-
-
-

miércoles, 25 de agosto de 2010

Colestasis del embarazo

Una de las complicaciones que se pueden sufrir en la gestación es la colestasis obstétrica o colestasis intrahepática del embarazo, que en forma abreviada se denomina colestasis del embarazo.

En la gran mayoría de los casos, la colestasis aparece en el tercer trimestre y su principal manifestación es la intensa picazón de manos y pies. Si bien para la madre esta condición no representa mayor riesgo salvo raras ocasiones, para el bebé sí puede haber problemas.

Básicamente esta condición se da cuando se detiene la producción de bilis (enzima hepática que digiere las grasas). Se cree que se desencadena por el cambio hormonal del embarazo.

Otros síntomas son los clásicos de cualquier problema hepático: orina oscura, heces claras y color amarillento en la piel y el blanco de los ojos.

Esta enfermedad afecta entre el 5% y el 15% de las embarazadas. Algunos factores que aumentan el riesgo son:

- Tener un pariente cercano que tenía colestasis del embarazo.

- Después de haber tenido la colestasis del embarazo antes de riesgo (hasta 70% de recurrencia en los embarazos posteriores).

- Llevar un embarazo múltiple (mellizos, trillizos, etc.)

- Tener un historial de daño hepático.

- Estar embarazada como resultado de la fertilización in vitro (FIV)

El bebé tendrá mucho más riesgo de parto prematuro si se presentan la colestasis. También aumenta el riesgo de aspiración de meconio (heces del bebé) durante el parto, situación que suele ser complicada. El riesgo de muerte fetal durante el embarazo tardío es también mayor si la madre tiene la enfermedad.

Para evitar estas complicaciones, los médicos suelen inducir el parto no bien lo consideran oportuno y seguro para el bebé.