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jueves, 2 de septiembre de 2010

Bajar de peso entre embarazos ayuda a evitar la presión arterial alta en la gestación

Lo ideal, en todos los casos, es que las mujeres pierdan todo el sobrepeso que adquirieron en el embarazo, en especial si más adelante se planea tener otro hijo.

Pero si hubo un antecedente de presión arterial elevada en un embarazo – cuya complicación más grave es la preeclampsia – esta pauta es más importante aún.

Es que un estudio realizado por la Escuela de Medicina de St. Louis, determinó que bajar cinco kilos o más luego del primer embarazo en el que se haya padecido problemas de presión arterial, puede rebajar bastante las chances de que lo mismo ocurra en el siguiente.

El peso materno previo al embarazo es uno de los factores de riesgo más importantes de recurrencia de complicaciones. En este estudio, se determinó que el grupo de mujeres que adelgazó tras su primer hijo y con antecedentes de preeclampsia, un 13% repitió la experiencia con el segundo, mientras que en el grupo de mujeres que encaró su segundo embarazo con kilos de más, la recurrencia se dio en el 19% de los casos.

Los investigadores lo explicaron en estos términos: “Si una mujer tiene sobrepeso y adelgaza, la probabilidad (de que la preeclampsia reaparezca) es tan baja como en una mujer con peso normal, y si tiene sobrepeso y engorda, la probabilidad es similar a las mujeres obesas. Y si una mujer con peso normal engorda, su riesgo será tan alto como el de una mujer con sobrepeso”.

Es decir que tener un peso normal a la talla antes de concebir un segundo bebé es importantísimo si se tuvo preeclampsia en el embarazo anterior, teniendo en cuenta que es de las principales causas de muerte materna en el mundo desarrollado, es causa de parto prematuro y puede dejar secuelas a nivel renal, hepático y el sistema de coagulación de la sangre.