Lamentablemente, es más frecuente de lo deseable: los bebés o niños pequeños se atragantan con un trozo demasiado grande de comida o con un objeto pequeño que sin que nadie se diera cuenta, se han llevado a la boca.
En estos casos, es crucial que los adultos alrededor del niño sepan qué hacer en caso de atragantamiento en niños, ya que podrían salvar su vida.
Si el niño llora, grita, tose o habla es que el objeto no obstruyó por completo el paso del aire, en ese caso no hay que hacer nada que pueda empeorar las cosas y mejor ir cuanto antes a la sala de urgencias.
Caso contrario, es decir si el niño no puede respirar, deberás actuar para evitar mayores consecuencias:
• Si el niño tiene menos de dos años, debes mantenerle en posición ligeramente inclinada sobre tu antebrazo, con la cabeza hacia abajo. A continuación, debes alternar cinco golpes entre los omóplatos, realizados con la palma de la mano, con cinco compresiones torácicas. Las compresiones torácicas se realizan con el niño boca arriba, colocando dos dedos en la mitad inferior del esternón. Debes realizar estas acciones hasta que el pequeño expulse el objeto.
• Si el niño tiene más de dos años, debes colocarlo boca abajo sobre tus rodillas y darle cinco palmadas en la espalda, entre los omóplatos. Si el objeto no sale, puedes recurrir a la maniobra de Heimlich. Debes colocarte detrás del niño y ceñirle por la cintura, entre el tórax y la barriga, pasando los brazos por debajo de las axilas. Debes colocar una mano encima del ombligo y la otra por encima de ésta. A continuación, debes dar un golpe seco hacia el interior y hacia arriba. Repite la maniobra cinco veces, con decisión, hasta que el niño expulse el objeto.
En última instancia deberás evitar meter los dedos en la boca del pequeño para sacar el objeto a ciegas, pues puedes empeorar la situación. Si el niño tiene menos de dos años no puedes realizarle la maniobra de Heimlich porque existe el riesgo de dañar su hígado
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