Dar medicamentos a los niños sin supervisión médica puede ser peligroso, y más cuando son pequeñitos. Los padres no siempre sabemos qué fármacos son adecuados para la enfermedad del bebé. Además, con algunos medicamentos, como los antibióticos, se pueden originar resistencias bacterianas. Respondemos a las dudas más frecuentes sobre la medicación de los niños.
¿Puedo darle un medicamento a mi bebé cuando está malo?
- Durante el primer año de vida es muy importante no medicar al bebé por cuenta propia.
- Para bajar la fiebre o calmar el dolor, los padres utilizamos antitérmicos o analgésicos siguiendo las pautas del pediatra.
- La dosis se calcula teniendo en cuenta la edad y el peso del niño.
Una causa frecuente de emergencias son las sobredosis no intencionadas de medicamentos que sufren niños menores de cuatro años.
¿Qué hago si mi bebé coge un resfriado?
Los medicamentos solo alivian los síntomas, porque los catarros tienen su propia evolución. Por eso, es preferible aplicar algunos remedios caseros como:
- Mantener al niño bien hidratado.
- Colocar un humidificador en la habitación.
- Limpiarle la nariz con suero salino y eliminar las secreciones con un aspirador nasal.
- Evitar el exceso de calor y ventilar la casa varias veces al día.
No, pero no debes volver a hacerlo. La mayor parte de los problemas relacionados con las medicinas surgen por dosis inadecuadas o excesivas. Nunca debe administrarse un fármaco que no especifique la edad sin consultar al pediatra.
Precauciones con los medicamentos
- Guárdalos fuera del alcance de los niños.
- Hay que seguir siempre las instrucciones del pediatra y no darles nunca medicinas de adultos.
- Para prevenir posibles sobredosis, conviene saber cuáles son los ingredientes activos de cada medicamento. De este modo, nos aseguramos de que el niño no recibe dos o más fármacos con el mismo principio.
- En niños menores de dos años, hay que evitar la administración de medicamentos para la gripe o la tos.