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sábado, 25 de mayo de 2013

La alimentación en el embarazo protege contra la bronquiolitis

La bronquiolitis es la inflamación de las vías aéreas pequeñas que afecta durante la temporada invernal a los menores de dos años, y que produce más tasas de ingresos hospitalarios y complicaciones respiratorias graves en los niños.

Si bien suele ser la principal preocupación de salud de los padres durante el invierno, lo cierto es que se puede comenzar a prevenir ya desde el embarazo, y particularmente con la alimentación de la madre.

En concreto, un estudio realizado en Argentina por la Fundación Infant, junto a pediatras de hospitales públicos, determinó que una alimentación rica en hidratos de carbono y pobre en frutas y verduras, puede aumentar hasta siete veces las posibilidades de que ese bebé contraiga bronquiolitis en sus primeros años de vida.

Es que una alimentación en el embarazo rica en frutas y verduras, tiene un buen efecto en la formación de los pulmones y en el desarrollo del sistema inmune del feto, lo cual le dará mayores herramientas para soportar mejor una infección de sus vías respiratorias.

Cabe señalar para tener en cuenta la importancia de prevenir esta enfermedad, que en 2011, el año en el que se inició el estudio, las infecciones por el virus sincicial respiratorio – principal agente causante de la bronquiolitis – causó 14 veces más hospitalizaciones y cuatro veces más muertes en los menores de dos años que la gripe A en plena pandemia.

En este estudio, participaron las familias de 1293 chicos; el 62% estaba infectado con el VSR y más de la mitad tenía menos de 6 meses de edad.

Se analizaron las condiciones de vida de cada familia, incluso si se fumaba en el hogar, la educación de los padres, la lactancia y los factores de riesgo posnatales conocidos de las infecciones respiratorias.

Entre las encuestas, se interrogó sobre los hábitos de alimentación de las embarazadas en cuanto a grupos de alimentos: grasa, carbohidratos, proteínas y frutas/verduras. Se halló que los hijos de las mujeres que los consumían durante el embarazo cuatro veces o más por semana pan, bollería, refrescos azucarados, arroz, patatas, pasta o azúcar refinada, tenían siete veces más probabilidades de llegar con complicaciones más graves de bronquiolitis que aquellos bebés de madres con mayor consumo de frutas y verduras, concretamente con un nivel bajo de oxígeno en sangre.

El consumo materno habitual de frutas y verduras, en este caso, redujo en un 75 % las posibilidades de que el niño enferme de bronquiolitis.

Así que a pesar de que aún faltan muchos meses para la temporada invernal, las embarazadas que den a luz en esa época deben comenzar ya mismo a proteger la salud respiratoria de sus hijos, consumiendo alimentos sanos.