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domingo, 28 de abril de 2013

Maltrato infantil. ¿Estás seguro de que a tu hijo no le pasa?

Los datos presentados en el día #contraelmaltratoinfantil son demoledores: el año pasado la violencia contra los menores se incrementó un 13,6%... y sólo estamos hablando del maltrato visible, de aquel que llegó a ser denunciado a la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo).

Los casos de maltrato infantil atendidos el año pasado por la Fundación ANAR aumentaron un 13,6%, con respecto a los de 2011. En especial, las denuncias por violencia escolar se incrementaron en más de 15 puntos. En un 18,4% de los casos, el maltratador es un propio compañero del colegio. Pero… ¿cómo saber que esto está sucediendo?

El famoso bullying puede pasar desapercibido a los padres. No es simplemente “cosa de niños”, que deban solucionar entre ellos solos. La víctima puede sufrir ansiedad, fobia escolar, depresión y su autoestima quedar marcada de por vida. El pasado 11 de abril una menor se quitó la vida en Gijón y la familia ha denunciado al centro escolar donde asistía por el “hostigamiento” que sufrió y le llevó –según afirman- a quitarse la vida.

Según ha declarado Javier Urra, quien fuera el primer defensor del Menor en España, a El Comercio, el acoso escolar afecta al 3% de los niños. Los padres son los últimos en darse cuenta. Como afirma Urra, el acoso escolar más frecuente es el emocional y, en estos casos, las redes sociales han amplificado los problemas.

¿Qué es acoso escolar?

Peleas, insultos, asuntos de patio de colegio… ¿cuándo dejan de ser cosas de niños y convertirse en bulling? Según UNICEF, “un estudiante sufre acoso escolar cuando otro estudiante o grupo de estudiantes le dice y hace cosas malas o desagradables. También es acoso escolar cuando un alumno es repetidamente objeto de burla de una forma que no le gusta o si se le margina deliberadamente. Pero no es acoso escolar cuando dos alumnos con una fuerza o energía similares pelean o discuten. Tampoco es acoso escolar si la burla se realiza de una forma amistosa o como parte del juego”.

Nunca hay que minimizar el problema ni echar la culpa a la víctima.

Algunas posibles señales de bulling

• Niños que no quieren ir al colegio.
• Niños que no quieren ir a actividades extraescolares ni tienen vida social fuera del horario lectivo.
• Niños temerosos o tristes o de humor cambiante.
• Niños que vuelven a casa con golpes o la ropa rota.