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martes, 15 de enero de 2013

Humidificadores para evitar resfriados

La humedad del cuarto del bebé tiene que rondar entre el 30 y el 50 por ciento, pero en invierno por el uso de la calefacción puede disminuir y favorecer la aparición de catarros. Para evitarlos, están los humidificadores. Aquí tienes unos consejos para su buen uso y una selección de los modelos para niños que hay en el mercado.

No todo el mundo necesita comprar un humidificador para el cuarto del bebé, solo es necesario si el aire de la casa es muy seco: en invierno la calefacción alta lo favorece. Para comprobarlo, hay que utilizar un higrómetro (muchos humidificadores lo llevan integrado). Si el ambiente está muy húmedo, un humidificador no solo no es necesario, sino que puede provocar la aparición de hongos y, en consecuencia, alergias en el niño. Por el contrario, si el cuarto está muy seco, las mucosas del pequeño se irritan y le hace más vulnerable a los catarros. En todo caso, es importante no tenerlo conectado todo el día para no humedecer demasiado la habitación.

Tipos de humidificadores

Existen dos tipos de humidificador. Los que son de aire frío y funcionan con ultrasonidos: expulsan gotitas minúsculas y no hacen ruido y tienen otra ventaja: consumen muy poca energía. Y los de aire caliente, que podrían ser un poquito más peligrosos porque, al expulsar aire caliente, pueden provocar quemaduras.

Modo de uso

Los humidificadores funcionan con agua del grifo. Ojo, es importante que no sea mineral ni destilada porque no permiten que se forme vapor de forma correcta. La mayoría desponen de un interruptor que regula la intensidad del vapor que queremos emitir (hay que cerciorarse de que el chorro de vapor no da directamente al niño).

Hay que tener cuidado con los humidificadores que permiten añadir esencias aromáticas: el mentol está totalmente desaconsejado.