Es probable que la mujer embarazada note una ligera pérdida de visión. Lo que sucede es que aproximadamente en el 10% de las mujeres, la miopía se agrava en el embarazo.
Debido a la retención de líquidos provocada por la acción de las hormonas, muchas mujeres pueden ver aumentada la miopía que padecían antes del embarazo, o incluso sufrir de miopía aún sin antecedentes.
Al igual que otras partes del cuerpo, la córnea y el cristalino del ojo también se ven afectados por el aumento de líquidos en el organismo de la embarazada. Esto provoca que la función visual se altere durante la gestación.
La miopía puede aumentar hasta en una dioptría, aunque lo normal es que no llegue a media.
En la mayoría de las mujeres, está alteración visual vuelve a la normalidad unos meses después de dar a luz.
Sin embargo, en alrededor del 20% de los casos la refracción puede permanecer después del parto. Entre ellas creo que me encuentro, porque ha pasado más de un año y sigue la miopía sigue agravada, así que por lo visto tocará graduarme de nuevo las gafas.
Los oftalmólogos recomiendan que si piensas hacerte una operación para corregir la miopía mediante láser y estás embarazada o planeas estarlo en breve, se retrase la intervención hasta después del parto ya que antes podría no resultar todo lo efectiva que debiera.