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miércoles, 3 de febrero de 2010

Cómo calmar a los niños tras un mal sueño

Despertar muy asustados y preocupados luego de un mal sueño es una experiencia desagradable para todos, especialmente para los más pequeños. Como todavía son chicos y no entienden qué les sucede cuando están durmiendo, las pesadillas pueden convertirse en un serio problema si se producen con regularidad.

Las pesadillas ocurren durante la fase REM del sueño, que significa “rápido movimiento del ojo” (rapid eye movement), momento en el que todavía nuestro organismo no ha entrado en el sueño más profundo. Además, los niños tienen facilidad para recordar sus sueños, y más aún si se trata de algo que los ha perturbado.

Si notas que tu niño sufre pesadillas, no te desanimes, pues hay varias formas para evitar que estos malos sueños lo sigan persiguiendo. Presta atención desde el momento en que está a punto de dormir hasta el instante en que se levanta y aplica estos consejos.

Primero, asegúrate que el lugar en el que dormirán los niños se encuentre calmo y en silencio. El menor ruido o disturbios que se produzcan en casa repercutirán negativamente en sus sueños.

Acompáñalos hasta que se duerman. No hay nada tan seguro para los más chicos que permanecer abrazados a sus padres. Aprovecha y cuéntale alguna historia o cántale sus canciones favoritas. Esto no solo los ayudará a dormir tranquilos sino que también se levantarán de mejor ánimo.

Permanece cerca de los niños. Lo ideal es que tu habitación esté próxima a la de tus chicos, pues estarás más cerca y atenta para socorrerlos si es que escuchas algún grito o llanto. Es fundamental que ni bien sientas que tu chico ha tenido una pesadilla, te acerques a él en el menor tiempo posible.

Si compruebas que el niño ha tenido una pesadilla, cálmalo y permanece a su lado, pero no lo obligues a levantarse. Acuéstate a su lado y espera hasta que se duerma nuevamente.

De todas maneras, los pequeños no deben acostumbrarse a dormir con sus padres: la sobreprotección les creará mayor dependencia y por lo tanto mayor miedo cuando estén solos. Lo mejor es que le demuestres a tus niños que estarás a su lado en el momento en que lo necesiten.