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miércoles, 20 de junio de 2012

Primeras mentiras infantiles, ¿cómo actuar?

Las primeras mentiras de los niños se parecen a los juegos que simulan algo que no es real. En esta época los límites entre lo real y lo imaginario no los tienen muy definidos. Sin embargo, a veces se inventan cualquier historia, a veces inverosímil, para no admitir su culpa.

Nuestros hijos suelen pasar por una etapa donde frases como “yo no he sido”, “se habrá caído solo” o “lo ha roto mi hermano” son muy comunes. Normalmente son mentiras inocentes pero que debemos controlar desde que son pequeños.

El pequeño tiene que aprender que las mentiras no solucionarán sus problemas y que sus actos tienen consecuencias. ¡Te contamos cómo actuar ante las mentiras de los niños!

¿Cómo actuar cuando el niño nos miente?

La causa más común de las mentiras de los niños es el miedo al castigo o a defraudarnos, por eso en vez de reprenderle por sus actos es mejor intentar buscar soluciones. Toma nota de estos consejos útiles:

Explícale los inconvenientes de mentir

No te conformes con decirle que no debe mentir. El niño debe ver que con ese acto puede perjudicar a otros y la gente dejará de confiar en él.

Enséñale otras soluciones

Podemos reparar lo que se ha roto y se pueden pedir disculpas. El niño debe entender que mentir no es la única ni la mejor solución.

Destaca la honradez

Podemos aprovechar ejemplos de los dibujos animados, de los cuentos infantiles o de la vida real para que el niño vea ejemplos de honradez.

No debemos ser demasiado exigentes

Si les ponemos demasiadas reglas y les abroncamos por todo lo que hacen, es fácil y hasta lógico que mientan para evitar nuestras regañinas. Hay que buscar un término medio.

Elogiarles por ser sinceros

«¡Qué bien, me gusta que digas la verdad!». «¡Qué chico tan honrado y sincero!». Los adjetivos positivos son convenientes, por la misma razón que los negativos no lo son: animan al niño a comportarse mal.

Dar ejemplo

Todos mentimos alguna vez, pero el niño no debe pensar que sus padres mienten a menudo. Nosotros somos un modelo para ellos y nuestros consejos no tendrán ningún efecto si no actuamos en consecuencia.

¿Qué no debemos hacer?

Hacerles pasar por interrogatorios policiales

En vez de hacer preguntas insistentes o buscar una confesión, podemos decir: «Veo que has llenado el suelo de agua. ¿Qué te parece si lo limpiamos entre los dos?». O: «Ya sé que has insultado a tu hermano. ¿Qué puedes hacer para que te perdone?

Llamarles mentirosos

Se puede afear el hábito de mentir, pero sin aplicar adjetivos negativos, pues pueden afectar al concepto que se están construyendo de ellos mismos, y pueden provocar que se acostumbren a ellos . Si les llamamos mentirosos, ellos seguirán mintiendo.

¿Hay que castigar al niño?

Cuando un niño miente para ocultar un mal comportamiento, puede ser conveniente aplicar dos castigos diferentes: uno para el mal comportamiento y otro para el hecho de mentir. Es útil que el niño conozca los castigos de antemano, eso sí, debe ser un pequeño castigo (sin exagerar).

La importancia de que el bebé duerma en un ambiente fresco

El verano llega oficialmente esta semana. Si en la casa hay un pequeñito de pocos meses, es importante prestar atención a la temperatura de la habitación en la que duerme, ya que para que descanse debidamente y su salud sea óptima, es importante cuidar este detalle.

Por ello, es que por las noches el bebé debe dormir a una temperatura que ronde los 20 grados. Para ello, habrá que quitar todo lo que lo pueda molestar como sábanas y ropa de cama innecesaria, también hay que retirar ositos, juguetes y todo lo que moleste. De paso, es bueno recordar que este tipo de objetos es mejor no ponerlos en la cuna del bebé, ya que el niño podría asfixiarse.

Si hace calor en la habitación y no es posible ventilarla más, entonces lo que hay que hacer es dejar al niño en pañales y sin nada más. Es mejor abrir las ventanas para que ingrese aire fresco, de dejarlo bajo el aire frío de un ventilador, que no debe darle directamente. Un truco que resulta muy bueno es colocar una toalla o paño mojado en la ventana, para bajar la temperatura del aire.

Es buena idea además refrescar al bebé con un baño antes de acostarlo, para que se relaje y duerma fresco.

No olvides hidratar bien a tu hijo en verano para que no sufra los efectos de la deshidratación.

Papá, tú también cuentas: seis consejos para implicarte durante el embarazo‏

Sé que cuando diste la noticia de que tu mujer estaba embarazada decías a todo el mundo “estamos embarazados”. Sé que pasan las semanas y te das cuenta de que, lógicamente, la embarazada es ella, y que hay momentos en los que sientes que las cosas no van contigo.

Los padres lo tenemos un poco mal porque no sentimos al bebé, no lo notamos y lo conocemos realmente cuando ya nace, con nueve meses de desventaja con respecto a las mamás. Por eso, como tú también cuentas, te ofrecemos, papá, algunos consejos para que puedas implicarte durante el embarazo y sentirlo también un poco tuyo.

1. Ahora más que nunca, comunicación

Estáis a punto de vivir el cambio más grande que una pareja puede vivir (o uno de los más grandes), así que es muy importante que habléis del tema. Coméntale cómo te sientes, qué piensas sobre el nuevo bebé, sobre los cambios de la casa e intentad visualizar vuestra vida con un miembro más, hablando de las cosas que haréis, de cómo os veis en el papel de padre y madre, de las expectativas al respecto, de cómo creéis que actuaréis, etc.

Es una manera de empezar a implicarte en la toma de decisiones, de sentar unas bases, de conoceros como padres y madres aunque aún no lo seáis y de empezar a buscar puntos en común para criar a vuestro bebé común.

2. Ve con ella a las visitas del ginecólogo y de la matrona

Aunque la embarazada es ella, no tiene por qué vivir el embarazo en “soledad”. Aprovecha los momentos en los que os van a dar noticias sobre la evolución del bebé y su crecimiento para conocerlas de primera mano. Estando ahí podrás ver a tu bebé en las ecografías y oír su corazón, verás qué piensan los profesionales sobre los cambios que están sucediendo y en definitiva acompañarás a tu mujer en momentos que suelen ser rutinarios, pero que a veces se vuelven complicados si algo no está yendo del todo bien.

Es importante para ella que estés ahí siempre que puedas y es importante para ti también. Así te sentirás parte de todo ello porque, de hecho, lo eres.

3. Cambia con ella

Las mujeres, por el hecho de estar embarazadas, tienen que empezar a cuidarse más de lo que lo hacían antes, tratando de comer lo más equilibrado posible, dejando de fumar si es que lo hacían, no tomando alcohol (ni una gota), etc. Si algunas de las cosas que tiene que dejar de hacer las compartía contigo estaría bien que por solidaridad y respeto lo hicieras tú también.

Hay muchos papás que no dejan de fumar aún cuando sus parejas hacen un tremendo esfuerzo haciéndolo y, en cierto modo, es no entender los motivos y tener poca empatía hacia una persona, la pareja, que ha hecho un gran sacrificio dejando el tabaco.

De todas maneras, como la idea es implicarse, seguro que tu pareja te ve más cercano y ve que estás “ahí”, con ella, para lo que haga falta, si cambias con ella. Seguro que además, tú también te ves más “ahí”, compartiendo embarazo, casi como si lo estuvieras tú también.

4. Formáos juntos como padres

Tener un hijo es una de las mayores responsabilidades que puede llegar a tener una persona adulta. A pesar de ello, criar un hijo es una de las cosas que menos se estudia porque parece que, como se ha hecho toda la vida, alimentar y educar a un bebé no puede ser tan difícil.

El caso es que hacerlo lo puede hacer cualquiera, pero hacerlo con información y con la seguridad de que se está yendo por el camino más o menos correcto sólo se puede hacer si, de una manera o de la otra, accedes a esa información.

Los centros sanitarios imparten clases preparto, a la que están invitados también los papás. No son las típicas clases de respira, inspira y espira que todos tenemos vistas en las películas, sino que van más allá con diversos consejos para el embarazo, el parto e incluso el posparto. Ve a ellas acompañando a tu pareja y así podréis aprender juntos, solventando las dudas comunes e individuales y preguntando por eso que ella dice que es A y tú dices que es B.

Si en cambio queréis que la información llegue a través de la lectura compartid libros, leedlos ambos y hablad sobre ello, debatid si hace falta sobre las cosas que no os queden claras o que simplemente os parezcan más o menos absurdas (mi primer debate con mi mujer fue tras leer el “magnífico” libro “A comer” de Estivill, por ejemplo). Así los dos aprenderéis de los libros y aprenderéis también de la experiencia del otro.

5. Contacta con el bebé

Es difícil porque está dentro de la barriga de tu pareja, pero puedes intentar llegar a él (o a ella). Tócale la barriga (pero pídele permiso a ella primero, claro), háblale, cántale… así comienza una comunicación que puede llegar a ser bidireccional en el momento en que provoques algún movimiento (“¡Te está oyendo, se mueve cuando le hablas!”, suelen decir ellas).

A medida que pasen las semanas y los movimientos sean más evidentes podrás tocar partes de su cuerpo cuando a mamá le salga un bulto por alguna parte. No es como tocarle directamente, pero es lo más cercano que puedes estar dadas las circunstancias. Y créeme que no es poco, poner la mano y notar cómo se mueve en tu palma no es poco.

6. Haced las compras y preparativos juntos

Id juntos a comprar las cosas que el bebé necesitará, mirad precios, mirad modelos, buscad cuáles se adaptan más a vosotros, a vuestros gustos, a lo que esperáis o queréis. Aprended cómo funcionan las cosas para que los dos seais autónomos después a la hora de cuidar del bebé (y evitéis el “cariño, ¿cómo se hace esto?” continuo de quien no acaba de aprender cómo funciona algo).

Así además seréis cuatro ojos, que siempre ven más que dos. Una persona sola puede escoger un elemento, por ejemplo un cochecito, en base solamente a los gustos (“son todos iguales, este es el que más me gusta”) y mientras tanto la otra puede darse cuenta de que puede ser mejor otro modelo (“sí, pero en éste sólo podrá ir sentado en el sentido de la marcha y no podremos girarlo para que nos pueda mirar a nosotros… no todos son iguales”).

martes, 12 de junio de 2012

Cambios en la alimentación durante el embarazo

Cuando una mujer se entera de que está embarazada, una de sus primeras preocupaciones es conocer cuánto y qué comer, pues los hábitos alimenticios de la madre influyen en la salud del bebé. Te damos las pautas para comer bien en el embarazo.

¿Qué alimentos son imprescindibles?

La gestación aumenta las necesidades energéticas, pero no se trata de comer más, sino de cambiar los hábitos alimenticios para proporcionar al organismo los nutrientes esenciales para la buena salud de la madre y el feto.

El calcio (leche y derivados) es fundamental para el desarrollo de los dientes y huesos del bebé; el hierro (carne, pescado, huevo, legumbres), para la formación de los glóbulos rojos; y los ácidos grasos

Omega3 (pescado azul, nueces), para el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso.

Una dieta equilibrada

Una dieta equilibrada debe contener cada día:

4 ó 5 raciones de carbohidratos (patatas y cereales, como pan, arroz o pasta).
5 ó 6 raciones de frutas o verduras.
2 raciones de proteínas (carne, pescado, huevos, legumbres o frutos secos).
3 ó 4 raciones de leche o derivados: 
1 vaso de leche, 2 yogures y 1 trozo de queso. Si la leche no gusta demasiado o no sienta bien, se pueden tomar más yogures o productos enriquecidos en calcio. También se puede consumir queso fresco con la pasta, en las ensaladas...

¿Qué tomar para aliviar las náuseas?

Conviene desayunar pan o galletas sin levantarse de la cama para asentar el estómago en ayunas. Después se puede tomar una pera, queso bajo en grasa y un yogur. Hay que procurar no beber hasta que hayan pasado unas horas y no mucho en las comidas.

¿Por qué cambian los gustos?

Con cierta frecuencia, la embarazada experimenta cambios en sus preferencias culinarias que se relacionan con variaciones de la sensibilidad gustativa.

Así, puede encontrar desagradable el sabor o el olor de ciertas comidas que antes le gustaban. Y, al contrario, puede experimentar una marcada apetencia por alimentos que antes no le llamaban la atención (los consabidos « antojos»).

La razón no es psicológica, sino hormonal. Estas preferencias no tienen importancia si no alteran la dieta variada y equilibrada. La alimentación es algo muy serio y no debe estar dirigida por las apetencias puntuales.

Si se come bien, ¿por qué mandan suplementos?

Aunque la mayoría de los nutrientes pueden obtenerse con una buena alimentación (salvo el ácido fólico, ya que los requerimientos son ahora muy elevados), los médicos, ante la duda –no pueden controlar la dieta de cada mujer–, prefieren recetar ácido fólico y yodo para asegurar el buen desarrollo del feto.

El consumo adecuado del primero (espinacas, aguacates, almendras, avellanas, nueces...) antes de la concepción y al principio del embarazo reduce el riesgo de defectos del tubo neural ( espina bífida). Y su administración en comprimidos previene estas malformaciones.

El yodo es necesario para que los órganos del feto, sobre todo el cerebro, crezcan y maduren adecuadamente. Está en los pescados y la sal yodada.

El hierro y el calcio se prescriben si se observa una carencia.

¿Cómo dar sabor a los platos?

Para evitar pasarse con la sal y no abusar de las salsas, se pueden condimentar con hierbas: romero en la carne, albahaca en la ensalada y eneldo en el pescado. Y en todos los platos, perejil, rico en vitamina C.

¿Qué hay que evitar?

No hay comidas prohibidas, pero sí enfermedades peligrosas para el feto, como la listeriosis y la toxoplasmosis, que se transmiten a través de ciertos alimentos, lo que aconseja evitarlos y seguir ciertas medidas higiénicas.

Así, para tomar embutidos crudos con tranquilidad conviene congelarlos previamente. También el pescado crudo.

Las verduras y hortalizas deben limpiarse con agua y unas gotitas de lejía apta para alimentación.

Es importante cocinar bien todos los alimentos y no consumir ahumados (salmón, trucha, bacalao...).

Hay que recalentar todas las sobras de comida hasta que salga vapor. El calor ayuda a matar cualquier bacteria que pudiese haber.

No se recomienda comer quesos blandos, como feta, brie o camembert, ni de pasta enmohecida o con vetas azules, como el roquefort o el cabrales.

Se pueden tomar sin riesgos los quesos pasteurizados, ya sean duros (manchego, cheddar...), para untar o cremosos, y el requesón industrial.

¿Cómo resistirse al picoteo?

La clave está en seguir un orden. Si se hacen cinco comidas al día, es difícil pasar hambre.
El desayuno debe ser consistente y a media mañana y en la merienda se puede tomar fruta o yogur.

En la comida y en la cena hay que consumir todos los nutrientes necesarios, en pequeñas cantidades.

Al cocinar habrá que echar imaginación para evitar los fritos y grasas.

Se puede guisar con caldo (en lugar de aceite), cocer al vapor o usar más el horno y el microondas.

¿Cuánto café se puede tomar?

Lo mejor es no tomar nada, aunque si apetece mucho no conviene pasar de una taza al día y no endulzarlo con edulcorantes, sino con azúcar (un cucharada pequeña) o, mejor aún, con miel.

La cafeína también se encuentra en los refrescos de cola y en muchas bebidas energéticas.

¿Qué hacer para no pasarse de peso?

Al principio del embarazo no es necesario comer más. La futura madre debe tomar las mismas cantidades que comía antes de quedarse embarazada, en torno a las 2.000 calorías diarias.

En el segundo trimestre se puede ir aumentando progresivamente la ingesta hasta llegar a las 2.400 calorías en el último trimestre, periodo en el que se detecta un aumento de las necesidades nutritivas debido al crecimiento del feto.

Entonces, necesitará comer algo más, pero siempre con menús equilibrados y variados. Cuando una mujer parte de un peso correcto, lo ideal es engordar entre 9 y 12 kilos. Pero si antes del embarazo tenía sobrepeso, no debería coger más de 7 kilos.

¿Y para evitar la acidez de estómago?

La acidez de estómago es frecuente en el tercer trimestre, por la mayor presión del útero sobre el estómago.

En las comidas ayuda tomar primero un poquito de arroz, pasta y patata hervida.
Y después pescado en lugar de carne.

Hay que evitar los alimentos que irritan el esófago: condimentos (vinagre, pimienta), platos con tomate, frutas cítricas (naranja, mandarina, pomelo, limón) y, en general, la fruta en ayunas.

También hay que prescindir de los alimentos que retrasan el vaciado gástrico, como los fritos, estofados o guisos grasos, y las bebidas carbonatadas (con gas), café, té y chocolate.

Dietas para problemas especiales (diabetes, hipertensión...)

Si se desarrolla diabetes gestacional es esencial distribuir las calorías y los hidratos de carbono a lo largo del día; no hay que saltarse ninguna comida y evitar por completo el azúcar, y los dulces.
El desayuno es fundamental porque los niveles de azúcar en sangre están más descompensados por la mañana.

En el caso de que la futura madre tenga la tensión alta, la dieta debe ser rica en frutas y verduras y baja en sal.

"Los bebés amamantados podrían tener un mejor desarrollo cognitivo"

Hemos hablado en varias ocasiones de estudios que señalan que los niños que son amamantados tienen un mejor desarrollo cognitivo y que, por el contrario, la leche artificial se relaciona con resultados inferiores en este aspecto. Ahora la revista Pediatrics ha publicado un nuevo estudio que reafirma estas afirmaciones comparando el desarrollo cognitivo según el tipo de alimentación de bebés hasta el año de vida.

Los investigadores hicieron el seguimiento de bebés alimentados con leche materna, leche artificial procedente de vacas y preparados de soja con el objetivo de discernir si había problemas de desarrollo relacionados con el tipo de alimentación no natural y si, en cambio, alguno de los métodos tenía un reflejo en las capacidades y desarrollo cognitivo de los niños.

La muestra era de 391 bebés y se les realizaron diversos test que miden el desarrollo cognitivo, la capacidad lingüistica. Se tuvieron en cuenta factores como la edad de la madre y su cociente intelectual, el perímetro craneal, la edad gestacional, el peso al nacer y el nivel socioeconómico de las familias.

Los datos se tomaron cuando los bebés tenían 3, 6, 9 y 12 meses para poder evaluar el impacto de la forma de alimentación en cada etapa.

Los resultados fueron claros. Los bebés que recibían alimentación artificial, fuera proveniente de leche de vaca o de preparados de soja tenían resultados parecidos. Sin embargo, los bebés que eran amamantados tenían resultados algo mejores en las áreas analizadas: desarrollo psicomotriz, desarrollo congnitivo y lenguaje. Además, tenian muchas menos posibilidades de puntuar en la parte inferior de las tablas.

La conclusión del estudio es que el tipo alimentación artificial con preparados de soja no perjudica el desarrollo cognitivo de los bebés en comparación con la leche artificial proveniente de leche de vaca. Sin embargo la lactancia materna si se relaciona con unos resultados en los test cognitivos levemente superior.

La importancia de una buena hidratación en el verano para los niños

En verano y con la llegada de las altas temperaturas es importante mantener una correcta hidratación, especialmente en el caso de bebés y niños ya que se pueden llegar a deshidratar mucho más rápido que un adulto.

En el caso de los bebés alimentados con lactancia materna, están protegidos. La leche de su madre aporta todo el líquido y los minerales que los mantienen vitales. Ofrecer el pecho a demanda en días y momentos de mucho calor, en tanto que la mamá debe mantenerse bien hidratada, consumiendo hasta tres litros de agua al día.

Si en cambio el niño tiene lactancia con biberón, se pueden ofrecer biberones de agua mineral, sin obligar al niño a que beba. En todo caso, hay que cuidar muy bien la preparación de la leche, para que no quede demasiado concentrada y así estemos aportándole menos líquido del que necesita la criatura.

Cuando un bebé o niño se deshidrata, se puede detectar por síntomas como la ausencia de lágrimas; sequedad en piel, boca y lengua; disminución en la secreción de orina o deposiciones menos blandas.

Los bebés y niños son más propensos a cuadros gastrointestinales, es una forma habitual de deshidratación en época estival. Consultar al médico en estos casos sin dejar pasar demasiado tiempo, ya que un cuadro de diarrea o vómitos severos puede deshidratar seriamente al niño en cuestión de horas.

Procura mantener hidratada la piel del bebé para evitar una mayor pérdida de agua, debido a que su función barrera no está aún madura.

Hay que evitar siempre la exposición directa y/o prolongada al sol en horas centrales, ya que el niño puede sufrir un golpe de calor. Hay que vestirlos con ropa ligera y fresca.

Los consejos pueden resumirse en pocas pautas: ofrecer al bebé el líquido necesario, evitar su exposición al calor y acudir al pediatra si pierde más liquido del normal.

lunes, 4 de junio de 2012

Cómo entender los mensajes del bebé

Bebé y mamá se comunican en un lenguaje secreto. Pero hay misterios que una madre no entiende. Su bebé los comparte con los demás bebés y, a simple vista, parecen incomprensibles: ¿por qué huele así, por qué pega la cabeza a los barrotes mientras duerme, por qué se chupa los pies...? Algunos encuentran su respuesta en la biología, pero no todos se pueden explicar.

Más allá de conocer el origen biológico de algunos de los comportamientos del bebé, no hay fórmulas mágicas para entender a los bebés, ni manuales, ni códigos. Hay un poquito de intuición, si dejamos nuestra razón aparte, y mucha, mucha observación.

Los últimos estudios en neurociencia demuestran que los padres están química y emocionalmente preparados para atender a las señales de su bebé, y los bebés están química y emocionalmente dirigidos a sus padres. Leemos las señales de nuestro hijo en un recóndito lugar fuera del mundo consciente, según estas investigaciones. Pero esta predisposición biológica no sirve de nada si no la actualizamos mediante la observación diaria de nuestro hijo.

Todas las respuestas están en el bebé: cómo duerme, cómo llora, cómo come... Nos está hablando. La clave está en observar y confiar, con paciencia. Nuestro bebé evoluciona continuamente y nosotros, como padres, también.

¿Por qué le gusta tanto al bebé estar desnudo?

Ellos se relacionan con el mundo con todo el cuerpo, reciben información del exterior a través de miles de receptores repartidos por toda su anatomía, así que cuando los vestimos es como si les pusiéramos un gran guante: por una parte los protegemos del exterior y por otra limitamos su sensibilidad y zona de contacto con el mundo.

¿Por qué se hace pipí en cuanto le quitas el pañal?

Cuando les quitamos el pañal los pequeños se sienten más cómodos, les hacemos caricias, se relajan... Y se hacen pipí. Pero ahí no queda todo. Algunas corrientes creen que lo único de lo que se sienten dueños los niños es justo de su pis y de su caca. Hacerse pipí al quitarle el pañal puede interpretarse como que... ¡nos regalan lo único que tienen! Por eso, nada de mostrar enfado: agradecer el regalo y a otra cosa.

¿Por qué se lo lleva todo a la boca?

Los bebés conocen las cosas a través de la boca. Es un escáner que proporciona mucha más información que las manos o la vista. Se llevan las cosas a la boca para "interiorizar" lo que ven, experimentarlo dentro de su cuerpo y terminar de construir la imagen que han visto fuera. Es un proceso muy complejo que hay que respetar en la medida de lo posible, siempre que no suponga un peligro para el niño.

¿Por qué le tranquiliza más la voz de un hombre?

Aparte de la voz de la madre, los sonidos que escucha el feto en el útero son de baja frecuencia, como la voz masculina. Los sonidos graves le ayudan a relajarse y a regular su ritmo cardiaco.

¿Y por qué le atraen más los sonidos agudos?

La frecuencia aguda estimula al cerebro a captar mayor información, a aprender. La voz de la madre, primera voz que escucha el feto en el útero, es aguda. También lo es la música en general.

¿Por qué se chupa los pies continuamente?

Cuando se chupa los pies, el bebé entiende dos cosas: primero, la forma, el sabor, el tacto..., segundo, ¡que son suyos! Acaba de llegar al extremo final de su cuerpo, está terminando de construir su esquema corporal y empezando a entenderse como un algo completo y separado del resto del mundo.

¿Por qué aparece por las mañanas con la cabeza pegada a los barrotes de la cuna?

Precisamente, cuanto más grande es la cuna, más normal es que los pequeños tengan este comportamiento. Han pasado nueve meses en un lugar cálido, oscuro y cada vez más apretadito, por lo que los grandes espacios sin límites físicos les generan inseguridad.

Hay bebés que simplemente necesitan sentirse arropados por todas partes y otros que necesitan sentir el tope en la cabeza para sentirse seguros, se dice que como recuerdo de los meses que pasaron en posición cefálica en el vientre materno, tocando la pelvis de su madre.

Cuando a veces están durmiendo y se sobresaltan, puede tener que ver con esta sensación de estar en el vacío, o con sentir desprotegida parte de su cuerpo (boca abajo no les pasa nunca). Coger alguna cosita con su mano también responde a esta necesidad de sentirse seguros.

¿Por qué el bebé huele siempre a pan recién hecho?

El olor del bebé es otra estrategia de la naturaleza para ayudar a crear el vínculo entre las madres y los hijos. Las hembras de los mamíferos (entre las que nos encontramos) reconocen a sus hijos por el olor. Tan profundo y dirigido al instinto es el olor que desprenden los bebés, que despierta el instinto maternal no sólo en la madre, sino en muchas personas, hombres y mujeres, invitándoles a cuidar de él.

A la inversa también se da, aunque nosotras no olamos tan bien: nada más nacer, los bebés son capaces de reconocer a su madre por el olor, y les parece el olor más maravilloso del mundo.

¿Por qué se agarra con tanta fuerza a nuestro dedo?

Se trata del reflejo de prensión que tienen todos los recién nacidos y que podemos observar también en la planta de los pies. Aunque este reflejo no tenga ahora excesiva utilidad, se piensa que proviene de un estadio muy primitivo de nuestra evolución, cuando aún utilizábamos las cuatro extremidades para desplazarnos, como los simios. Para sobrevivir y mantener el vínculo con la madre, el bebé tenía que asirse a ella por el pelo del cuerpo (entonces lo teníamos por todas partes), ya que ella necesitaba las extremidades delanteras para desplazarse.

¿Por qué sonríe mientras duerme?

Hay expertos que aseguran que las sonrisas nocturnas no son más que fruto de la relajación muscular de la boca (es una zona que trabaja mucho durante el día); otros defienden que la sonrisa es el reflejo de un dulce sueño. Las ecografías en 3D han demostrado que ya en el útero los pequeños sonríen y sueñan, o al menos entran en esa fase en la que se tienen sueños, y que se puede apreciar en el movimiento de los ojos debajo de los párpados.

¿Y a qué sonríe cuando sonríe a la nada?

Igual está pensando en las caricias de mamá, o quizás simplemente se siente calentito y satisfecho y por eso se ríe. Pero, en realidad, no lo sabemos: aún hay secretos que quedan para él.