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viernes, 18 de junio de 2010

Advierten sobre el uso de zapatos con tacones en el embarazo

La Sociedad de Pedicuros y Podólogos del Reino Unido realizó una encuesta sobre el tipo de calzado que utilizan las embarazadas, llegando a la conclusión de que muchas de ellas escogen los modelos inadecuados por ajustarse a las últimas tendencias de la moda.

En efecto, entre las mil encuestadas se determinó que 66% lleva en los pies habitualmente sandalias playeras o chanclas, 32% tacones altos, 53% zapatillas de ballet y 30% botas Ugg, ¿Qué tienen en común todos estos zapatos? Un pésimo apoyo para el pie, que repercute en toda la postura corporal.

Así, no es de extrañarse que siete de cada diez futuras mamás que respondieron indicaran que tienen problemas en los pies, como tobillos inflamados (37%), hinchazón general (45%) y dolor en el arco y el talón (16%).

El embarazo cambia por completo el centro gravitacional del cuerpo, y además suma peso adicional, razón por la cual los pies, piernas y columna vertebral están sobreexigidos para mantener una postura que luego no traiga dolores y molestias. Si a ello le sumamos un tipo de calzado que dificulte aún más las cosas, está claro que las consecuencias se sufren.

Pero además hay que tener en cuenta que durante los nueve meses de la gestación los ovarios segregan relaxina, una hormona que relaja los músculos, razón por la cual es mucho más fácil provocarse una lesión como desgarro, esguince, entre otros.

Por ello, el calzado ideal para una embarazada debe tener unos dos o tres centímetros de taco y sujetar bien el pie. Esta pequeña elevación puede desplazar el peso corporal un poco más arriba en el pie, lo cual alivia la incomodidad.

Los tacones, entonces, los dejamos para ocasiones especiales y si sabemos que vamos a permanecer un buen tiempo sentadas. Otra alternativa es llevar un par de zapatos extra para cambiarlos en algún momento y dejar que los pies descansen.