Un estudio publicado recientemente por la revista de medicina “The Endocrine Societys Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism “ alerta sobre las posibles dificultades que pueden producirse en el comienzo de la lactancia en casos de madres medicadas con determinados antidepresivos. Los autores avisa de que el consumo de algunos de estos medicamentos pueden desencadenar un atraso de la activación secretora de la leche.
Esto se debe a que la activación de la producción de leche está intimamente ligada a la producción de serotonina y precisamente los medicamentos inhibidores de la recaptación de serotonina (como la Fluoxetina) pueden afectar al humor y las emociones y también tener impacto en la regulación de la serotonina en el amamantamiento. La conclusión es que tomar estas medicinas puede tener un impacto negativo retrasando el comienzo de la lactancia y en la oferta de leche materna para el amamantamiento en exclusiva.
Entre otras muestras hay una a la que dan mucho valor. Estudiaron a 431 mujeres anotanto el momento en el que inciaban la producción de leche abundante, y calcularon que la media entre las que estaban medicadas era de unas 86 horas después del parto, mientras en las que no existía medicación de este tipo el inicio se produjo unas 70 horas después.
Los autores remarcan la enorme utilidad de estos medicamentos para las mujeres que deben tomarlos, por lo que recomiendan más trabajos de investigación para poder encontrar una forma de ayudarles a poder iniciar la lactancia de manera exitosa y continuar con la lactancia sin suplementos todo el tiempo necesario.
Por tanto, aunque concluyen que algunos antidepresivos pueden dificultar el comienzo de la lactancia, su recomendación señala que se debe investigar más para que estas mujeres pudan amamantar a sus bebés sin dificultades o recibiendo ayuda para solventarlas.
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