Es el deber de todo padre aplicar disciplina. Así como eres les das mimos alabanzas para tu hijo, también debes hacer un espacio para la disciplina.
La disciplina –entiéndase positiva – sirve no solo para corregir la mala conducta sino como ejemplo. Los niños aprenden como comportarse y enfrentarse a determinadas situaciones por imitación. Por lo tanto, si no quieres que tu hijo se comporte de manera agresiva no dejes que te vea comportándote así.
Aplicar disciplina positiva significa construir puentes de comunicación, escuchar a tu hijo pero no temer tampoco establecer límites.
- Observa las situaciones en que tu hijo se porta bien y alábalo por ello.
- No hagas caso cuando hace travesuras menores.
- Reserva los enfrentamientos y prohibiciones cuando lo que hace tu hijo puede poner su vida en peligro.
- No esperes que te haga cao de inmediato, es normal que los niños reten a sus padres repitiendo sus malas acciones a pesar de las advertencias. De este modo los niños aprenden lo que es aceptado y cuáles son los límites.