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viernes, 4 de enero de 2013

Síndrome de la tubería oxidada en la lactancia

Comentaremos en este post una de las complicaciones de la lactancia, aunque es una de las de más fácil resolución y que no suele revestir gravedad, aunque a las mamás – en especial si son primerizas o si no les ha ocurrido lo mismo con su anterior bebé – les puede causar impresión y preocupación. Se trata del síndrome de la tubería oxidada.

Se lo llama así ya que lo que ocurre es que sale un poco de sangre mezclada con la leche, sin que haya dolor o grietas, por eso es que muchas mamás realmente se asustan. Y porque además, la leche o el calostro adquieren un tono rosado o anaranjado, incluso marrón, por la propia presencia de sangre.

Lo importante es destacar que no hay de qué preocuparse, pues este síndrome es inocuo para la mujer y también para su bebé.

Se produce debido a que se produce una congestión vascular en las mamas, ya que durante el embarazo su tejido ha crecido rápidamente y se han extendido los vasos sanguíneos para irrigar precisamente ese tejido.

Es por ello que algunos vasos sanguíneos más delgados pueden romperse por presión de la misma leche producida o por la succión, pero en cualquier caso, no es nada preocupante. Desaparece por sí mismo al cabo de una semana, aunque claro que si esto no ocurre, o si se presentan nuevos síntomas, siempre podrás preguntarle a tu médico que te dirá que hacer.

Ten en cuenta además que las heces del bebé podrían presentar un color alterado en estos días, producto precisamente de que han tragado un poco de sangre, pero que no le hará nada malo. El síndrome es más habitual al comienzo de la lactancia.

Claro que además, de ninguna manera es motivo para suspender la lactancia, así que a no asustarse y a seguir amamantando al bebé, para que aproveche todos los beneficios.