Seguramente muchas embarazadas saldrán de vacaciones en los próximos días. Si bien el embarazo no es un impedimento para salir de viaje ni mucho menos, hay ciertas precauciones que debemos tener en cuenta a la hora de planear las próximas vacaciones.
Siempre y cuando la gestación no haya presentado complicaciones como hemorragias, amenaza de aborto y no te encuentres demasiado cerca de la fecha de parto, no hay inconveniente para no disfrutar de unas merecidas vacaciones.
Desde luego, tampoco hay que ser inconscientes. Antes de viajar embarazadas debemos evaluar algunas cuestiones importantes como la seguridad sanitaria del lugar al que iremos, el medio de transporte en el que nos transportaremos, duración del viaje, etc.
El mejor momento
Por regla general, el primer trimestre (antes de la semana 12) y el último (después de la semana 28) no son los más recomendables para hacer viajes.
El período más idóneo para viajar es el segundo trimestre de embarazo, aproximadamente entre la semana 12 y la semana 28, dependiendo siempre de la situación particular de cada mujer y lo que su ginecólogo considere. En el cuarto, quinto y sexto mes las molestias han disminuido, el tamaño de la tripa todavía no permite disfrutar de paseos, caminatas y recorridos y el riesgo de parto prematuro es mínimo.
Al principio del embarazo las molestias como náuseas, vómitos y cansancio, si son muy intensas, pueden llegar a arruinar un viaje. Son los meses más delicados. Por su parte, los últimos meses no son recomendables para hacer un viaje demasiado largo, viajar a zonas de demasiado calor o allí donde no se garantice la atención médica adecuada en caso de parto.
Vayas donde vayas, si viajas después del séptimo mes es recomendable llevar contigo toda la documentación sobre la evolución del embarazo (ecografías, informes, análisis, pruebas médicas, etc)
Medios de transporte
Si viajas en avión, la mayoría de las compañías aéreas no recomiendan viajar después del séptimo mes por si pudiera producirse un parto prematuro.
Si el viaje es largo, elije un asiento cerca del baño (mejor del lado del pasillo), evita estar demasiado tiempo sentada, beber mucho líquido y lleva ropa cómoda.
El tren es probablemente el medio más recomendable. Si el trayecto es largo es preferible elegirlo con cabina y con un baño cerca. Lo mismo en caso de autobús, asiento-cama y con aseos.
El coche es el medio más utilizado para trayectos cortos. Ten en cuenta que debes parar cada dos horas para estirar las piernas. Si eres tú la conductora, evita las horas de demasiado calor y procura no salir los días de mayores desplazamientos.
El barco o crucero no es el medio más adecuado para los primeros meses si sufres náuseas y tienen restricciones para embarcar embarazadas que se encuentren en el tercer trimestre. Si viajas, se recomiendan los barcos grandes que cuentan con médico y enfermera a bordo.
Destinos
No es lo mismo un relajante viaje a una playa cercana que una excursión en plan aventura a un país exótico. Evidentemente, los riesgos son diferentes.
No se recomienda viajar a sitios de más de 3.000 metros de altura, ni viajar a zonas donde exista riesgo de contraer malaria, fiebre amarilla o enfermedades endémicas como cólera, dengue, paludismo, etc.
Tampoco se recomienda viajar a sitios que requieran vacunas que puedan suponer un riesgo para la embarazada. Consulta la página que ha puesto a disposición de los ciudadanos el Ministerio de Sanidad donde puedes consultar la vacunación requerida según destino.
Precauciones
En el caso de viajar embarazada, hay ciertos cuidados que por tu salud y la de tu bebé no debes pasar por alto como:
* Hidratarte: bebe mucho líquido, especialmente si viajas a zonas cálidas. La deshidratación es un riesgo que debes evitar. Por otro lado, al contrario de lo que pueda creerse, beber mucha agua ayuda a aliviar la retención de líquidos que se produce en el embarazo. Si viajas a otros países bebe sólo agua embotellada.
* No descuidar la alimentación: en vacaciones solemos relajarnos en este sentido, comemos más en restaurantes y menos comida sana. Evita las grasas, las comidas demasiado pesadas, controla las calorías y prefiere frutas y verduras, que además de ser sanas, te ayudarán a mantener a raya el estreñimiento, muy habitual cuando salimos de vacaciones.
* No dejes de hacer ejercicio, al menos una caminata diaria de media hora por la playa o por el monte te ayudará a no perder el estado físico.
* Protección solar: protégete la piel con cremas solares y evita la exposición al sol durante las horas centrales del día.
Contraindicaciones
Siempre será el ginecólogo, conociendo tu historial médico, quien evalúe si estás o no en condiciones de viajar dependiendo de la etapa de gestación, tus antecedentes y el destino al que viajas. En general, está desaconsejado viajar a las embarazadas que:
- Tengan hemorragias
- Hayan sufrido abortos, partos prematuros previos, embarazo ectópico o rotura temprana de bolsa.
- Tengan anomalías de la placenta, antecedentes de hipertensión arterial y/o diabetes.
- Sufran anemia severa