La alergia a la leche de vaca es la más habitual en la edad infantil. Es por esta razón que se recomienda no dar lácteos derivados de la leche de vaca hasta que los bebés tengan al menos 12 meses. Sin embargo, un estudio reciente muestra que podría ser beneficioso, a nivel alergénico, ofrecer leche de vaca a los recién nacidos menores de 2 semanas.
El estudio se ha llevado a cabo en la Universidad Tel Aviv, en Israel, y el hallazgo apareció por casualidad. El equipo trataba de mostrar simplemente el número de niños con alergia y determinar la frecuencia con que aparece, además de observar cuántos niños eran intolerantes a la soja.
Se estudiaron 13.000 bebés y se observó que 66 eran alérgicos a la leche de vaca (un 0,5%), cifra menor de lo esperada, ya que se estima que entre un 1 y un 3% suelen serlo. Sin embargo, lo llamativo de dicho estudio es que se dieron cuenta que los bebés alimentados con leche de vaca a los 15 días o más de vida tuvieron 19 veces más riesgo de padecer alergia a la leche que los que habían sido expuestos en las dos primeras semanas de vida.