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martes, 18 de agosto de 2009

Sueños raros en el embarazo

Para quienes estamos embarazadas y cada vez más cerca de tener a nuestro bebé en brazos las noches son algo más movidas de lo habitual.

A las molestias propias del embarazo que nos impiden dormir placenteramente se suman unos sueños muy extraños que parecen reales, en ocasiones hasta angustiantes.

Es habitual tenerlos, y puede que aún más exacerbados cuando se trata de madres primerizas. Es normal sentir preocupación ante el gran cambio de vida que supone el nacimiento de un nuevo hijo.

Las preocupaciones sobre el cuidado del bebé, sentir emociones que nunca antes se habían sentido, las fantasías sobre el parto que se acerca, demás inquietudes y situaciones vividas durante el día hacen que de noche tengamos sueños tan vívidos que parecen reales.

En ocasiones los sueños son tan intensos que rozan la alucinación. Es esperable, y hasta saludable, que nuestra cabeza está centrada en los asuntos que rodean al embarazo y al bebé y ellos ocupen gran parte de nuestros pensamientos.

Los sueños parecen reales. Representan escenas angustiosas como que el bebé llora y no lo oímos, tiene hambre pero no podemos alimentarlo, se cae de la cuna, se golpea, o un sueño recurrente entre embarazadas en el que la madre no encuentra a su bebé que llora perdido entre las sábanas.

Es bueno contar los sueños y compartirlos con tu pareja para que sean sólo eso, fantasías y no se conviertan en traumas.

Si los sueños raros pasan a ser pesadillas recurrentes que provocan verdadera angustia en la madre es conveniente que lo hables con tu médico o con un psicólogo.

Por lo demás, intenta ocupar tu cabeza con intenciones positivas relacionadas con el parto y el bebé, imaginarte el momento en que esté en tus brazos, visualizar su carita… Eso te ayudará a alejar las preocupaciones y atraer los buenos pensamientos.