bilingües.

5. ¿Cuál es el ideario del colegio?

Cuáles son las líneas morales, religiosas e ideológicas del centro. Estas deben adaptarse a la educación que queremos dar a nuestros hijos y a nuestras creencias, para que no haya contradicciones.

6. ¿Cómo es el día a día en el centro?

Para ello, nada mejor que visitar el colegio, ver cómo son las clases, informarte de cómo distribuyen el tiempo, hablar con otros padres que tienen ahí a sus hijos sobre su experiencia… En definitiva, ver en vivo y en directo cómo van a estar los niños en la escuela.

7. ¿Incluye comedor?

Y si es así, ¿qué tipo de alimentación ofrecen? Más allá de los conocimientos que pueda adquirir en el colegio, una dieta sana y equilibrada es determinante para la salud y el desarrollo del niño.

8. ¿Qué actividades extraescolares ofrece?

Las actividades extraescolares son importantes para que el niño pueda desarrollar otras competencias y habilidades. Presta atención a sus gustos y a la oferta del centro.

9. ¿A qué hora salen del colegio?

Los horarios del centro deben ser compatibles con el trabajo y actividades de los padres, para que el niño pueda estar bien atendido y no haya nunca problemas a la hora de recogerlo.

10. ¿Ofrece buenas instalaciones?

Hay que tener en cuenta las herramientas con las que cuenta el centro, sobre todo las nuevas tecnologías, como ordenadores y pizarras electrónicas, con las que el niño va a crecer y serán determinantes en su futuro.

¿Mi bebé toma suficiente leche?

Una duda habitual que asalta a todas las madres que dan el pecho es si su leche es suficiente para alimentar al niño. Es habitual que las mamás, en especial si son primerizas, piensen que no producen lo suficiente para dejar al bebé satisfecho.

Una duda habitual es que si las mujeres de pecho pequeño dan suficiente leche. Cabe señalar que si existe algún grado de correlación entre el tamaño del pecho y la cantidad de leche, las favorecidas son las mujeres de pecho pequeño, ya que contarán con mayor tiempo para amamantar al niño. Los pechos voluminosos varían en tejido adiposo, no en el tamaño de las glándulas mamarias.

Es poco habitual que una deficiencia glandular haga que se produzca poca leche. A veces, tiene que ver con alimentar a demanda y poner más tiempo al niño a mamar para generar buena cantidad de leche. Para comprobar que la leche sea suficiente, tener en cuenta que tras los primeros días el niño debe aumentar entre 100 y 200 gramos a la semana, por ello hay que realizar controles médicos y verificar que el niño no pierda peso o se vea desganado.

Dado que la cantidad de leche se regula con la frecuencia de las tomas, es importante extraerse leche si se va a estar ausente por unas horas.

Una forma de asegurar aún más que la leche sea buena es tomar levadura de cerveza. Normalmente, se administra a personas que sufren de mucho estrés, ya que es rica en vitaminas del complejo B, hierro y proteínas.

Muchas mamás han descubierto que esta levadura contribuye a aumentar su producción de leche. Se mezcla una cucharada de levadura de cerveza al día con cualquier bebida sin alcohol.

¿Por qué existen los hijos favoritos?

Cuando hablábamos de los hijos favoritos, ya apuntábamos algunas razones por las que se prefiere a un hijo respecto a otro u otros, y hoy queremos profundizar en esta compleja cuestión. Y es que el hecho de preferir a uno de los hijos puede ser explicado desde distintos puntos de vista.

Y sí, ya sé que muchos diréis que no queréis más a un hijo que a otro (yo también lo digo), pero desde el punto de vista biológico, psicológico y cultural no es tan extraño explicar este fenómeno de inclinaciones o preferencias, que parece más común de lo que podríamos pensar. Otra cosa es que se pueda generalizar.

No obstante, hay quien lo hace, y el autor de un famoso artículo publicado en la revista “Time” hace unos meses y titulado “Why Mom Liked You Best” (“Por qué a mamá le gustas más tú”), Jeffrey Kluger, también escritor del libro “El efecto de los hermanos”, señala que “El 95% de los padres tiene un hijo preferido y el 5% restante, miente”.

El reportaje tiene el subtítulo de “La ciencia del favoritismo” y entre paréntesis en la misma portada se señala que “Por supuesto, ella jamás lo admitiría”.

Para llegar a esta afirmación el periodista se basa en investigaciones que analizaron la dinámica familiar. Entre ellos, el trabajo de Catherine Conger, de la Universidad de California (Estados Unidos), quien tras visitar a unas 400 familias para conocer sus interacciones, concluyó que “el 65% de las madres y el 70% de los padres exhiben preferencia por uno de los hijos, usualmente el mayor”.

Pero vamos a adentrarnos en este apasionante mundo de las preferencias entre hermanos, no sin antes señalar que muchos autores insisten en que es más correcto hablar de afinidades, de cercanía, de inclinaciones hacia uno u otro hijo.

Factores psicológicos

El inconsciente tiene mucho que decir en nuestros favoritismos con los hijos (y con cualquiera). En este sentido, existen varios patrones distintos a la hora de inclinarnos por alguna persona, como adelantábamos en el post anterior sobre los hijos favoritos.

Dependerá de muchos factores que en unas familias se den unos u otros patrones, e incluso las preferencias pueden cambiar a lo largo del tiempo patrones distintos explicar los favoritos de dos progenitores de una misma familia. Algunos comportamientos que se repiten son:

Se “reparten” los hijos y el varón es el preferido de mamá mientras que las niñas son las favoritas de papá. Si los niños son más de las mamás y las niñas de los papás podría ser debido a que inconscientemente buscamos una versión “moldeable” de nuestra pareja. Uno no está satisfecho por completo con su pareja y encuentra un “modelo mejorado” del mismo en sus hijos. No obstante, en este caso también podría darse un mayor grado de exigencia con el hijo (cuando crecen) que podría hacer variar los favoritismos al producirse un posible rechazo de los hijos. De cualquier forma, que esta explicación no sería válida en el caso de dos hijos (o dos padres) del mismo sexo.

También puede darse el caso de vernos proyectados en alguno de nuestros hijos, el que se parece más a nosotros y en el que vemos una posible “versión mejorada” de nosotros mismos. Se trata de una especie de cercanía emocional que nos hace preferir a ese hijo. Si el otro hijo se parece más al otro progenitor, puede que veamos en él sus carencias, proyectemos los enfados, las tensiones, le restemos atenciones…

Además podríamos proyectar en el hijo favorito, no a nosotros o a nuestra pareja, sino a alguien que ya no está, a algún familiar ya fallecido (tíos o abuelos…) y que el progenitor quería mucho.

Pero también es posible que inconscientemente nos sintamos más preocupados por el hijo menos parecido a nosotros, porque buscamos entenderlo más, queremos gustarles más…

Hay hijos que llegan en un momento vital determinado para “llenar un vacío” (un familiar fallecido…), porque son los primeros en llegar o por el contrario costó mucho que llegar…

Frecuentemente es el hijo mayor el favorito porque es el hijo al que dedicas más dinero, recursos, atenciones… Entonces, cuando llega el segundo hijo, el primero sirve como un ejemplo de cómo son las cosas.

No obstante, el menor también tiene posibilidades de ser favorito, por una especie de compasión, para intentar equilibrar y porque el pequeño es el que más necesita a los padres (sobre todo a las madres y si los otros hijos son ya mayores) en ese momento.

Factores biológicos

Junto al inconsciente, la biología juega un papel importante en las relaciones paternofiliales. Estamos lejos de determinados comportamientos del reino animal que mata a las crías más débiles o enfermas. Pero tal vez la huella genética nos vuelca hacia los hijos que vemos más fuertes y capaces.

Se trataría de una estrategia que llevamos impresa en nuestros genes para sobrevivir. Cuando nuestros antepasados no podían mantener a todos sus descendientes, intinstivamente establecían una escala de preferencias, privilegiando al que creían que tenía más probabilidades de salir adelante (los varones por perpetuar la descendencia, pero también los más hábiles, fuertes, inteligentes…).

Según Kluger, el periodista especializado en temas de salud en “Time”, del que hemos hablado en la introducción, los seres humanos están biológicamente programados para preferir un hijo sobre otro. Para él, “El acto narcisista de reproducirnos impulsa a los padres en favor del hijo mayor, el más saludable, el que tendrá más éxito reproductivo”.

No obstante, pienso que en este punto y en el caso de las personas tal vez podría darse el caso contrario, que nos inclinemos por el hijo más débil, el más vulnerable, el que consideremos que necesita más protección. Así lo asegura por ejemplo la psicoanalista norteamericana Ellen Libby, autora del libro “El hijo favorito”:

Que un padre prefiera a un hijo es algo natural. Algunos eligen al más atlético o al que le va mejor en la escuela porque los hace sentir exitosos como padres. En cambio, otros eligen al menos virtuoso porque requiere más atención.

Factores culturales: los chicos, favoritos

¿En el caso de los seres humanos, los varones tienen ventaja? Tradicionalmente se ha preferido la descendencia masculina que perpetuara el apellido familiar. Muchas veces las hijas eran más una carga y al final acabarían en otras familias si aportar nada a la propia (y por desgracia esto no es ajeno a la actualidad en muchas culturas).

Hace unas décadas, sin ir muy lejos, en muchas familias se prefería dar oportunidades de estudio a los hijos antes que a las hijas. En la actualidad en familias con pocos recursos también puede darse este hecho.

Los factores culturales también están muy relacionados con los biológicos. Por ejemplo, tradicionalmente en las zonas rurales de China se mataba a la primera hija si era mujer porque estas no podían ayudar en el campo y todo el trabajo recaería sobre el padre. Después de que hubiera algún hijo varón ya se “aceptaban” las niñas.

En definitiva, se trata de factores de naturaleza muy distinta los que explicarían que se prefiera a un hijo respecto a otros.

Los motivos son muy variados y complejos, pero el caso es que no es raro ni “antinatural” que se prefiera a uno de los hijos, aunque sería mejor hablar de “afinidad” o cercanía, incluso de “simpatía”. Siempre que exista un afecto por todos, no se le reste atenciones y se les valore en su justa medida, este hecho no tiene por qué afectarnos a nosotros o a ellos.

sábado, 3 de marzo de 2012

Niños: Los beneficios del deporte

Entre los 3 y los 6 años los niños pueden tener su primer contacto con el deporte. Ojo: aún son muy pequeños para aprender reglas complejas o competir. En el predeporte lo importante no es ganar, sino aprender y divertirse en grupo con actividades que implican movimiento. Ballet, fútbol, artes marciales…

Los beneficios del predeporte

El predeporte o deporte para los niños más pequeños les ayuda a desarrollar la motricidad, la coordinación, el control de las posturas y el equilibrio. Además, les da unos patrones básicos que les servirán en la práctica de cualquier deporte cuando sean mayores.

Los juegos predeportivos mejoran la percepción, el sentido del equilibrio y el ritmo de los niños mediante ejercicios como saltar, girar, desplazarse (hacia delante o hacia atrás, a gatas, en cuclillas, a la pata coja, sobre colchonetas y bancos); trepar (por ejemplo, en las espalderas); llevar objetos, como pelotas o aros, con una mano, entre dos compañeros, con los ojos cerrados, etc. Suelen acompañarse al final de cada sesión de pequeños ejercicios de relajación.

El deporte, una escuela de habilidades sociales

Estas actividades son muy importantes para el aprendizaje de las habilidades sociales, ya que fomentan la relación del niño con sus compañeros, les permiten experimentar la integración en un grupo, y les enseñan unas reglas de juego que todos deben aceptar.

Además, los monitores de la escuela infantil se encargan de que cambien constantemente de rol dentro del mismo juego, por ejemplo, para que todos los niños se relacionen entre sí y desempeñen todas las funciones posibles (perseguidor y perseguido, portero y goleador...).

Células madre en el ovario desafían al reloj biológico

Un nuevo hallazgo científico consiguió obtener precursores de óvulos humanos a partir de células madre del ovario, lo cual pone patas arriba el principal obstáculo de la fertilidad, que es el reloj biológico de la mujer y las fallas ováricas.

En efecto, el descubrimiento abre las puertas para que las mujeres puedan tener sus propios óvulos y de calidad, aún tras la menopausia o en fallas ováricas tempranas, también para aquellas que producen óvulos de poca calidad.

Johnatan Tilly, del Hospital General de Massachussets, cuestiona esas verdades inamovibles, explicando que en el ovario hay células madres adultas que cumplen un importante papel en la producción de óvulos.

Tras aislar estas células madre, que obtuvo de tejido ovárico donado al Satiama Medical Center de Japón por mujeres que se sometieron a un proceso de cambio de sexo, las cultivó y, en el laboratorio, las células generaron ovocitos inmaduros (oocitos) de las mismas características que los humanos.

Con ello, las mujeres en una edad biológica en las que ya sus ovarios producen óvulos fértiles con mucha dificultad, podrían recurrir a esta técnica para obtener sus óvulos y así ser madres.

“Podríamos producir óvulos nuevos a partir de ovarios viejos, lo que representaría la solución a un importante problema al que nos enfrentamos ahora, y evitaría la necesidad de acudir a programas de preservación o de donación de óvulos”, señala.

Para el investigador, sería como contar con un Plan B: la mujer podría recurrir a esta técnica si sus ovarios no logran producir óvulos naturalmente.

Claro que estos descubrimientos generan controversia, lo cierto es que a muchas mujeres abre una luz de esperanza.

Niños que respiran por la boca y el frío

Me ocurre muy a menudo en mi trabajo que para explicar a los más pequeños cómo respiramos, acudo a aquella maravillosa serie de hace unos años llamada “Érase una vez… el cuerpo humano”. Les cuento como se debe respirar por la nariz, ya que es ahí donde tenemos unos cepillos que limpian todo el aire que tomamos y sólo pasan las burbujitas de oxígeno, quedándose atrás el polvo o los ácaros entre otro tipo de suciedades.

Y es que es muy importante para nuestros hijos (y para nosotros también, obviamente) que en esta temporada en las que las temperaturas aún no son del todo demasiado agradables, en especial a primera hora de la mañana, al llevarles al colegio, respirar la nariz para evitar problemas de salud. Pero en ocasiones ocurre que hay pequeños que no les resulta tan fácil respirar de forma inconsciente por la nariz. Por ello, hoy vamos a ver la relación existente entre niños que respiran por la boca y el frío.

A muchos niños les gusta, cuando hace frío, expulsar aire por la boca para ver el “humo” que les sale o para dibujar figuras en un cristal empañado. Esto está muy bien, pero debemos tener cuidado que al hacerlo no se acostumbren a tomar aire por la boca, ya que ésta no es la función principal de esta parte de nuestro cuerpo: le corresponde a la nariz.

La nariz calienta, humidifica y limpia (recordad a nuestros amiguitos de “Érase una vez…”) el aire que por ella pasa. Si la nariz está obstruida por cualquier motivo, el pequeño se verá obligado a respirar por la boca, lo que ocasionará que el aire entre directamente por la boca.

Este aire que toma el pequeño será frio, seco y sucio, lo que hará que las mucosas que cubren la garganta se sequen e irriten, provocando tos, dolor y disminuyendo las defensas locales, favoreciendo así las infecciones. También puede llegar a producir alteraciones fisiológicas que pueden afectar al desarrollo físico y psíquico. Así, cuando un niño respira con la boca abierta (especialmente mientras duerme, aunque también lo puede hacer durante el día) estamos ante lo que se denomina síndrome de respirador bucal.

¿Cómo saber si mi hijo es respirador bucal?

Se considera que todo niño que respire por la boca (ya sea de manera continuada o en distintas situaciones) es un respirador bucal. Este tipo de respiración puede deberse a que la nariz esté obstruida, a diferentes hábitos viciosos que tiene el niño o por la anatomía de la nariz. Afecta tanto a lactantes, como a niños y a adultos, siendo en las grandes ciudades donde más casos se pueden encontrar.

El niño que toma aire por la boca tiene algunas características básicas que permiten reconocerlo fácilmente. Los síntomas más frecuentes que podemos encontrar en estos casos son, entre otros, la tos seca (incluso también durante la noche), dificultades respiratorias, apneas obstructivas del sueño, sinusitis u otitis; incluso se dan problemas posturales donde vemos la cabeza inclinada hacia atrás, hombros inclinados hacia delante o pecho hacia dentro.

Pero no sólo podemos encontrar este tipo de peculiaridades en los niños que respiran por la boca, y que hay un elemento que también se ve alterado cuando no se toma aire correctamente y que muchas veces no se tiene en tanta consideración (si bien es cierto que poco a poco se va prestando más atención): el lenguaje.

El hecho de que el niño incline la cabeza hacia atrás, adoptando una posición de extensión, es un mecanismo inconsciente para facilitar y aumentar la de aire por la boca. Esto repercute en que se altera el tono muscular de la cara, lo que ocasiona distintas malformaciones que generan cambios en la morfología de la cara y, por extensión, en el lenguaje.

Cuando un niño toma aire por la boca, en lugar de hacerlo por la nariz de forma natural, se ven alterados también distintos aspectos de su anatomía que van a influir en la correcta producción del lenguaje oral. Por ejemplo, si el niño desde muy pequeño se acostumbra a llevar a cabo la respiración bucal, se pueden producir trastornos en el desarrollo del paladar (llegando a ser estrecho y hundido) y de la mandíbula. Otra consecuencia de estar en todo momento con la boca abierta es que los labios pierden su tonicidad, lo que podría dificultar el habla.

Así mismo, la lengua se encontraría en una posición atípica, permaneciendo en el suelo de la boca o incluso entre los dientes (lo que daría lugar a una malformación en la implantación dentaria) ocasionando problemas para articular algunos fonemas, especialmente el sonido /s/ el cual, al estar en posición adelantada la lengua, se sustituiría por el fonema /z/. Esta posición incorrecta de la lengua, junto a la falta de fuerza de los labios, puede también ocasionar problemas a la hora de comer (deglución atípica)

Finalmente, hay que hacer referencia a otro aspecto que se podría ver alterado si se prolonga en el tiempo la respiración bucal: al dormir con la boca abierta, y a causa de las apneas y los ronquidos, posiblemente no puedan descansar lo suficiente durante la noche debido a problemas de sueño (somnolencia durante el día, pesadillas…), traduciéndose esto cierta irritabilidad, impulsividad, falta de atención y dificultades de concentración, lo que va a repercutir, y no muy favorablemente, en el rendimiento escolar del pequeño.

Causas del síndrome de respirador bucal

Las causas más comunes por las que se puede dar que un niño tome aire por la boca son:

Rinitis alérgica: el taponamiento que hay en la nariz ocasiona la entrada directa del aire por la boca, irritando las mucosas y tejidos que se encuentran en el interior de la boca y garganta, disminuyendo las defensas locales y favoreciendo las infecciones.

Resfriado común.

Otros: tabique nasal desviado, malformaciones dentarias o hipertrofia de amígdalas.

Tratamiento

Será el médico pediatra quién orientará a los padres en el seguimiento y tratamiento de su hijo en el caso de que éste sea respirador bucal. También el otorrinolaringólogo podrá realizar un exámen al pequeño para descartar la existencia de hipertrofia de amígdalas, pólipos nasales o cualquier otro tipo de problema orgánico que dificulte la respiración nasal. El logopeda también toma un papel importante en estos niños, ya que pueden existir diferentes dislalias ocasionadas por las estructuras alteradas que toman parte en el habla. Otros profesionales que también pueden beneficiar al pequeño serán el odontólogo o el ortodoncista.

Conclusión

La combinación de niños que respiran por la boca y el frío puede ser muy devastadora para el pequeño ya que, como hemos visto, no sólo influye en la salud del pequeño, sino también en aspectos tales como el lenguaje, el desarrollo físico y el desarrollo psíquico. Así, el que un niño respire por la boca muchas veces pasa desapercibido y no se le da la importancia que se le debería dar, ya que sus repercusiones son muy importantes en el adecuado desarrollo de nuestro hijo.