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martes, 2 de marzo de 2010

El segundo embarazo

Ya eres una experta mamá. No tienes los miedos fantásticos del primer embarazo, donde todo eran preguntas. No dudas si te darás cuenta de las señales de un parto inminente. Ya sabes que dormirás incómoda, que tendrás el pelo abundante y con brillo o que no podrás calzarte tus zapatos.

Ahora verás, también, que cada embarazo es distinto. Claro que también incide la edad y la diferencia entre cada uno, pero hasta las madres que tuvieron sus hijos seguidos recuerdan las diferentes vivencias en cada gestación.

Quizá, la diferencia más importante es que en tu primer embarazo, ¡no tenías otro hijo!

Pues bien, dependiendo de la edad que tenga, tu hijo o hija mayor reaccionará de distinta manera. Los más grandes pueden entender mejor lo que está pasando, y hasta pueden tomar el papel de ayudantes cuando el bebé nazca. Los más pequeños pueden hacer regresiones, pero todo volverá a la normalidad en un tiempo.

Puedes aprovechar el segundo embarazo para darle tiempo y prepararlo para lo que va a venir. Es maravilloso contarles, a medida que transcurren las semanas, como fue el embarazo de ellos. “Cuando te tenía en la panza y el doctor me dijo que eras varón…”, “cuando estabas adentro mío, te movías como si estuvieras bailando”, “¿vamos a ponerle música a la panza, como hacía cuando tú estabas dentro?”

Si el embarazo viene bien, se lo puede hacer participar en los ultrasonidos o ecografías, por ejemplo. Yo no olvido cuando escuché los latidos de mi hermana… y fue hace tiempo! Con la misma idea hice participar a mi hija del crecimiento de su hermano, no quería faltar a ninguna ecografía.

Así, podrá saber que él o ella vino de la misma manera y con el mismo amor. No evitará que sienta que un pequeño intruso le roba a su mamá, pero seguramente tu paciencia le ayudará a adaptarse a la nueva realidad.