Las bases del crecimiento y del desarrollo del niño se establecen durante el primer año de vida, por ello es tan importante que todo el proceso sea guiado por un especialista. Tener un pediatra de confianza es más que necesario para que te ayude y aconseje durante el primer año de tu guagua. Los controles del primer año se basan principalmente en el crecimiento físico, estado nutricional y desarrollo psicomotor del pequeño, además de velar por su buena integración al grupo familiar, vigilar el calendario de vacunas y fomentar la estimulación.
En todos los controles, el pediatra examina completamente al niño, fijándose especialmente en:
- El peso, la talla y la medida de la circunsferencia craneana del bebé.
- La piel. Observa color, posible dermatitis (coceduras del pañal), brote de vacunas.
- Las mucosas.
- Oídos y garganta.
- Inicio de la dentición.
- Ruidos pulmonares y ritmo cardíaco.
- Ombligo y abdomen. Descarta presencia de masas abdominales y hernias. Es frecuente que estas últimas aparezcan en el ombligo de los recién nacidos, y en ese caso hay que determinar si son benignas o es necesario operar.
- Displasia de caderas. Es una alteración ósea, que necesita ser corregida tempranamente, para evitar complicaciones cuando los niños empiezan a caminar. Es más frecuente en las niñas, pero la observación se hace a los dos sexos por igual. El control del tercer mes es particularmente importante porque determina, casi definitivamente, mediante una radiografía, si el bebé tiene displasia de caderas.
- La alimentación es un punto de especial cuidado en el primer año, ya que el niño pasa de la lactancia exclusiva a la introducción paulatina de papillas, cerca del sexto mes. El pediatra indica los alimentos a darle, cómo prepararlos y en qué horario y cantidad dárselos. Luego, dará indicaciones para que de a poco se amplíe la gama de alimentos que el niño puede recibir. También entrega las pautas para darle formulas lácteas, cuando se necesita complementar la lactancia materna.
- Vitaminas: Después de comprobar que todo esté bien, lo más probable es que recete un suplemento de vitaminas A, C y D, que se le deberán suministrar al bebé en una dosis diaria hasta los 6 meses. Ellas contribuyen al crecimiento y previenen enfermedades.
Via: mundomama
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