No le va a pasar nada a tu hija porque no la pongas a eructar por la noche. Lo peor que le puede ocurrir es que tenga gases en la tripita, esté incómoda y se despierte. Pero si la haces eructar, se despierta seguro. Además, los niños de pecho, si están bien agarrados, casi no tragan aire, por lo que luego no eructan. No hay que hacer eructar a los niños. Todo lo más, durante el día, tenerlos un rato en brazos, en posición vertical, después de mamar. Si tienen gases, saldrán en pocos minutos. Y si no eructan, es porque no tenían gases.
Por: Dr. Carlos González
Pediatra especializado en alimentación y lactancia materna y autor de best sellers como ‘Mi niño no me come’, ‘Bésame mucho’ o ‘Un regalo para toda la vida’
-