A menudo los padres solemos preocuparnos demasiado cuando vemos que a pesar de nuestra tenacidad por enseñarles a hablar a nuestros hijos cuando son pequeños, el mismo, no logra entender y reproducir las palabras como se las estamos diciendo.
En éstos casos lo mejor es que si el niño ya cumplió 4 años y aún no se expresa correctamente, busquemos ayuda profesional y lo apoyemos en todos los aspectos que él necesite para que rápidamente pueda producir palabras, frases, y su lenguaje sea fluido sin que se sienta mal por no poder hablar correctamente.
Podemos colaborar haciendo que se integre con otros grupos de niños de su edad, ya que ellos copian casi todo lo que ven, esto alimentará mucho más su lenguaje, y aprenderá de sus amigos. Por otro lado debemos identificar cuidadosamente cuáles son sus fortalezas para incentivarlo en eso mientras se pone al día aprendiendo a hablar como corresponde.
Siempre que hablemos con nuestro hijo debemos hacerlo de la forma adecuada, evitando el lenguaje de bebé, las palabras se deben decir tal cual son, repite y vocaliza para que el entienda y aprenda las fonéticas, utiliza gestos, y ayúdalo a expresarse cuando demore en poder armar una frase completa. Los estímulos son simples pero muy buenos para complementar la terapia con la fonoaudióloga.
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