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domingo, 15 de mayo de 2011

El biberón después del año de vida puede propiciar la obesidad

Un estudio recientemente realizado en la Universidad de Zaragoza determinó que los niños que toman el biberón más allá del año de vida son más propensos a la obesidad.

Esto ocurre porque sin darse cuenta, aumentan su ingesta calórica innecesariamente con cada biberón que consumen, corriendo el riesgo así de que ese exceso se convierta en sobrepeso y en obesidad.

El estudio determinó que el 17,6% de los bebés estudiados (un total de 6.750) era obeso a los cinco años y medio y el 22,3% de ellos tomaba biberones de leche hasta los dos años. Algunos (18,9%) mantenían este hábito antes de irse a la cama y el resto utilizaba el biberón de forma regular también durante el día.

El problema está cuando el biberón es un sustituto del chupete, es decir se usa para tranquilizar al niño y especialmente se le administra antes de ir a dormir. Aclaran además los investigadores, que por lo demás la leche no es mala.

La prevalencia de obesidad entre los pequeños que mantenían dicha costumbre a los 24 meses era del 23%, frente al 16% de los bebés a los que ya se les había retirado el biberón. El primer grupo, entonces, fue un 30% más propenso a ser obeso que los que ya habían dejado el biberón.

“Que las comidas entre horas no se realicen nunca con biberón, para tomar agua mejor usar vasos o tazas y no dejar que el niño se vaya a la cama con el biberón”, recomiendan los expertos.

Además, claro que se propone a la lactancia materna como el método más eficaz para proteger al bebé del sobrepeso, y a partir de los seis meses se recomienda empezar a utilizar la cuchara de tal forma que al año ya se vaya retirando el biberón.