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jueves, 14 de febrero de 2013

Que un catarro no se lleve la lactancia materna: ¿qué hacer cuando están malitos?

Es frecuente que en esta época del año de cambios bruscos de temperatura los bebés tengan mocos, y es normal que mamen menos. Para que un catarro no se lleve la lactancia te diremos qué hacer cuando están malitos.

Los cuadros catarrales, las gripes y demás infecciones de las vías altas respiratorias como bronquilotis, otitis, etc. hacen que los bebés presentes tos y mocos y apenas tengan ganas alimentarse. Toman menos el pecho, con menos frecuencia y al vaciar menos el pecho, también disminuye la producción de leche de la madre.

No te agobies si esto sucede. Ya sabes que la producción de leche es regulada por el propio bebé, se va adaptando a la demanda. Si el bebé mama con frecuencia, se produce más leche, y si deja de hacerlo la producción se autorregula y va disminuyendo.

Cuando el catarro dura unos cuantos días y el bebé no vacía el pecho con las misma frecuencia que antes, lo que puedes hacer es utilizar un sacaleches o vaciarte a mano el pecho después de cada toma. Lo que extraigas puedes conservarlo para ofrecérsela cuando el bebé se recupere hasta que tu producción vuelva a ser la habitual.

¿Por qué puede fracasar la lactancia materna?

Al haber estado el bebé malito unos días y no mamar con las misma eficiencia, la producción de leche habrá disminuido.

El problema puede surgir una vez que el bebé se haya recuperado, empiece a querer comer más, vuelva a mamar, y el pecho no vuelva a producir leche tan rápidamente como el bebé lo demanda.

El bebé come mal, tiene gases, llora y la madre interpreta que se queda con hambre, que su leche ya no le alcanza. Muchas veces se recurre desesperadamente al biberón y puede suponer el fin de la lactancia.

En ese caso, lo que puedes hacer es recurrir a las reservas de leche que te has extraído cuando el bebé mamaba menos, hasta que el pecho recupere su producción habitual.

Para que la producción aumente lo que tienes que hacer es colocar al bebé al pecho con más frecuencia. Ya sabes que cuanto más succione, más leche producirá.

Medidas que pueden ayudar

Cuando el bebé está acatarrado o con gripe, lo que debes hacer para ayudarlo a que se alimente mejor es limpiar las vías respiratorias con suero fisiológico. Así, al quedar despejadas, respirarán mejor y se sentirán más cómodos para mamar.

Si ves que no tiene fuerza para empezar la toma, la solución es hacer una primera extracción manual o con sacaleches como para aliviarle el trabajo. Así se le hará más fácil continuar.

Por otra parte, colócate el bebé al pecho todo lo que puedas, aunque casi no mame, el calor y la humedad que proporciona la lactancia materna le ayudará a hacer que los mocos fluyan.