La higiene bucal de nuestros hijos empieza incluso antes de la aparición del primer diente, pero será alrededor de los dos años cuando empecemos a usar una crema dental para cepillarse los dientes. La pasta de dientes más adecuada para niños pequeños ha de ser sin flúor. Así evitamos los riesgos de que los pequeños se traguen la pasta.
En los niños menores de seis años de edad el exceso de flúor podría provocar fluorosis leve, una anomalía de la cavidad oral, en especial de las piezas dentales, donde podrían aparecer manchas, incluso con efectos a largo plazo. La ingesta de flúor en los niños pequeños podría dar lugar a que los dientes definitivos salieran con motas o descoloridos.
Por ello lo mejor es usar cremas dentales especiales para niños, fabricadas con ingredientes naturales y sin flúor. Siempre hay que leer la composición y los consejos de uso para comprobar que señalen específicamente que están adaptadas para la ingesta puntual por parte del bebé.
Como decimos, entre los 12 y 18 meses se puede empezar a usar un cepillo de dientes especial para niños, y a partir de los 2 años podemos ir introduciendo una cantidad pequeña de crema dental.
Recordemos que lo más probable es que acaben tragándose la pasta de dientes, por curiosidad y porque tampoco saben escupir aún, así que la cantidad de pasta ha de ser mínima, incluso aunque ésta no contenga flúor.
Poco a poco podremos incrementar la cantidad de pasta de dientes, aunque lo importante no es la cantidad (más bien es para hacer el cepillado de dientes más atractivo a los niños), sino la calidad y la frecuencia del cepillado.
Finalmente, después de los seis años de edad, cuando ya empiezan a tener los dientes definitivos, no se tragan la crema dental y han mejorado la técnica del cepillado con nuestra ayuda y supervisión, podrán utilizar sin problemas las pastas de dientes con flúor que incorporan la acción anticaries.