Todos los “cómo-hacer-para” que podrías obtener tanto de los libros de bebé recién nacido, como de consejos de madres y padres con experiencia, abundarán en consejos acerca de cómo ayudar al bebé a establecer -poco a poco- una rutina. El cansancio que sentimos a veces en los primeros días nos hacen hasta “soñar” con eso.
El desafío se traduce en pensar cómo “programar” la alimentación, el sueño de la noche, las horas de la siesta, el tiempo del baño, etc. Es verdad: cuanto más pronto el bebé “se estabiliza” en ese sentido es mejor para el o ella y también para los padres. Pero…
Nuestro título ya revela algo de nuestro enfoque: no todo es tan así…, hay padres y madres que plantean dudas, que por cierto, son bastante legítimas. La primera de ellas, es en relación al verdadero beneficio ¿quién se beneficia realmente? y desde el “vamos” es una pregunta difícil de responder.
Es muy claro: hay padres y pediatras que predican los beneficios de dejar al bebé en sus ritmos naturales de alimentación y sueño, pero sus detractores afirman que el beneficio no es tal, pues la primera consecuencia es una mamá agotada, mal dormida, malhumorada y cuya calidad de leche será notoriamente menor (sin mencionar el estrés que no podrá dejar de trasladar al bebé). Por otra parte, los bebés son “cachorros” que responderán a esa imposición amorosa de hábitos, siempre que sea así: amorosa y cuidadosa.
De todos modos, las conclusiones finales, las sacas tú; nuestro propósito al preguntar fue promover reflexión y ayudar a pensar.
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lunes, 13 de diciembre de 2010
Agenda vs. rutinas ¿qué hacer?
Etiquetas: FAMILIA